ORDEN 1. Es una virtud humana que nos ayuda a ser mejores personas, y que los demás estén más a gusto con nosotros

ORDEN

1. Es una virtud humana que nos ayuda a ser mejores personas, y que los demás estén más a gusto con nosotros.

Hay que procurar tener cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa (la ropa sucia debe estar en el cubo de la ropa sucia, no desparramada por toda la habitación; los cuadernos y libros en la mochila, no encima de la primera silla que elijas; los papeles en la papelera, etc.).

2. Un detalle de orden en la predicación de Jesús: después de hacer un gran milagro como fue la multiplicación de los panes y los peces para miles de personas, se preocupó de que sus discípulos recogieran los restos. Había que terminar bien el milagro, y un campo lleno de restos de comida es una porquería ¿no crees? Seguro que si viésemos el taller de José, donde el Señor trabajaba, nos sorprendería el orden de las herramientas, lo recogido que estaría todo, lo cuidadas que estarían las cosas.

3. Cuando éramos pequeños, nuestra madre siempre estaba detrás de nosotros recogiendo los juguetes que dejábamos tirados, la ropa que se caía al suelo, ordenando nuestro cuarto cuando salíamos de él porque parecía que había terminado la II Guerra Mundial... ¿Por qué? Porque éramos unos enanos y no sabíamos lo que hacíamos...

Vamos creciendo y ya caemos en la cuenta de todo eso... Ser ordenados nos ayuda a nosotros y ayuda a hacer la vida más agradable a nuestra madre, hermanos y amigos. Y además, demostramos que no somos unos mimados, y, sobre todo, podemos aprovechar esos detalles que nos cuestan para ofrecérselos a Jesús.

4. ¿Cómo vivir mejor el orden?

- En casa: orden en mi cuarto (armario, mesa, estanterías); orden en casa (dejar recogido un cuarto al salir de él).

- En el colegio: aunque no me lo digan los profesores (cajonera, mochila, libros, etc.).

- En el Club: dejar recogidas las salas de actividades. Dejar los abrigos y mochilas bien colocados, etc.

5. ¿Eres un poco desordenado? Esfuérzate en algo concreto (por ejemplo, dejar los libros y la mochila bien recogidos al llegar a casa) y pídeselo a la Virgen, que siempre nos escucha. Piensa que estás en el taller de San José, trabajando con el Señor.

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