NO a la despenalización, SI al aborto y a la Legalización

NO a la despenalización, SI al aborto y a la Legalización.

¿Suena contradictorio, no? A medida que leas, seguramente dejará de serlo. Caso contrario, no es por falencias en el razonamiento sino por dificultades a la hora de explayarme por la sensibilidad que tiene la cuestión.

Paradójicamente, inicialmente estaba a favor de la despenalización, por lo que todo el análisis y mi pensamiento se basan en un proceso amplio, tanto interno como externo al conversarlo con muchas personas, y no proviene de ninguna manera de un pensamiento meramente subjetivo y sin fundamentos. Es un tema muy delicado y debatido actualmente, y depende desde el lugar desde el cual se mire se podrá estar en contra o a favor.

Por eso, inicialmente es trascendental conocer a que nos referimos con despenalizar el aborto y con legalización. ¿Qué es despenalizar el aborto? Despenalizar el aborto significa que ya no se entienda como un delito el hecho de interrumpir un embarazo. ¿Qué es legalizar el aborto? En grandes rasgos, implicaría que el aborto se reconozca como un derecho (ya que despenalizarlo sólo quitaría el hecho de penar un aborto, pero no habilitaría a que se realice de forma gratuita y segura) y, por ende, que el Estado deba garantizarlo en el sistema de salud de forma gratuita y segura.

Explicadas estas cuestiones, es preciso inmiscuirse en el análisis del aborto y todo lo que trae aparejado. Una de las principales posturas entre quienes consideran que debe proceder la despenalización es que debería quedar en potestad de cada mujer el hecho de abortar o no hacerlo. En este sentido, se pone énfasis en la libertad de elección de la mujer. Acá es donde se da el primer conflicto: uno de los pilares del derecho es que la libertad de uno culmina donde comienza la del otro.

Tras lo recientemente expuesto, es preciso preguntarnos ¿dónde comienza la libertar de la persona por nacer? La ley indica que se produce desde la concepción en el vientre materno. Sin embargo, la Ley varía con el transcurso del tiempo por cambios en la valoración moral por parte de la sociedad, motivo por el cual la Ley no es una fuente totalmente fidedigna. Por ese motivo, acá radica el principal problema: hay que ponernos de acuerdo en cuando comienza la vida de la persona por nacer, y al ser un pensamiento moral, subjetivo, nunca habrá un consenso absoluto. Personalmente, creo que se es persona desde la misma concepción, y acá comienza el primer puntapié en el que me baso para mi postura contraria a la despenalización en los términos actuales que se analizan.

Lo que yo me pregunto, para entender si creo que hay vida o es sólo un feto, es:

• Si Carlos está casado con María, quien está embarazada de 8 semanas, y una persona la agrede motivo por el cual pierden al bebé; ¿no tienen derecho a que dicha persona vaya a prisión por la pérdida del hijo? ¿No puedo hacer nada para proteger a mi hija/o que está por nacer?

Es factible que alguno, al leer este ejemplo, crea que no guarda relación alguna con la despenalización del aborto. Es errónea esta visión debido a que al despenalizar el aborto mediante la propuesta actual se afectaría la postura del Estado para con la persona por nacer, y esto debilitaría la protección que brinda actualmente desde la concepción en el vientre materno. Esto se debe a que, no solamente en el aborto sino en toda situación como la del ejemplo, si se encuentra dentro de los 14 semanas no se protege el bien más valioso de la humanidad: la vida.  

En este sentido, sin querer menoscabar la libertad de la mujer embarazada, creo firmemente que la persona por nacer tiene el mismo derecho a la vida con el que cuento yo, motivo por el cual el Estado no puede dejar de evaluar la protección del bebé al determinar que se despenalice el aborto, ya que la interrupción de un embarazo deja de significar una mera definición con palabras sofisticadas y pasa a ser, lamentablemente, la muerte de una persona.  Esta situación traería aparejado que desde la propia concepción el Estado debe garantizar la seguridad de esa persona, ya que tanto los incapaces como las personas indefensas se encuentran al resguardo que le pueda ofrecer el Estado. Dicho esto, ya no se trata únicamente de la libertad de la mujer embarazada de optar si tener a la hija/o u no, porque se estaría avasallando con la libertad de la persona por nacer.

Además, la despenalización del aborto traería consecuencias irreparables ya que pondría fin al cuidado de la persona por nacer por parte del Estado. ¿Qué problemas traería aparejado esto? Mencionaré un ejemplo, sólo con el fin de que sea más tangible que no abarca sólo a la persona por nacer:  

• Carlos y María deciden tener una hija/o y, afortunadamente, María queda embarazada. Con el transcurso del embarazo, a los 2 meses, María decide en forma unilateral interrumpir el embarazo, poniendo así fin a la vida de la persona por nacer. El padre: ¿No puedo hacer nada para proteger a su hija/o que está por nacer? Bajo la propuesta actual de despenalización, NO, no tiene medidas que lo amparen.  

Como se puede desprender del ejemplo en cuestión, el hecho de quitar al aborto del código penal traería una desprotección gigante no sólo para la persona por venir sino que también se podría afectar el derecho a ser padre.

Probablemente, si una mujer culminó de leer el párrafo anterior querría contestar que no se ni sabré que también sufren al estar embarazadas. En este sentido, tengo la fortuna de haber podido conversar con muchas mujeres que son madres y una de las mayores alegrías que tienen es el hecho de haber llevado a sus hijas/os en su vientre. Es muy lindo poder ver como se le iluminan los ojos por el hecho de haber parido a sus hijos. De hecho, ¿Quién no ha escuchado a una madre decir que nadie nos querrá como ellas porque estuvimos dentro de su vientre? O incluso, como hijo, ¿Quién no ha escuchado a su madre jactarse de que nos conocen desde que estuvimos en su vientre? Entonces, como el refrán que todos aprendimos cuando nuestros padres nos dejaban salir pero si luego estudiábamos, “sarna con gusto no pica”. Con esto quiero decir que nunca llegaré a comprender lo que le duele y sufre una mujer al estar embarazada, como tampoco tendré la satisfacción y el orgullo que tienen las madres por sus hijos.

La elección más importante de un hombre, es la que realiza cuando decide estar con una mujer para toda la vida. ¿Por qué digo esto? No solamente porque será nuestra compañera para toda la vida, sino también porque dentro suyo va a llevar lo más preciado: las hijas y los hijos. Y es por este motivo que no puedo comulgar con la idea que el hecho de abortar sea de carácter unilateral.    

Sé que muchas cuestiones actualmente son relacionadas con el concepto de #NiUnaMenos. Soy de los que comparten esa postura. Te preguntarás ¿otra vez siendo contradictorio? ¿No estabas en contra del aborto? No, por el contrario. Como mencioné anteriormente, estoy a favor del aborto, pero no de la despenalización total, sin más aditamentos que la voluntad de la mujer embarazada.

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