Normas draconianas

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ELABORACIÓN DEL ENSAYO

Grupo 03: Las normas draconianas

INTEGRANTES:

• INOACH CIEZA, Leslie Alexandra

                          ( Dracón en el Derecho / Introducción )

• PERALES OLIVA, Elva Fabiana

( Dracón en el Derecho / Introducción )

• GUERRERO GARCÍA, Eliany Elizabeth

( Info. extra de Dracón en el Derecho )

• HERRERA MOYA, Lisbeth Alejandra

( Normas Draconianas )

• BECERRA BALAREZO, Diego Manuel

(Ideas en Diapositivas)

• CÓRDOVA SAAVEDRA, Elmer Junior.

(Ideas en la Introducción)

• AQUINO CARRASCO, Nayeli Yesira

( Reforma Soloniense / Conclusión )

• VALLEJOS MORALES, César Abraham

( Reforma Soloniense / Conclusión )

Chiclayo, 3 de mayo del 2021

INTRODUCCIÓN:

El presente ensayo tiene por finalidad dar a conocer las Normas Draconianas y su abolición a causa de las modificaciones que hizo Solón; debiendo resaltar que las normas Draconianas presenta aspectos para ser consideradas leyes a sangre fría en el Derecho; ello debido a la dureza de las sanciones aplicadas por la comisión del delito o infracción leve de normas que se encontraban tipificadas en el código Draconiano; algunos doctrinarios consideran que tales normas no eran producto de un ser humano, sino de una serpiente sustentando su teoría en la aplicando extremista de la pena de muerte desde la falta o delito más leve, existiendo una excepción de la aplicación de la sanción de pena de muerte por esclavitud en los casos de delitos tributarios. Así mismo, se hace referencia a la decadencia a la aplicación del código de Dracón debido al pensamiento y aparición de su nuevo sucesor llamado Solón resaltando a finales del siglo VII a, C, siendo este el primer político llegando a cambiar y establecer normas más justas en comparación al legislador Dracón. 

Por otro lado, se tiene a Solón que con su capacidad ayudó a establecer objetivos políticos eficientes para lograr o aplicar sus nuevas reformas con el fin de mejorar la disciplina, la moral y la solidaridad. Además, se apreciará cómo Solón fue ganando popularidad hasta ser llamado el ¨Hombre de la Política; dándose a conocer la disimilitud entre las normas draconianas y solón tomando como referencia la organización social y el cómo fueron entregadas las normas para Dracón y Solón ya que existe la presencia divina, pero para las normas dadas a Solón.

Dentro de este marco general, el presente ensayo planteará una posición de como se daba las normas draconianas y solón, teniendo en consideración algunos aspectos políticos y sociales; cuya posición estará limitada por la escaza información y fuentes disponibles que hacen referencia al código Draconiano con la finalidad de remarcar que su aportación va mucho más allá de lo puramente judicial y que se extiende hacia el ámbito político y social, que se constituyen  puntos esenciales de la definición del estado y como se aplicaban las normas en esos tiempos;  recordando que Solón recalcaba que ¨Nada es con exceso, todo con medida¨.

DESARROLLO:

DRACÓN EN EL DERECHO:

Dracón es considerado el primer legislador de Atenas-Grecia; porque, a él se le atribuye la primera codificación de las leyes de la ciudad, a fines del siglo VII a.C, redactó un código célebre por su severidad (código de Dracón), desarrollando un código escrito muy severo en materia penal y creando funcionarios que lo interpretaran y aplicaran; así mismo, terminando con el derecho consuetudinario; tanto que, estas  leyes draconianas imponían la autoridad del estado en materia judicial reduciendo el poder de los clanes familiares. No pudiendo esperar otra cosa de un hombre que justificaba la pena de muerte para cualquier delito por más pequeño que fuera; además, él daba un severo castigo por más que se cometa el mínimo delito. Justificaba la severidad de sus leyes afirmando que los pequeños delitos merecían la muerte y que no encontraba pena mayor para los grandes. Así, por; ejemplo, cualquier tipo de robo era castigado con la pena de muerte; por otro lado, mientras que el impago de deudas estaba penado con la esclavitud. Por eso, desde entonces en el ámbito judicial, se emplea el término «draconiano» para definir todas aquellas sentencias, disposiciones o decretos que son especialmente crueles o severas y que traspasan los límites de la justicia, como los castigos que recibían los esclavos, las violaciones sistemáticas de los derechos humanos o los bombardeos indiscriminados sobre la población civil. Pese a la crueldad de los castigos draconianos, a los que hay que situar en su contexto histórico, el código de Dracón suponía el fin de la arbitrariedad legal (Esta se trataba de un acto o proceder contrario a la justicia, la razón o las leyes dictado sólo por voluntad o capricho de su autor, sin un razonamiento suficiente y sin explicación bastante de las razones en que se basa o careciendo estas de cualquier fundamento serio); puesto que, las penas eran independientes de la posición social de los infractores. De este modo, el poder judicial de la nobleza quedaba firmemente limitado y, sobre todo, desaparecía su impunidad.

Dracón no había inventado las normas; puesto que, eran prácticas que aplicaban los griegos a partir de hacía varios años. Estas leyes estaban grabadas en unas tablas de roca y expuestas en el ágora, de la plaza pública, para que el poblado las conociera siendo; así mismo, elemental esta recopilación de las leyes para evadir su incumplimiento y siguiente aplicación,  estableciendo  un cuerpo de 51 efetas(Tribunal ateniense compuesto por 51 individuos mayores de cincuenta años elegidos por sorteo), que juzgarían si los asesinatos habían sido intencionados o voluntarios , estos delitos de sangre eran juzgados por los jefes de las distintas tribus en las que se dividía la población ateniense y que tenían un marcado carácter militar permaneciendo considerados como los antecesores de los estrategos. La reforma de Dracón dividió a los atenienses en 4 clases censitarias. Por lo tanto, las magistraturas inferiores fueron reservadas para los hoplitas, ciudadanos suficientemente ricos como para pagarse sus pertrechos militares pero que no llegaban a pertenecer a la aristocracia, la cual configuraba la caballería y copaba las magistraturas superiores. Además, el código draconiano regulaba las competencias de los tribunales y apoyó diversas reformas sociales tendentes a limitar el poder de la aristocracia y beneficiar a las clases menos favorecidas. Además, posiblemente las leyes que codificó Dracón no estuviesen bastante alejadas de las prácticas consuetudinarias existentes. Es decir, complicado saber exactamente cuáles fueron sus aportaciones originales y cuales un sencillo traslado de las normas amparadas hasta el momento, por la tradición. Únicamente se le puede atribuir con estabilidad toda la tarea dedicada a regular los delitos de asesinato. Así mismo, al lado de otras reformas, se debe atribuir a Dracón la ley de asesinato, que despenalizaba el asesinato involuntario e intentaba colocar fin a la clásica venganza de sangre del núcleo familiar, sometiendo tales casos a la gestión de justicia. Si los atenienses asociaron estrictamente a este legislador con los crímenes de sangre, ha sido probablemente pues varias de sus medidas aún estaban vigentes en etapa tradicional, manteniendo en impacto tan únicamente las leyes referidas al asesinato y desplegando una amplia legislación que alcanzaba el orden económico, político y social. Tanto que, consignó por escrito la ley del homicidio, con el paso de los siglos, los atenienses lo asociaron estrictamente con los crímenes de sangre. Al final, la única memoria que quedaba de él, en época clásica, era la dureza de sus leyes, que castigaban delitos leves con la pena de muerte. Eso hizo que surgiese una tradición hostil hacia su figura, acentuada por Démades, un político ateniense del siglo IV a.C., al expresar que sus leyes «no estaban escritas con tinta, sino con sangre a raíz de disturbios y enfrentamientos más o menos cruentos que hizo que se abriera paso en todo el mundo griego la necesidad de una codificación de las normas jurídicas arrancadas a la clase dominante, y numerosas ciudades griegas, en su intento de superar las tensiones sociales derivadas de las desigualdades, recurrieron a los legisladores. Se encargó a una serie de personas que gozaban de la confianza general la tarea de registrar por escrito el derecho y hacerlo público.

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