Opinión acerca de la COVID-19

Opinión acerca de la COVID-19

Iniciamos el año 2020 con la noticia de que había un brote de virus que afectaba letalmente a los seres humanos, particularmente a la población en Wuhan China, donde se registra el primer paciente infectado por el virus SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad COVID-19, sin embargo, no sabíamos hasta ese momento sobre su potencial mortífero, así como tampoco sobre su origen a ciencia cierta. Lo que si sabíamos, es que estaba hasta el otro lado del mundo y aquí, en México, continuamos con nuestra normalidad.

Ahora la pandemia declarada a nivel mundial, ocasionada por este virus, ha ocasionado la peor crisis de la historia por la que atravesamos y ha puesto al descubierto lo que, de alguna manera ya sabíamos; las profundas desigualdades sociales. Las crisis implican contrastes, expresando lo menos positivo del ser humano así como sus mayores bondades. El cambio como elemento fundamental en ésta crisis, se encuentra presente. El cambio constante permea en todas las áreas del ser humano, en sus actividades, sus interrelaciones y sus expresiones.

Una de esas expresiones que debe ser reprochada y reprochable, son las agresiones que ha sufrido el personal de salud. Hemos visto como al ser identificados por su vestimenta, personas les han agredido arrojándoles diferentes objetos o líquidos, causándole algún daño a su persona; incluso, han atentado contra ellas, al arrojarles sustancias tóxicas que ponen en peligro su salud y hasta su propia vida. También las integrantes del personal de salud son en su mayoría mujeres. Ellas se encuentran en la primera línea de riesgo de contagiarse del coronavirus, y sin embargo no les han garantizado las condiciones de seguridad sanitaria necesaria. De igual manera, enfermeras, asistentes médicos, médicos y cualquier otro personal de la salud; han sido víctimas de discriminación, cuando al solicitar algún servicio como de transporte o de arrendamiento, se le ha negado por quienes prestan el servicio y aún más han sido agredidos sin ninguna justificación. Estás expresiones pudiesen fundamentarse en creencias erróneas de alguna presencia de peligro real o algún hecho que ponga en riesgo la integridad de las personas agresoras; esto es, basado en una creencia imaginaria que falsamente aprecia la realidad, producto de una ideología colectiva que se aleja indiscutiblemente de la objetividad, y también de la racionalidad.

Otro tipo de acontecimientos que se han agravado de manera sensible son las expresiones de violencia de género, la violencia contra las mujeres ha sido denominada por organizaciones feministas e incluso por naciones unidas como la otra pandemia. Las medidas de confinamiento establecidas para prevenir la propagación del coronavirus, han incrementado la violencia psicológica, física, sexual, económica y feminicida. Esta situación de vulnerabilidad en la que se encuentran muchas mujeres y niñas se agrava por la suspensión de labores de los poderes judiciales, y las instituciones encargadas de protegerlas. A estos problemas se añaden otras expresiones de la violencia de género asociadas a la crisis de la COVID-19, tales como, los estereotipos de género que asocian a las mujeres al cuidado de los otros. Son las mujeres quienes desempeñan la mayor parte de las labores en el espacio doméstico, sumado a todo el trabajo que tienen que desarrollar fuera de casa, lo que implica que su labor se multiplique.

Un tema que influye de manera importante a la violencia o inseguridad social es la denominada infodemia, las fake-news, así como la desinformación, subinformación, o falta de transparencia de la información gubernamental; elementos inseparables de la responsabilidad del Estado, a través de sus autoridades reconocidas por ellos mismos como portavoces ante la sociedad. Y ante la sociedad las cuales se encuentran en un en una etapa importante si bien es cierto la información fluye de manera muy dinámica y procesarla para ser transmitida de manera veraz oportuna y eficiente a la población no es una tarea fácil por el contrario de manera contrastante la información que no es completa así como aquella que se aleja de la verdad y qué es proporcionada por una autoridad tiene grandes impactos en la sociedad genera sobre todo una incertidumbre qué es engrandecida ampliada por otros medios de comunicación reconocidos cómo el periodismo que está directamente relacionado con los intereses de poder recordando qué información es poder de allí qué es imprescindible continuar exigiendo a las autoridades información oportuna veraz para poder tener confianza en las decisiones que se transforman en políticas públicas y que conducen día día en tan breve tiempo las actividades sociales con el objetivo de no contribuir a la no propagación del virus y contrarrestar los efectos negativos qué pudiese ocasionar el pánico social.

Adicionalmente, un aspecto a considerar que ha salido a la luz en razón de esta pandemia ha sido el acceso a la información, y particularmente, el acceso a la información pública la cual se ha limitado por la contingencia; por la distancia que se tiene que guardar físicamente para evitar contagios. Por ello, si ya era un problema mayor el acceso a la internet como un medio de comunicación masiva, esta pandemia arroja datos importantes ya que debido a las restricciones que se tienen para poder inter comunicarnos de manera personal, se ha optado por transmitir la información a través de la internet, y sí, gran parte de la población no tiene acceso a la misma. Este problema no sólo se ha evidenciado sino se ha agudizado; ya que, esa población, la que carece de acceso a la comunicación electrónica, es la población más pobre, la de menos recursos, la más desprotegida y que en determinado momento sería la que menos pudiese dar batalla sí se llegara a contagiar por el coronavirus.

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