NOTAS DE CIENCIA Y ARTE EN LA PANDEMIA
Enviado por diefgo • 23 de Julio de 2021 • Ensayo • 2.912 Palabras (12 Páginas) • 91 Visitas
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UNAM
CCH-Naucalpan
Filosofía II
Escalante Campos Enrique
Grupo 670-B
Vespertino
Ramírez Carranco Diego
Pérez Jaramillo Karina
Pérez Montes Osvaldo
Zurita Denisse
Vital Tiburcio Gisela
25/04/2021
Introducción
Notas de ciencia y arte en la pandemia.
“Tenemos que cambiar culturalmente nuestra relación con el mundo natural”, la premisa anterior es irrefutable, un axioma por definición, pero ¿Cómo lo hacemos? La respuesta es completamente interdisciplinaria, inclusive el axioma mismo lo es; al mencionar la cultura se refiere a un tema social, que incluye lo filosófico, económico y hasta político, en la segunda parte de nuestro axioma, se menciona el mundo natural, que va da de lo químico a lo biológico; nuestra relación con el mundo natural es posiblemente el problema más grande que enfrentaremos como humanos.
Una disciplina que abarca nuestro axioma es la bioética, que se define como una “forma de sabiduría” para la acción o como “guía de acción”, cuyo fin es “el conocimiento de cómo emplear el conocimiento”, para asegurar que “la mejora en la calidad de vida de los seres que pudieran ser afectados benéficamente por ella, efectivamente se logre”.[1] Queremos destacar la parte de “el conocimiento de cómo emplear el conocimiento” pues es un dilema ético que retomaremos posteriormente.
Estamos en una pandemia que amenaza a la humanidad, llevándose consigo millones de muertos alrededor del mundo, pero ¿qué hemos hecho nosotros? Para ser precisos: más del 50% de la superficie terrestre se dedica a la agricultura y la ganadería, la mitad del agua dulce del planeta es consumida por la humanidad, casi el 100% de los bosques de Europa y el 85% de los Estados Unidos de América (EUA) se han perdido. Anualmente se talan más de 100,000 km2, dos tercios de la pesca en el mundo se ha agotado, en la agricultura se gasta el 70% del agua dulce disponible, cada año mueren un millón de personas por pesticidas y productos agrícolas.”[2]
Desarrollo
Los hechos son crudos, reflejan el insaciable consumismo, nuestro incremento exponencial como especie, y nuestra atadura a modelos, estilos e ideales de vida inalcanzables e insostenibles para todos, impuestos por el capitalismo, recordemos, basado en la explotación del hombre por el hombre y del hombre
sobre la naturaleza. Ya sabemos que le hemos hecho a los ecosistemas y al planeta, por lo que queda cuestionarnos “¿estamos o no autorizados éticamente para intervenir en el genoma humano y modificarlo en el sentido eugenésico más positivo, en el bien mismo de la humanidad y nuestra especie?, ¿qué debemos hacer, si la tecnología nos permite con certidumbre alterar la naturaleza biológica de nuestra especie?”[3]
Estas preguntas están dedicadas a la actualidad que vivimos, dejando de lado el egoísmo, al resto de los sistemas biológicos del planeta, y al planeta mismo le hubiera beneficiado la disminución de nuestra especie habitándolo, siguiendo por la misma línea, intervenir en el genoma humano no es ético, teniendo en cuenta la densidad de nuestra población, por lo tanto, alterar la naturaleza biológica de nuestra especie fue una decisión debatible, teniendo en cuenta que ya hay bebés con anticuerpos para el Covid-19 gracias a la vacuna.[4]
Dicho esto, pasaremos a un lado de la humanidad distinto, durante el periodo de tiempo que lleva la pandemia, artistas urbanos, se han encargado de plasmar en las calles a manera de tributo diversos murales que transmiten el esfuerzo del área médica, pues son los que corren un mayor riesgo al estar en contacto directo con los pacientes infectados arriesgando sus vidas y las de sus familias, sin embargo, deciden trabajar por múltiples factores.[pic 3]
El arte en tiempo de pandemia ha dejado de lado los motivos religiosos, históricos o astrales para centrarse en representar de una manera artística el esfuerzo de doctores, enfermeros, camilleros, laboratoristas y químicos, pues se encuentran en la primera fila del combate contra el Covid-19.
Sin duda alguna, desde comienzos de esta pandemia hemos tenido muy presente, en primer lugar, la censura de los medios, las diferentes opiniones de los estados, que por muy poderosos que se nombren, realmente no lo son, se necesita un “Estado fuerte”[5] que entienda las necesidades de la población, que no solo piense que a un trabajador lo puede remplazar cualquiera. Sin embargo, por muchas otras dificultades que hemos estado pasando a lo largo de estas décadas, parecemos más alejados al sentido humano, y no solo por el estado; la población en cada limite territorial, en esta pandemia ha demostrado que, aunque el mundo se le caiga enfrente de sus ojos no lo entenderá hasta que le pase a el mismo, y con palabras más claras quiero decir, no creen en lo que está pasando y por eso evitan cuidarse teniendo como resultado solo tragedia, como si las terribles anécdotas del pasado no sirvieran para nada. “Hegel escribió que lo único que podemos aprender de la historia es que no aprendemos nada de ella, así que dudo que la epidemia nos haga más sabios. Lo único que está claro es que el virus romperá los cimientos de nuestras vidas, causando no sólo una inmensa cantidad de sufrimiento sino también estragos económicos posiblemente peores que la Gran Recesión. No hay vuelta a la normalidad, la nueva "normalidad" tendrá que ser construida sobre las ruinas de nuestras viejas vidas”[6]
Y así es, tenemos que dividirnos entre dos grupos, los trabajadores sobrecargados de trabajo, y los que no tienen nada que hacer dentro de sus casas e incluso llegan a decir que les provoca ansiedad no salir. Seria ético pedir al estado, equidad para todos, que, en el término bien utilizado, es dar a cada quien lo que le corresponde por sus necesidades, sin embargo, se está tratando de manera igual a todos, dándoles lo mismo, y bien sabemos hay personas que la están pasando peor que nosotros “Están explotando fríamente el sufrimiento de millones de personas desplazadas para su propio beneficio político”[7]
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