Motivos para ser delegado juvenil en la ONU
Enviado por Erandeny Morales • 4 de Abril de 2016 • Ensayo • 2.074 Palabras (9 Páginas) • 349 Visitas
Sábado 25 de julio de 2009, Ciudad Obregón, Sonora. México.
A quien(es) corresponda:
Mi nombre es Xóchitl Erandeny Medina Morales, soy estudiante en el semestre 5 de la Licenciatura en Derecho, dentro del Centro de Estudios Universitarios Vizcaya de las Américas, plantel Ciudad Obregón, Sonora, México. Tengo 22 años y soy mujer. Uno de los motivos por el cual me encuentro participando en este concurso para representar el papel de un Delegado Juvenil en las Naciones Unidas por dos semanas este octubre, es prodigar 14 días que lleven a nivel universal, pactado, firmado y por lo tanto eterno: La Verdad. Y la Verdad es la Justicia, la Verdad es la Paz tan necesaria que nos hace falta y nos da Libertad. Para conocer la Verdad debemos conservar nuestra Conciencia Moral viva: Los Valores.
Ya que la Conciencia Moral no gobierna solamente sobre nuestra conducta dentro de la Sociedad que hemos construido a través del Tiempo, debemos de tenerla presente incluso en nuestra lucha diaria interna, por que la existencia de una Conciencia Moral nos hace notoria la existencia de los demás, sus necesidades, sus carencias, sus alegrías y tristezas. Por esta razón yo les llamo a todos y todas ustedes mis hermanos y hermanas. Por esta razón a todos y todas ustedes les amo muchísimo y lucharé por su bienestar aún a costa de mi propia vida, aunque no me conozcan nunca o ni siquiera hayan visto mi rostro una sola vez, aunque millones de kilómetros o millas nos separen, distintas etapas de la Vida, idiomas, religiones, Cultura, y miles de sesgos raciales y estereotipos más que la Sociedad Plutócrata y Discriminativa en la que cohabitamos tenga para separarnos.
Simplemente por que el ser humano cree que un ser vivo puede ser una propiedad, y que a todo se le pone un precio, pero la Vida no tiene más dueño que quien la respira y palpita, y la Vida es un regalo. Quien no respeta la dignidad de los seres vivos actúa por reflejo y se expone a no ser respetado tampoco, esto se convierte en un círculo interminable de injusticias. Sin embargo también podemos aprender, conservando nuestra Conciencia Moral, tenemos la capacidad de cambiar las cosas, podemos tornarnos respetuosos de la Vida. Pero nadie hace nada, a nadie le importa, por que no quieren ser uno, parte de un nosotros, formar un verdadero Todo. Y pienso que lo mucho que a mí me importa y con el corazón en la mano plasmo en esta carta tal vez nunca va a trascender pero al menos será leído por eso resumí cientos de motivos que puedo tener.
La tarde del 20 de julio del año en curso, a las 4:35 PM encendí la radio y escuché el spot del concurso, yo ya sabía de antemano sobre su existencia, gracias a su página en el Internet. Ya tengo más de 18 años y menos de 24, pero cuando tenía 17 en la página Web de las Naciones Unidas leí algo sobre unos delegados ganadores de un concurso auspiciado por ustedes y las Secretarías de Relaciones Exteriores de los distintos países miembros de Naciones Unidas fue en junio y yo estaba consultando la declaración del “Alma Ata” (si no mal recuerdo septiembre 12 de 1978 en una conferencia dentro de una ciudad perteneciente entonces a la ex Unión Soviética llamada Kazajstán) dentro del buscador Google™ para una tarea de la preparatoria, una página me llevó hacia otras desde la Cruz y la Luna Roja, UNICEF, Organización Mundial para la Salud hasta llegar a la ONU, me desilusioné bastante de mi edad, y lo pasé de largo; entonces anhelaba llegar a ser una neurocirujana con muchos pacientes sanados en mi historial (Admiro con locura ferviente a los eminentes Dr. Camilo Golgi y Dr. Hunter “Patch” Addams). Pero no logré entrar a la facultad de Medicina en la UNAM ni en el IPN. Luego estuve en Psicología pero me cambié de estado y ya no pude terminar, seguí con Ingeniería en Biotecnología al llegar aquí a Ciudad Obregón, nunca fui buena en Matemáticas lo confieso me fue muy pesada la Ingeniería, y con todo el dolor de mi corazón, decidí colgar la bata de científica en mi segundo semestre, que aún guardo y suspiro al verla colgada por tengo en mi memoria siempre presentes las sabias palabras del también eminente químico Gastón Bachelard: “Para un espíritu científico, todo conocimiento es la respuesta de una pregunta, si no hubo pregunta, no puede haber conocimiento científico. Nada es espontáneo, nada tampoco está dado. Todo se construye. El hombre que está animado por el espíritu científico, sin duda desea saber pero es por lo pronto para interrogar mejor”. Sentí como si dejara de construir, de preguntar y de resolver como si se hubiera esfumado mi espíritu. Y como es mi costumbre, me sobrepuse y preparé mi último trabajo con la Ciencia.
Mi despedida curiosamente fue una exposición acerca del “Protocolo Cartagena” sobre el manejo de los Organismos Vivos Modificados para subrayar menesteres internacionalistas que me apasionan esta fue la conclusión que con lágrimas en los ojos y una sonrisa de provecho en los labios expresé: “La Biotecnología y cualquier forma de Ingeniería Genética implican responsabilidades así como riesgos de sus precursores. La Bioseguridad intenta ponerse al día, pero los fondos para investigación en esta área son minúsculos en comparación con los recursos que se destinan a la Ingeniería Genética. Al mismo tiempo, la Industria Biotecnológica realiza una agresiva autopromoción, y los gobiernos son atraídos por la promesa de una nueva fuente de riqueza y la sobreexplotación de recursos en países “tercermundistas” a los cuales dominan. También es sin duda el arma del milenio tras la era nuclear. Hoy en día el racismo biológico crece y también crece la ciencia para autodestruirnos. Espero quede en su conciencia como futuros biotecnólogos este llamado de alerta que hago para que pongan en práctica el uso de los Valores Morales que se están perdiendo y que si van a ser partícipes de este nuevo orden pseudoglobalizado no dejen boicotear documentos internacionales legales como éste que preservan la Vida sana. Muchas Gracias, fue un placer compartir con ustedes la carrera, hasta pronto. ¡Éxito!”
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