Modernizacion Educativa
Enviado por mcdn • 4 de Enero de 2013 • 6.323 Palabras (26 Páginas) • 589 Visitas
Pero las reformas fueron incapaces de cubrir el rezago
educativo y mejorar la calidad de la escuela pública mexicana,
3 cuyos contenidos no resultaban pertinentes para
enfrentar los retos del desarrollo económico. Todas las reformas
se emprendieron sin diagnósticos y sin la experimentación
y evaluación adecuadas ante la bendita prisa de
aplicarla en el término de un sexenio presidencial, lo que
le resta la solidez que la importancia de la educación amerita,
amén de implicar el abandono de excelentes ideas y
de sustituir grupos de trabajo eficientes y calificados por
otros improvisados que volvieron a partir de cero.
Ahora bien, las críticas negativas que siempre despierta
la educación pública mexicana es necesario situarlas en el
marco de su gran complejidad, para calibrar el tamaño del
reto que ha enfrentado. México es un país de contrastes y
gran desigualdad, tanto social como geográfica. Con una
población multiétnica que habla más de 50 lenguas diferentes
y con una mayoría concentrada en el centro y sur
del país hasta hace unas décadas, los grupos monolingües vi-
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3TIRADO, 1986 y 1990.
ven en zonas aisladas, lo que hace difícil su incorporación.
Esta situación de por sí problemática, la ha complicado la
impresionante explosión demográfica que ha presenciado
el país a partir de 1940 y que le ha hecho pasar de 20 a más
de 90000000, en 1995, lapso en el que también se transformó
de rural, en predominantemente urbana. A pesar de
esos impresionantes obstáculos, la educación pública logró
bajar el analfabetismo de 46% en 1940, a 12% en 1990,
aunque todavía excesivamente alto, en especial en el contexto
de Norteamérica (cuadro 1). Una de las víctimas no
podía sino ser la calidad de la enseñanza, pues la demanda
de escuela ha superado todas las proyecciones.
Cuadro 1
ÍNDICE DE ANALFABETISMO, GRUPO DE EDAD 15 AÑOS O MÁS
(PORCENTAJE DE LA POBLACIÓN TOTAL)
País Índice Año
Estados Unidos 0.5 1979
Canadá 3.4 1986
Chile 6.6 1990
Costa Rica 7.2 1990
México 12.40 1990
FUENTE: Anuario Estadístico, UNESCO, 1992.
A estos problemas de por sí graves, se ha venido a sumar
el impacto que han representado las crisis económicas en el
gasto educativo. De 1970-1981, el porcentaje del Producto
Interno Bruto (PIB) gastado en educación había subido
de 1.76 a 5.5% y entre 1982-1988 se redujo de 3.25 a 1.39%,
lo que en términos de educación superior significó pasar
de 0.5 a 0.2% en el mismo periodo.4 Como resultado se
abandonaron proyectos importantes, se dejaron de adquirir
materiales y libros y el salario de los maestros y profesores
sufrió un deterioro que condujo a muchos a abandonar
las aulas.5
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4 IBARRA COLADO, 1993 y FUENTES MOLINAR 1990a.
5FUENTES MOLINAR, 1990, pp. 339-343.
EL PROYECTO EDUCATIVO DE 1989-1994
Los temas educativo y de la difusión de la cultura estuvieron
presentes en la campaña presidencial de 1988 y, por
supuesto, se anunciaron reformas. De todas formas, fue el
amplio campo de la difusión de la cultura el primer aspecto
que encaró el nuevo presidente. A siete días de la toma
de poder, Carlos Salinas de Gortari anunció la creación de
un Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, como entidad
autónoma adscrita a la Secretaría de Educación Pública
(SEP), Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
(Conaculta) iba a coordinar todos los aspectos de la difusión.
La decisión respondía a la presión que había ejercido
durante la campaña, uno de los principales grupos de intelectuales
para que se creara una Secretaría de Cultura, pretensión
que contravenía la meta básica del adelgazamiento
del Estado. Además de absorber las instituciones existentes
(Instituto Nacional de Bellas Artes, Instituto Nacional de
Antropología e Historia, Conservatorio, Dirección de Publicaciones,
etc.), creó una nueva burocracia.
La nueva institución sufrió un cambio de dirigencia y
con ésta, de una parte de sus lineamientos. El Consejo emprendió
la promoción de eventos artísticos y culturales de
la más alta calidad, tal vez excesivos para un país con las
carencias de México. También producción de cine y grabación
de videos de cine clásico para venta y para préstamo
en las bibliotecas públicas, subvención a la televisión cultural
(incluyendo la fundación de un nuevo canal cultural), financiamiento
de excavaciones en muchas zonas arqueológicas,
así como exhibiciones museográficas, dentro y sobre
todo fuera del país (incluso el financiamiento de una sala
de culturas precolombinas en el Museo Británico que por
cierto quedó algo escondida). En cambio, no logró darle
coherencia a su ambiciosa labor editorial que favoreció a
las editoriales privadas.
Es claro que planear los cambios en educación formal tenía
mayores dificultades. El sexenio de Salinas, centrado en
la transformación económica del país, cuyos objetivos, prioridades
y estrategias se definieron en el Plan Nacional de De-
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sarrollo, 1989-1994, reconoció que la educación era parte
del cambio “inevitable” exigido por las transformaciones
mundiales para que una nación en vías de desarrollo pudiera
“competir y avanzar en sus intereses, anticipando las nuevas
realidades”. Según rezaba el plan, “mejorar la calidad de la
educación y de sus servicios de apoyo es imperativo para fortalecer
la soberanía nacional, para el perfeccionamiento de
la democracia y para la modernización del país”.6
Se consideraba fundamental estimular la educación y
la investigación de alto rango para mejorar el ejercicio de
la ciencia y la tecnología y evitar la dependencia del exterior,
pero las exigencias del Banco Mundial aseguraron
que la educación básica se convertiría en prioridad para el
desarrollo.7 Por tanto, la agenda de “modernización” de la
educación fijó como objetivos: mejorar la calidad del sistema
educativo, elevar la escolaridad de la población,
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