Organizacion Territorial

ORGANIZACION TERRITORIAL

Las regalías en Colombia presentan problemas como la inequidad y pobreza, la ineficiencia y la incorrecta utilización. Pero además, ha mostrado un elemento adicional: no estamos preparados para afrontar los efectos macroeconómicos de una probable bonanza minera.

El progreso sostenible, tanto de las regiones mineras como del país en general, está sujeto a los ingresos obtenidos por la debilitación de los recursos naturales no renovables. La destinación de estos recursos está diseñada para mejorar la calidad de vida, sobre todo en los lugares donde se explotan los recursos. Lo que se debate hoy es hasta qué punto el sistema de regalías actual ha sido eficiente en el control y vigilancia del manejo de los recursos, puesto que éste se está enfrentando a problemas de inequidad y despilfarro en las zonas más beneficiadas se presentan desvíos de las regalías y por lo tanto no se han visto resultados significativos en cuanto al mejoramiento de la calidad de vida.

Por eso es necesario conocer las dinámicas del sistema de regalías para entender los engaños que hoy presenta. Las contraprestaciones económicas que recibe el Estado por la explotación de los recursos naturales no renovables del territorio colombiano son denominadas regalías, las cuales pueden limitarse en el tiempo por el agotamiento de los recursos. El artículo 332 de la Constitución de 1991 establece que el Estado es propietario del subsuelo y por tanto de los recursos naturales no renovables (RNNR). En esta medida, las empresas que explotan los recursos naturales no renovable deben dar al Estado un porcentaje de su producción, porcentaje del cual se benefician los departamentos y municipios donde se estén llevando a cabo las explotaciones así como aquellas entidades territoriales por donde se transportan los recursos como los puertos marítimos y fluviales.

Las regalías en nuestro país representan gran parte de los ingresos del Estado, por lo mismo, éstos no son asignados solamente a los departamentos y municipios productores; parte de esos ingresos se destina al Fondo Nacional de Regalías (FNR) que se encarga de distribuir los recursos entre las demás entidades territoriales, las cuales deben destinar estos fondos a proyectos que promocionen la minería, que ayuden a preservar el medio ambiente y a contribuir al financiamiento de otros proyectos que sean prioritarios en cada región.

Con todo lo anterior, los beneficios que trae el sistema de regalías para la economía de las entidades territoriales, y del país en general, son bastantes pues se trata de ingresos extra para el buen funcionamiento de cada entidad. Sin embargo, como siempre, las expectativas de las leyes son una cosa y lo que está pasando, otra.

Sino más allá de la inequidad, el mayor problema reside en el desvío de las regalías. Si bien éstas están

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