Movimiento feminista

Movimiento feminista

Primera ola

El siglo XVIII es sumamente revolucionario pues en éste se encuentra la revolución francesa y el inicio de la primera ola feminista que se centraba en la obtención de los derechos de la mujer blanca y burguesa, las mujeres blancas para ese momento se consideraban personas pasivas, ni siquiera eran consideradas ciudadanas; el 5 de octubre de 1789 es un día conmemorativo para la revolución femenina pues ese día cientos de mujeres marcharon por las calles de Paris exigiéndole al rey una respuesta a sus preocupaciones económicas y la hambruna. Para 1791 Olympe escribió la Declaración de los derechos de la Mujer y la Ciudadana el cual declaraba, y cito, “La mujer tiene derecho a ser llevada al caldaso, y al mismo modo, el derecho a subir a la tribuna”

En 1792 Mary Wollstonecraft escribió la Vindicación de los derechos de la mujer y éste escrito se tomó como el fundador de la primera ola feminista, sin embargo, las mujeres ya habían alzado la voz siglos antes pero no habían obtenido la atención que obtuvieron hasta ese momento, por ejemplo, Christine de Pizan escribió La ciudad de las Damas, este era un escrito que ponía sobre la mesa como sería el mundo sin la supremacía masculina.

La lucha de los derechos femeninos eran la obtención de la educación, trabajo, derechos en el matrimonio y sobre lxs hijxs, el derecho al voto, etc.

Se debe tener en claro que el feminismo comenzó como un movimiento únicamente para mujeres privilegiadas, pues hasta el ser catalogadas como mujeres era un privilegio, las mujeres racializadas ni siquiera eran consideradas importantes ni personas como tal, eran animales a los ojos de cualquier persona, la lucha de mujeres negras por los derechos iba desde mucho más abajo, desde el derecho a tener un techo, a tener comida, básicamente a tener una vida digna y de ahí escalarían a los nuevos derechos de las mujeres blancas y burguesas. También durante esta ola existió la participación masculina, pues de esta manera eran tomadas un poco más en serio, conforme la voz femenina fue tomando fuerza los hombres fueron expulsados de todas las ramas, menos la liberal, pues ya no se necesitaba de su voz para ser escuchadas, las mujeres ahora tenían fuerza autónoma.

Desde este inicio las mujeres feministas eran la burla, eran tachadas de locas e histéricas únicamente por buscar tener derechos y voz, la supremacía masculina era y sigue siendo demasiado fuerte, artistas de la época realizaban dibujos en burla hacia ellas, tachándolas de gordas, lesbianas y feas, pues al parecer eran grandes insultos, igual de pobres que los actuales, los hombres comenzaban a tener miedo por la revelación femenina, notaban que no tendrían el mismo control de siempre sobre las mujeres y que desde ese momento un gran cambio iba a llegar.

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Segunda ola

Hay que tener en claro que el feminismo liberal fue el primero en existir, siendo éste únicamente para mujeres blancas, burguesas, neurotípicas, sin discapacidades, heterosexuales y privilegiadas, poco a poco se fueron creando nuevas ramas al notar que un solo feminismo no atendía a todas las necesidades de todas las mujeres, pues el liberal dejaba a muchas fuera de la lucha.

La misoginia romántica son los discursos misóginos (un discurso o actitud misógina es aquella que descalifica o pone a las mujeres o lo que se relaciona con ellas como algo malo, nefasto o inferior) que comenzaron su aparición durante el romanticismos, el romanticismo, o movimiento romántico, fue un movimiento que abarcó la literatura, artes plásticas, música, arquitectura e incluso formas de vida durante los siglos XVIII y XIX, y es que, sin profundizar mucho, hay demasiadas frases conocidas universalmente donde se pone a los hombres por sobre las mujeres como la afirmación de “todos los hombres son genéricamente superiores a todas las mujeres” es decir, siempre se ha implantado la idea de que las mujeres son lo más inferior, Napoleón tiene un lema que dice “las mujeres no tiene categoría” ya que para éste las mujeres ni juntas ni separadas tienen el mismo poder y capacidad del hombre para siquiera entrar en una jerarquía, para la mayoría de los autores las mujeres no importan, no son válidas, y hagan lo que hagan no serán tratadas con el mismo respeto que a los hombres, muchísimos filósofos y artistas reconocidos de la antigüedad fueron abusadores, violadores, golpeadores y hasta pedófilos, la mayoría tomaba a la mujer como un objeto, un objeto de placer al que se le endulza el oído con lindas palabras y se le maltrata lo suficiente psicológicamente para que sienta que el futuro maltrato físico que sufrirá está bien y es normal, es lo que merece. La historia es una historia misógina, prácticamente nunca se nombran a las mujeres que se involucraron en las revoluciones, el papel de las escritoras, las filósofas, las artistas, siempre se habla de hombres, “este hombre hizo esto”, “este hombre creó aquello”, “este hombre nos salvó de esto” pero nunca se dice “nos salvó de una guerra pero violó y maltrató a su hija durante años” no se dice “este científico aportó este conocimiento y también golpeó a su esposa hasta matarla”, “este filosofo escribió muchísimas obras importantes y durante su vida abusó de cientos de mujeres”, los hombres son héroes para la sociedad y las mujeres solo son un extra porque siempre han sido vistas como lo inferior.

Las sufragistas fueron quienes comenzaron el mayor movimiento en la época, el sufragismo fue un movimiento de reivindicación del derecho de las mujeres a ejercer el voto, éste comenzó en estados unidos en 1840 y se extendió hasta países europeos desde 1845. El sufragismo británico fue sumamente activo; en 1897 la Unión Nacional de Sociedades por el Sufragio de las Mujeres fue creada, ésta se encargó de reunir a las activistas pro sufragio femenino de las ciudades inglesas haciendo posible la realización de acciones a escala nacional. Las reivindicaciones de la Unión se fueron ampliando, e incluían, además del derecho de voto, el derecho de las mujeres a recibir el mismo salario que un hombre por el mismo trabajo, el derecho de las mujeres a ser las tutoras legales de sus hijxs, junto a los padres, y la incorporación de las mujeres a la carrera judicial. 

“¡Las mujeres! ¿Cómo puede decirse que cuando las mujeres den señales de vida por la República se les concederá como premio el derecho a votar? ¿Es que no han luchado las mujeres por la República? ¿Es que al hablar con elogio de las mujeres obreras y de las mujeres universitarias no está cantando su capacidad? Además, al hablar de las mujeres obreras y universitarias, ¿se va a ignorar a todas las que no pertenecen a una clase ni a la otra? ¿No sufren éstas las consecuencias de la legislación? ¿No pagan los impuestos para sostener al Estado en la misma forma que las otras y que los varones? ¿No refluye sobre ellas toda la consecuencia de la legislación que se elabora aquí para los dos sexos, pero solamente dirigida y matizada por uno? ¿Cómo puede decirse que la mujer no ha luchado y que necesita una época, largos años de República, para demostrar su capacidad? Y ¿por qué no los hombres? ¿Por qué el hombre, al advenimiento de la República, ha de tener sus derechos y han de ponerse en un lazareto los de la mujer?”

Fragmento del discurso de Clara Campoamor a las Cortes españolas el 1 de octubre de 1931.

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