Mexico Los Jovenes En El Presente

México se caracteriza por ser un país de gente que lucha, de gente que se preocupa por sus seres queridos y por su tierra amada, porque si en el mundo hay un país que ama sus cimientos y su historia, que ama a su gente y sus fronteras ese es México, donde se entrega el sudor y el trabajo para superarse día con día, y esas personas somos los Mexicanos.

A diario vemos noticias que dicen que el mundo está cambiando, donde caemos en el mundo globalizado y ya nada es como antes, donde ya todo se vuelve más moderno más superficial, a los sentimientos de una humanidad que parece que a cada paso que da cae hacia al abismo de la destrucción y de la ignorancia social.

A lo largo de la historia nos damos cuenta que una piedra es el cimiento de una infraestructura, es el inicio de una sociedad, de un espíritu de una cultura que nos abrazara en los problemas que nos enfrentemos. El inicio parte desde la primera palabra de una persona y termina hasta la última gota de sudor que cae de la frente de todas las personas que apoyaron a lograr un objetivo.

Nuestro país amado se forjo en cimientos de sangre y dolor, de sangre de españoles y de sangre de nuestros ancestros que aun en estos días nos protegen y nos cuidan; nos contagian de su espíritu de lucha y entrega, de las lágrimas que derramaron en los campos de batalla porque ellos tenían un sueño, un sueño llamado Estados Unidos Mexicanos, una nación que sería libre, que sería de todos los mexicanos. Esa lucha fue la primera piedra de lo que ahora somos, y de lo que seremos en un futuro.

Me pongo a pensar sobre el pasado y todo lo que se vivió para lograr el México que ahora somos, y ahora veo lo que estamos haciendo con ese esfuerzo que se impregno en campos donde el césped se teñía de color rojo, y donde ahora las almas penan en busca de libertad; llego a la respuesta de que no estamos haciendo nada, estamos estancados esperando que alguien venga y nos saque de este problema social, pero sobre todo Psicológico que tenemos en donde nos quedamos viviendo de nuestra historia pero no haciendo nuestro futuro, ese es el gran problema de México; cuando será el día en que nos daremos cuenta de que nosotros no somos Miguel Hidalgo, Morelos Y Pavón, Ignacio Zaragoza u cualquier otro de nuestros héroes nacionales, cuando despertaremos de la torpeza social que tanto nos acompleja para darnos cuenta que nosotros también seremos héroes de nuestra nación, y que nosotros estamos forjando nuestra propia historia.

En la vida hay procesos que se acaban, pero hay otros tantos que inician. Se podría decir “Que ha acabado el tiempo de nuestros padres, o de nuestros abuelos”, que con las herramientas que ellos tuvieron hicieron algo con nuestro país que ahora a nosotros nos toca defender. Al menos yo les aplaudiría porque con los pocos recursos tecnológicos, cabe decir que nosotros estamos acostumbrados, realizaron sus sueños, su vida y no me cabe duda que la vivieron de una forma amena y feliz, ¿Por qué? Porque Vivian en una época donde los avances científicos apenas iniciaban y para ellos era un sueño lo que para nosotros es una realidad. Ellos se adecuaron y subsistieron con sus manos, y su conocimiento. Y no digo que la tecnología sea algo malo, porque es necesaria y sumamente primordial para nuestras aspiraciones futuras.

Los pasos de nuestros antepasados nos toca ahora a nosotros pisarlos, donde ya con más ayuda seremos la fuerza de México para “tratar” de llevarlo a una grandeza mundial, y ocupar el puesto que se merece a nivel global, a lado de las grandes potencias de la orbe.

Pero, porque “Tratar” si lo podemos lograr. Porque no mejor cambiar nuestro vocabulario y decir: Vamos a hacer de México la potencia que tanto deseamos. Y esa ya es tarea de nosotros, si, de nosotros los jóvenes, el futuro encarnado de nuestra patria.

Lo que vivimos en estos tiempos es un cambio generacional que ayudara a la superación de nosotros mismos, no de nadie más, porque para ver por nuestro país, primero hay que ver por nosotros. Hace tiempo era impensable como campesino entrar a la universidad, ahora ya se puede, o a lo mejor un niño de escasos recursos entrar a la educación básica, ahora ya se puede; antes íbamos a las competencias internacionales con miedo, con temor, ahora vamos con orgullo y con seguridad, antes veíamos a las potencias mundiales hacia arriba, ahora las vemos de frente; Porque en México ya no hay inferioridad, ni tampoco trastornos de superioridad, lo que hay es trabajo y esfuerzo de una fuerza y espirito joven que ya no hace menos ante los grandes retos. Porque ya se le educa no para ver si puede llegar a ese reto, si no para

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