Cómo las elecciones vitales ayudan a ser mejor en lo que se hace.

Vocación y motivación

Cómo las elecciones vitales ayudan a ser  mejor en lo que se hace.

Aquello a lo que se quiere dedicar la mayor parte de nuestro tiempo en vida no es una cuestión baladí: en muchos casos se transita este camino sin pena ni gloria de forma mediocre enfrascándose en la inercia de la rutina sin pensar hacia dónde, por qué ni para qué. Y ya de ser bueno en el trabajo ni hablamos.

Así pues en este artículo se va a analizar un tema que muchas veces se pasa por alto: la importancia de la vocación y de enfocar la propia vida hacia cambiar el mundo inspirado en las cosas que intrínsecamente le motivan a uno. Es una de las conclusiones a las que llega Steve Jobs en su famosa conferencia en Stanford a los recién graduados en el año, de cuyo ejemplo ha sido inspirado en gran parte este artículo.

Hablemos de números: 

Según una encuesta representativa a un total de 25.000 usuarios de la web Trabajando.com,  más de un 75% de los trabajadores en España no está satisfecho en su puesto de trabajo y dentro de este grupo más de un 52% es por motivos motivacionales, como pueden ser no sentirse en un tarea que le apasione, sin posibilidades de ascender, no gozar de oportunidades para innovar, o simplemente por no sentirse valorado. Si se exagera un poco y se lleva a escala nacional de población activa, de los 18,34 millones de trabajadores entre la población activa española en 2016 digamos que sólo 4,6  millones aman aquello a lo que le están dedicando gran parte de su vida.

Se puede ser bueno en algo que no ames,  pero…

Ya lo dijo J.K.Galbraith: “si no piensas en un porvenir no lo tendrás”. Es una elección vital, una decisión que se debe tomar esté o no esté uno preparado: llega y llega. Por ello lo normal para un joven cuando termina la selectividad, es elegir una materia a la que dedicar gran parte de su vida útil (en muchos casos sin tener demasiada idea de qué hacer con ella) y comienza unos estudios superiores a ciegas en muchos casos e influenciados por el número de salidas laborales de la titulación o su aplicación práctica sin siquiera pararse a pensar: ¿Realmente amo lo que estoy haciendo de mi vida?, ¿Podré aportar algo al campo al cual me voy a dedicar? Está claro que no es estrictamente necesario sentir pasión por lo que se hace para aportar cosas positivas, aunque planteémoslo así: ¿Realmente vas a intentar cambiar el mundo o simplemente conformarte con llegar a casa a las seis de la tarde y olvidar lo que has hecho las últimas ocho horas porque te ha tocado?

Entonces, ¿sobre qué se discute? Steve Jobs en Stanford.

El día 12 de Junio de 2005 los graduados en la Universidad de Stanford de Estados Unidos asistieron como parte de su ceremonia a una intervención del creador de Apple comenzada con un “es un honor estar aquí, en una de las universidades más prestigiosas del mundo. A decir verdad yo nunca acabé la universidad”. El por entonces ya uno de los más exitosos gurús del progreso y la innovación se presentó de esta humilde forma a los asistentes, para continuar explicando su vida dividida en tres diferentes exposiciones:

1. Unir los puntos: el desarrollo de la vocación.

Jobs señalaba la poca idea que tenía sobre lo que quería hacer de su vida en un futuro, el dinero que gastaban sus padres en la matrícula de la universidad y lo poco que le estaba ayudando la misma a decidir lo que realmente le movía para dedicarse a algo en un futuro, por lo que decide abandonar las clases obligatorias y comenzar a asistir a cursos y asignaturas que despertaban su interés, como la caligrafía. “Las cosas que descubrí al seguir mi curiosidad resultaron no tener precio más adelante” tanto fue así que 10 años después de aquello Apple fue la primera en introducir distintos tipos de tipografía en su Macintosh a petición del propio Steve; hecho que a día de hoy es totalmente habitual. De no haber prestado atención a sus inquietudes y satisfecho su curiosidad, seguramente otra empresa lo hubiera hecho, o quizá a día de hoy solo existiera una única caligrafía en los ordenadores. “No puedes conectar puntos hacia delante, pero sí hacia atrás”, es decir, y extrapolando el ejemplo de las tipografías, aquello en lo que la intuición te dice que debes poner las ganas y dedicar el tiempo, quizá no sea fácil de vislumbrar en el momento que se toma la decisión, pero con la determinación y la dedicación adecuadas en un futuro será recompensada.

1. Historia personal. Motivación y amor al trabajo.

No siempre se encuentra un camino de rosas, la vida no es una alfombra roja; en la segunda parte del speech  Jobs habla de las dificultades con las que se encontró en su camino hacia el éxito, su despido de Apple y de cómo el amor por lo que hacía le hizo sobreponer a las dificultades para finalmente fundar una nueva empresa que compró el gigante tecnológico posteriormente. Así es como la motivación y el hecho de tener cosas que ofrecer al mundo además de ser bueno y perseverante en tu trabajo pueden recuperar y alcanzar metas que se creían apartadas o superadas, más allá de la preparación obvia que se requiere (y más para una situación así) se está hablando sobre aptitudes y actitudes personales, de cómo las personas que tienen algo que ofrecer al mundo deben simplemente hacerlo y cómo el trabajo duro además de la confianza en uno mismo hace que todo lo demás llegue.

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