No Se Empieza La Casa Por El Techo
Enviado por LoredanaDiaz • 16 de Abril de 2014 • 448 Palabras (2 Páginas) • 321 Visitas
Las leyes que contiene el marco legislativo de la cultura en Chile son bien conocidas a nivel social, en cuanto a su estructura y forma estas leyes son consideradas “bien hechas” en lo que se refiere a criterios comunes con lo que cualquier persona estaría de acuerdo.
El problema que ocurre en Chile es el modo de aplicar estas políticas culturales, es decir, el inconveniente no surge al momento de redactarlas sino más bien al momento aplicarlas.
Una buena política pública es aquella que se aplica considerando la realidad local donde se llevará a cabo. Tomando en cuenta las personas que estarán involucradas y el lugar. La participación social es muy importante, y es fundamental que ésta sea considerada al momento de destinar una política cultural para que esta de resultados satisfactorios.
La participación es una actitud que depende del contexto, incluye tomar en cuenta la capacidad que poseen las personas para comprender las dimensiones sociales y culturales que representa involucrarse dentro de un grupo.
Un ejemplo de una política cultural no muy “considerada” es el intento de conservación de “patrimonio” que se quiso realizar con el frontis del antiguo teatro de Concepción, el cual se mantuvo en una construcción de un gran centro comercial. Estamos hablando de la ley 17.288 de 1970 que legisla sobre los monumentos nacionales, la cual promulga las normas legales y reglamentarias que regulan la conservación, restauración, difusión, financiamiento y comercialización del patrimonio cultural chileno.
La participación directa de los ciudadanos en el diseño y la implementación de las políticas públicas, tiende a ser vista como el modelo a seguir en las sociedades abiertas, plurales y democráticas.
Esta participación implica una buena distribución de la información acerca de la Política Cultural local, en este caso de la región del Bio Bio, es decir, una buena difusión de la información sobre el acceso a los bienes y servicios artísticos y culturales, y formación de audiencias. Un ejemplo es el Programa Acciona cuyo propósito fundamental es una labor formativa-educativa, dando mayores espacios de calidad al arte y a la cultura en establecimientos públicos y subvencionados. Cabe destacar el rol fundamental que tiene la educación en este proceso cultural y que esto es posible solo desde la práctica, porque querámoslo o no la práctica es la que nos educa. Es por aquí por donde se empieza a construir lo nuevo, por donde se transforma lo colectivo. No se empieza la casa por el techo.
Entonces una política pública que considera razonablemente la realidad y prioriza la participación ciudadana termina siendo eficiente. Apostar por nuevas formas de hacer y relacionarse con la ciudadanía que permitan trabajar conjuntamente a la comunidad y políticos, representados por el municipio por ejemplo, en un clima de colaboración.
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