Mexico Contemporaneo
Enviado por masterbens • 3 de Abril de 2013 • 10.657 Palabras (43 Páginas) • 873 Visitas
MEXICO CONTEMPORANEO.
INDICE
INTRODUCCION. 4
1.1 EL SURGIMIENTO DEL ESTADO BENEFACTOR Y SU REPERCUSIÓN SOCIAL 5
1.2 MODELO DE SUSTITUCION DE IMPORTACIONES 12
1.3 El MODELO DEL "DESARROLLO ESTABILIZADOR" 18
1.5 MOVIMIENTOS SOCIALES Y LUCHAS POLÍTICAS EN LA SOCIEDAD MEXICANA CONTEMPORÁNEA. 19
2.1 ¿IDENTIDAD O MESTIZAJE? LA NACION EN JUEGO 24
2.2 LOS RETOS DEL NACIONALISMO ANTE UN MUNDO GLOBALIZADO 29
BIBLIOGRAFIA 37
INTRODUCCION.
La intención del presente trabajo obedece únicamente a la de ofrecer al lector un material organizado de manera tal, sobre los diferentes procesos y acontecimientos dados en la Historia de México contemporaneo, desde el momento en que la zona mesoamericana recibe sus primeros pobladores, hasta el periodo en que la nación mexicana alcanza su madurez y busca su independencia de la metrópoli española.
Recordemos que es imprescindible relacionar e interconectar los acontecimientos sociales, con la finalidad de conocer de manera más objetiva nuestra realidad y podamos comprender el discurso histórico, no por etapas o fases, sino como un todo.
El México contemporáneo abarca la segunda mitad del siglo XX que estuvo marcado por la industrialización y modernización del país; por una serie de crisis económicas en las últimas décadas; por una creciente participación de la sociedad que buscaba abrir los espacios políticos. Fueron déca
das en las que se consolidó la televisión y el cine.
El país fue unido a través de carreteras y rutas aéreas. Atrás quedó el rostro rural que fue sustituido por el paisaje urbano. Las ciudades crecieron y la población, que en 1910 era de 15 millones de habitantes llegó casi a los 100 millones al finalizar el siglo.
1.1 EL SURGIMIENTO DEL ESTADO BENEFACTOR Y SU REPERCUSIÓN SOCIAL
El caso de México
En el periodo 1950-1980 México ha pasado de un Estado “benefactor” a un Estado “neoliberal”, se ha movido pendularmente de un extremo a otro en las estrategias posibles de desarrollo. El Estado benefactor del periodo 1950- 1980 desempeñó una función muy específica, la industrialización del país. Un antecedente histórico de la naturaleza funcionalista de la intervención del Estado en el contexto de un proteccionismo económico, lo encontramos, en la remota política mercantilista
del siglo XVI, más recientemente en la política social de Otto von Bismarck, canciller alemán del Segundo Reich (1871- 1891), Bela Balassa, es uno de los economistas más representativos e influyentes en el seno del Banco Mundial a principios de los ochenta. Balassa realizó estudios que mostraban una relación positiva entre el crecimiento de las exportaciones y el crecimiento del Producto Interno Bruto. quien instrumentó una política social para promover la unificación nacional y contrapesar la influencia socialista de aquellos años [Kusnir, 1996: 30].
La intervención del Estado en México en los años cincuenta y sesenta experimentó una importante sinergia: al mismo tiempo que lograba objetivos económicos, satisfací
a demandas sociales. En el aspecto económico, el Estado creó condiciones que redujeron los costos de producción de la naciente industria nacional y le aseguró un mercado cautivo. En términos sociales “El Estado
como promotor de una política social, distribuyó beneficios mínimos entre obreros, campesinos, clases medias y militares; los empresarios de los diversos sectores económicos, de nivel pequeño, mediano y magno, así como las trasnacionales obtuvieron sus respectivos y diferentes beneficios” [Lóyzaga,2002: 31]
El Estado mexicano en este periodo construyó un sistema de representación de intereses que ha sido calificado como corporativismo de Estado [Schmitter, 1999; Aguilar,1997: 154], asentado en coaliciones distributivas [Vélez y Varela, 1991] que fueron la base de la estabilidad política. La naturaleza corporativista del Estado mexicano se expresó en que “..las posibilidades de solución de las demandas dependen de la adscripción, es decir, de la pertenencia a determinada organización, de la fidelidad política personal y no del ejercicio de un derecho ciudadano y de la validez de la demanda..” [Gordon, 1995: 18].
En este sentido, el Estado benefactor mexicano exhibió un formato atrasado, pareciéndose más al Estado mercantilista del siglo XVI que a los avanzados Estados benefactores europeos que se desarrollaron después de la segunda guerra mundial. La misma Sara Gordon nos explica que “Al intercambiar apoyo político por solución de demandas, se dificulta y se desalienta la autonomización de los ciudadanos y se propicia la reproducción de relaciones clientelares y de cacicazgos
rurales y urbanos” [Gordon, 1995: 118].
Aunque la estrategia del Estado mexicano fue intervencionista y alcanzó importantes objetivos sociales, distó mucho de una modalidad benefactora avanzada, dado que las decisiones sobre el gasto público se sustentaron en la negociación de intereses, incluidos los del propio gobierno, al estilo del triángulo de hierro señalado por Friedman en su libro Tyranny of the Statu-Quo (1984), y no en la plena vigencia de los derechos sociales. La modernización económica de México exhibió serias distorsiones que condicionaron su permanencia en el status de un país subdesarrollado con una de las más inequitativas distribuciones del patrimonio y de los ingresos en el mundo. El Estado benefactor mexicano renunció a cambiar esta situación en el supuesto de que cualquier acción desestimularía la inversión y provocaría salidas de capital. En ningún momento se planteó un objetivo redistribuidor del ingreso, tal como fue sugerido por Richard Titmus en Inglaterra en los años cincuenta del siglo pasado.
A lo largo de la vida del Estado benefactor mexicano pueden identificarse cinco influencias. La primera proviene de las teorías del desarrollo europeas de los años cincuenta (desarrollo por etapas, polos de crecimiento y otras), según las cuales el desarrollo es un proceso más o menos automático si están presentes o se satisfacen algunos requisitos, entre ellos la infraestructura social.
La segunda, es la influencia nacionalista- popular que proviene del contenido de las interpretaciones centro-periferia de los años cincuenta y de la teoría de la dependencia de l
os años setenta. Bajo esta influencia se fortalecieron las perspectivas nacionalista y popular del desarrollo, las que encontraron un excelente instrumento
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