.- ORDENAMIENTO JURIDICO PROTECTORES DEL MEDIO AMBIENTE.
Enviado por bolfslmlm • 20 de Enero de 2014 • 5.225 Palabras (21 Páginas) • 1.072 Visitas
ANTECEDENTES DEL PROCESO DE ORDENAMIENTO AMBIENTAL DEL ESPACIO GEOGRÁFICO VENEZOLANO.
En Venezuela se planteó la ordenación del territorio como estrategia válida de gestión ambiental. Sin embargo, sus resultados no respondieron a las expectativas que inicialmente se tuvieron a mediados de la década de 1970. Como alternativa se planteó la planificación ambiental, de marcado acento ecologista, relegando los componentes sociales y económicos del territorio, lo cual ha generado numerosas críticas entre diversos actores del Estado, como administradores del proceso de planificación, y las comunidades como entes afectados por las decisiones del Estado. En este contexto, surge la planificación territorial - ambiental como una manera de combinar provechosamente las bondades de la ordenación del territorio y de la gestión ambiental.
A su vez, existía una amplia discusión acerca del significado y alcance del desarrollo sostenible, sin que se haya podido operacionalizar en políticas y estrategias concretas que fuesen viables económica y socialmente.
En Venezuela el interés por la dimensión territorial del desarrollo, como ámbito más amplio que el urbanístico y como marco de concreción espacial de las políticas económicas y sociales, cobró auge con la institucionalización de la política de regionalización administrativa promovida por el Ejecutivo Nacional a finales de la década de 1960. Insurge la planificación regional impulsada por la CEPAL como una modalidad aproximada a los requerimientos de la planificación económica y social y del desarrollo físico - espacial para espacios menores al nacional.
El proceso de ordenación del territorio está regulado en Venezuela por un conjunto de leyes de carácter orgánico.
A pesar de que el proceso de ordenación del territorio había estado articulado a una serie de instrumentos y mecanismos para controlar la ocupación y uso del territorio, no había sido eficiente en la evaluación de los impactos que causan las actividades económicas sobre el ambiente, ni en la eliminación de problemas sustantivos que afectan a la sociedad, a la configuración territorial y al ambiente en general.
Ya a mediados de la década de 1980 diversos agentes del sector público y de instituciones académicos se interrogaron por los efectos de la promoción de actividades económicas y obras de infraestructura sobre la base de sustentación ecológica, y cuestionan a la ordenación del territorio por los escasos logros obtenidos en cuanto a prevenir y mitigar los impactos ambientales causados y sobre la eficiencia en la ocupación del territorio.
Como mecanismo se plantea una nueva modalidad de planificación: la ambiental, y como instrumento, el plan de gestión ambiental. Es un enfoque que se articula al concepto de eco-desarrollo, entendido fundamentalmente como la direccionalidad que el Estado, en comunión con los agentes de la sociedad civil, debe darle a la definición y ejecución de las políticas de desarrollo económico y social en consideración con las condiciones e interacciones entre los sistemas socioeconómicos y los ecosistemas naturales, a fin de lograr objetivos relacionados con la calidad de vida, el manejo de recursos naturales y la preservación del ambiente.
Esta modalidad de planificación fue enriquecedora en el análisis de los sistemas ambientales venezolanos, en el desarrollo de una normativa ambiental de carácter administrativo y penal, en el perfeccionamiento de las metodologías de evaluación de impactos ambientales y en la generación de normas específicas para el control de la calidad ambiental. En cuanto a los instrumentos utilizados, los planes de gestión ambiental y de manejo de áreas protegidas, su desarrollo no estuvo a la altura de las expectativas de este proceso de planificación por cuanto no logro atenuar los problemas ambientales, ni la estructura administrativa del Estado.
Ello motivo a realizar esfuerzos adicionales, de carácter teórico - metodológico sobre los mecanismos de gestión, que le permitiesen a la ordenación del territorio y a la planificación ambiental ser estrategias adecuadas para la gestión de la ocupación y uso del territorio, el desarrollo físico espacial y la gestión ambiental.
En este contexto surge la ordenación territorial - ambiental como una modalidad de articulación de los procesos de ocupación y uso del territorio, localización de actividades económicas e infraestructuras de equipamiento con el manejo ambiental. En esencia, este enfoque de planificación pretende responder a las necesidades de organizar el territorio con una base ambiental explícitamente formulada para asegurar un desarrollo responsable, que en una nueva óptima hemos preferido denominar desarrollo responsable.
La idea general de la planificación pública del desarrollo se cimiento en la posibilidad de pensar y crear el futuro a partir del conocimiento y valoración del presente y de su articulación al pasado. La planificación puede entenderse, entonces, como un proceso de gestión pública para controlar y dirigir los sistemas sociales contemporáneos, articulado a ciertos instrumentos: el plan de desarrollo, la organización institucional y el marco legal (Cfr. Méndez Vergara. 1997). Ello es válido para la planificación del desarrollo económico y social, la ordenación del territorio, la planificación ambiental y la ordenación territorial - ambiental, como modalidades de planificación pública, cuyas diferencias se observan en el énfasis que se coloca en cuanto a su objeto, alcances y objetivos.
La ordenación del territorio, como proceso planificado y política del Estado venezolano, es consustancial con el proceso de planificación del desarrollo económico y social. Tiene su razón de ser en la optimización de la estructura socio-territorial, de manera de crear condiciones favorables a la recepción del gasto público y de la inversión privada, intentando armonizar y compatibilizar la ocupación y uso del territorio, la localización de actividades productivas, las exigencias del desarrollo económico y social, con el manejo de los recursos naturales.
Pareciera que el fundamento estratégico de la ordenación del territorio es el principio de “colocar cada cosa en su lugar”. Es una concepción de desarrollo armónico, geográficamente equilibrado y desconcentrado, de manera de hacer más eficiente la oferta territorial a la recepción del gasto del Estado y de la inversión privada.
En consecuencia, los propósitos que animan el proceso de ordenación del territorio son la eficiencia territorial en el gasto y en la inversión, la localización adecuada de las actividades productivas en razón de
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