Monumentos des-monumentalizados
Enviado por Domus Vivo • 18 de Noviembre de 2019 • Apuntes • 1.558 Palabras (7 Páginas) • 138 Visitas
Monumentos des-monumentalizados:
La obra de arte en el tiempo de la transgresión publica del espacio urbano.
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Imagen 01
Busto de Pedro de Valdivia colgado.
Fuente: Diario electrónico Publimetro 5 de noviembre 2019 [1]
Chile, país-laboratorio del neoliberalismo, hoy es testigo de un estallido social que semanas atrás habría sido impensado, la resignación ciudadana adormecida en un sueño silencioso por mas de 30 años despierta hoy en una de las sociedades con mayor desigualdad de la Región, ensoñación que su presidente Sebastián Piñera, describe como un “oasis” dentro de Latinoamérica. [2]
En estas últimas dos semanas hemos visto que dicho “oasis” habitado por muy pocos esta rodeado por un gran desierto habitado por muchos, la rabia al despertar se ha manifestado en las calles con protestas masivas y violentas acompañada de una represión policial poco antes vista.
En este contexto, muchas temáticas socio-culturales han sido relevadas; la identidad social, la desigualdad económica, la explotación laboral, los derechos de los pueblos originarios y un sin número de temas asociados a la idea de un poder económico-político que opera precisamente en la construcción de un oasis repleto de privilegios a cuestas de un gran desierto subyugado a esta dominación.
Es así como a propósito de esta revisión en tiempo real de la historia un número indefinido de monumentos han sido removidos e intervenidos, como una forma de manifestación que expresa un profundo desafío al poder y a una historia relatada por unos supuestos vencedores representados en la permanencia de aquellas imágenes que se han vuelto una afrenta para quienes hoy empatizan con los excluidos y dominados. En ese contexto, monumentos de políticos, conquistadores, militares, autoridades civiles y eclesiásticas han sido intervenidas por las multitudes.
En la ciudad de Temuco, donde existe mucha presencia del pueblo Mapuche, se decapita la estatua del conquistador español Pedro de Valdivia, y se instala su cabeza cercenada en las manos del monumento de Caupolicán, el Toqui mapuche que lideró la resistencia araucana en tiempos de la conquista y que murió empalado a manos de sus captores.
Poco más al sur del país, en la ciudad de Valdivia, manifestantes arrancaron el busto de Pedro de Valdivia, que estaba instalado en la plaza Pedro de Valdivia, y luego lo lanzaron, desde el puente Pedro de Valdivia directo al río que lleva su nombre.
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Imagen 02
Fuente: Diario electrónico El Navegable, 4 de noviembre 2019 [3]
La perspectiva más obvia es ver estas acciones como un acto de vandalismo, como un ataque al patrimonio artístico y cultural. Ciertamente lo es, sin embargo, es también un tipo de des-monumentalización, una subversión de sus significados simbólicos y por ende implicaría un cambio en la relación cultural con los monumentos, el monumento arrancado de su pedestal ya no tiene lugar[4] , el asunto no es tan solo la caída del monumento, sino su nueva puesta en obra intervenido y reinstalado en otro lugar.
Resulta que la contingencia de los eventos contemporáneos son más veloces que la cultura que los trata de reflexionar, así igual sucede con el arte. Hay una posibilidad del arte en el lugar de la inoportunidad, es decir algo que se da a pensar cuando menos lo esperamos, lo podríamos llamar también un arte de la contingencia, y es así porque se incorpora en los efectos mismos que los medios de comunicación difunden en la red planetaria, asunto que permite enfrentarnos a su temporalidad y plantearnos la idea de un arte contemporáneo que no se proyecta como devenir del futuro y hace al autor líder de una vanguardia. Se trataría ya lejos de la tradición de un arte que se instala precisamente en el instante de la inmediatez, en el cause del tiempo presente. Un arte de corto plazo siempre inaugural. Los actuales momentos del país suponen un tiempo imposible de haber anticipado, dicen todos como de algo que se suponía venir pero nunca llegaba, es obviamente un tiempo de crisis. Señala el filosofo chileno Sergio Rojas, a propósito de la crisis, como de un momento catastrófico donde algo esta terminando y a la vez naciendo. [5]
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