Nuevos comportamientos artísticos
Enviado por Mavmav • 16 de Agosto de 2023 • Ensayo • 947 Palabras (4 Páginas) • 48 Visitas
Nuevos comportamientos artísticos.
Robinson, J. señala que el auge de la pintura abstracta que se dió en la década del 40'/50' marcó un paso en la transformación de la práctica artística; se busca romper el paradigma del arte moderno y renovar el espacio plástico donde lo real irrumpe incorporándose a la producción artística a través de objetos de diversos orígenes, de la utilización del espacio y la toma del tiempo. En la obra Monogram (1955-1959) [figura 1] de Robert Rauchenberg se puede visualizar un cuestionamiento en tanto dispositivo pictórico-escultórico funcionando, y como la propuesta obra pasa a ser un acontecimiento donde el valor subyace en situaciones que el público debe atravesar ya no mero espectador, sino que interviene activamente en una obra que transcurre en un tiempo/espacio dado; donde el público participa del recorrido y se relaciona con objetos encontrados, en búsqueda de ese potencial presente, de ese agregado al que Duchamp llama “coeficiente de arte personal”, que haga trascender esos objetos combinados en pinturas híbridas a obra.
En esta estética de la heterogeneidad[1], Monogram, presenta una cabra embalsamada con un neumático que circunda su tronco, con un perfil de la cabeza con trazos de colores pregnantes que llaman la atención sobre su solitario gris. El objeto/cabra “pasta” un collage sobre una tarima móvil. El artista comienza a experimentar con este objeto encontrado, durante los años de producción somete a su solitaria cabra a diferentes decisiones plásticas, pero siempre manteniéndola como objeto completo y desafiante; lo procesual importa más que el objeto acabado, algunas biografías y catálogos marcan que muchos de estos elementos que incorpora en sus combinados tienen un componente de nostalgia, están estrechamente vinculados a su pasado, por lo que Monogram formaría parte de una autobiografía.
Esta deconstrucción de la pintura ocupa el espacio de una manera que fricciona con su entorno. Vemos un collage dispuesto en un soporte símil al bastidor, móvil, dispuesto en el suelo de una sala sobre la que parece pastar una cabra embalsamada. La hibridez de los elementos cuestionan el lugar común, cuestionan las formas convencionales del dispositivo pintura, acontece, y esa fricción, dice Bishop, con el entorno se presencia en la conciencia fragmentada del espectador, inmerso físicamente en las determinaciones específicas del contexto de la obra.
En el caso de la pintura o escultura tradicional la comunicación se da artista-obra-espectador, en cambio, como en el caso de esta proto instalación de Rauchenberg, se busca romper con esta regla establecida. Hay un acercamiento donde el espectador es invitado a integrarse en la nostalgia del artista. Decimos que el receptor de la época Renacentista se situaba delante de una pintura como si esta fuera el centro del mundo, esta poseía un solo punto de vista; en cambio en las obras combinadas de Rauschemberg se da una visión del espectador, como lo llama Bishop, descentrado. Acontece un quiebre con el paradigma convencional de relación entre los elementos plásticos y cómo éstos dialogan con su entorno. Recuperar materiales de desperdicio y fusionar el arte y la vida. Cuestionar los paradigmas modernos y poner a dialogar esos elementos con la vida ‘real’, en un tiempo (no)pausado, mediado por otras experiencias, intenciones y meditaciones acerca de eso real del cotidiano desde un afuera inmerso en el espacio de los fenómenos artísticos. “La pintura está relacionada a la vez con el arte y con la vida. Tanto uno como otro son irrealizables. Yo intento moverme en el pequeño vacío que los separa” (R. Rauschenberg, Sixteen Americans, Museum of Modern Art, Nueva York, 1959, p. 58).
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