Neoliberalismo en mexico
Enviado por Elmagic • 9 de Mayo de 2017 • Documentos de Investigación • 1.502 Palabras (7 Páginas) • 269 Visitas
Introducción
En este trabajo analizaremos y meditaremos los cambios sociales, políticos y económicos que en habido en México durante las últimas 2 décadas, reflexionaremos si estas estructuras en México han ido creciendo o decayendo en este lapso, trataremos de ser objetivos y un poco reflexivos y encontraremos las cosas positivas y negativas de estos cambios
Política
Hace 20 años, luego de unas controvertidas elecciones presidenciales, México seguía siendo gobernado a nivel nacional, como desde hacía tres cuartos de siglo, por el pri. Y no sólo a nivel nacional; en 1990 sólo uno de los estados (Baja California) estaba gobernado por un partido de la oposición (el pan). Hoy el pri gobierna sólo seis entidades federativas en las que ganó las elecciones sin necesidad de alianzas, y otras 12 en las que ganó las elecciones correspondientes en coalición con otros partidos, y ya no es mayoría entre los diputados federales. El mapa político futuro no es fácil de anticipar, pero se ve complicado que alguno de los partidos llegue a tener el abrumador peso que hace 20 años tenía el pri.
El sistema presidencialista en que el jefe del ejecutivo concentraba el poder de manera casi absoluta en una “dictablanda” (como presidente, jefe del partido, gran elector, cacique supremo, coordinador de las cámaras de diputados y senadores, distribuidor de cargos y prebendas, etcétera) dejó de ser. La separación de poderes entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial cobró vigencia, y acotó la capacidad de maniobra presidencial. La frecuente queja del pasado por la sumisión del segundo al primero se ha transformado hoy en otra sobre la falta de coordinación y la permanente lucha de poder entre el primero y el segundo.
Economía
En 1990 México había dado ya un primer paso en el camino de su apertura económica al incorporarse (en 1986) al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y de Comercio (gatt). Pero hace 20 años nuestro país todavía no pertenecía a la ocde(ingresaría a ella en 1994), ni había firmado aún acuerdo alguno de libre comercio (ni siquiera el primero y más importante, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte) (tlcan), que se firmaría en 1993, para entrar en vigor el primero de enero de 1994); esto es, México estaba todavía por iniciar el proceso que lo llevaría a ser, para orgullo y beneficio de algunos y no tanto de otros, “una de las economías más abiertas del mundo”. A juzgar por las tasas de crecimiento del pib nacional, la participación de México en la globalización no ha tenido los resultados prometidos. El comercio exterior se incrementó de manera notable (y abrupta) con el tlcan, cierto, pero ello no se tradujo en altas tasas de crecimiento de la economía. México le apostó al mercado exterior como motor de crecimiento, pero olvidó que éste sólo puede serlo cuando el mercado interno es fuerte, y en nuestro caso no lo es. Y ¿cómo fortalecer el mercado interno cuando resulta herejía plantear incrementos anuales a los salarios mínimos ligeramente por encima de la inflación? En todo caso, el desarreglo financiero internacional persistente luego de la crisis del 2008 ha llevado a algunos analistas a cuestionar si en el futuro será o no sostenible el modelo de globalización y libre mercado que hoy opera en el mundo.
La receta fácil y atractiva de la apertura hacia el exterior y del reinado de las fuerzas del libre mercado hacia el interior, se ha traducido en una economía titubeante, con grandes oligopolios, entregada al capital internacional, con una feroz desigualdad en la distribución de la riqueza y una parte muy importante de la población nacional por debajo de la línea de pobreza.4 Entre 1990 y 2010 el pib per cápita del país se incrementó apenas un 20%, o lo que es lo mismo apenas cerca del 1% anual medio.
Sociedad
La sociedad mexicana de hoy difiere de la de hace 20 años en muchos sentidos y quizá no tanto en otros. La población nacional tiene hoy una escolaridad media (8.6 años) dos años mayor que en 1990, la tasa de analfabetismo (6.9%) es la mitad de la de hace 20 años, y la población de 15 a 24 años que asiste a la escuela (40.4%) es un 10% mayor que hace dos décadas. Estos avances cuantitativos en la escolaridad son sólo parte de la película. El resto de ella muestra que la educación recibida no es buena. Dentro de 20 años seguramente la escolaridad media habrá crecido dos o tres años más y la población de 15 a 24 años que asistirá a la escuela probablemente será un 10 a 15% más que hoy, pero ello no será garantía de que seamos una población mucho más educada.
En 1990 el 89.7% de la población nacional de cinco o más años se declaraba católica; 20 años después el porcentaje había descendido a 83.9% (ganando peso los protestantes y evangélicos, 7.6%, y quienes no profesan religión alguna, 4.6%). El descenso de seis puntos porcentuales de los católicos en 20 años no parece mucho. Pero si nos atenemos a lo que dicen los modelos de competencia, esos seis puntos estarían entre los más difíciles de perder, por lo que en el año 2030 la población no católica del país podría abarcar entre una cuarta y una tercera parte del total. La descatolización del país parece extenderse desde el sur hacia el norte, agregando a las diferencias en el grado de desarrollo humano y de marginación y pobreza entre uno y otro un factor adicional de diferenciación (y conflicto potencial).
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