Orientación Vocacional. Claves para elegir con libertad
Enviado por KariAzocar7 • 6 de Noviembre de 2019 • Documentos de Investigación • 1.573 Palabras (7 Páginas) • 110 Visitas
Claves para elegir con libertad
La vocación es un camino personal que se va descubriendo de a poco. La elección de una carrera es un paso importante de un largo camino que hoy sabemos dura toda la vida. De ahí que "independiente del puntaje que se saque en la PSU, hay que elegir con la mayor libertad posible y no tener miedo a equivocarse y empezar de nuevo”, señala el orientador jefe del Colegio San Ignacio El Bosque Fermín Pereira.
Algunos hace rato que lo tienen claro. Pero muchos están llenos de dudas respecto a qué hacer después de salir de cuarto medio. ¿Cómo elegir? ¿En qué basarse? ¿Qué recomiendan los expertos?
Con la experiencia de tres décadas como profesor de filosofía del Colegio San Ignacio El Bosque y una decena de años como orientador, Fermín Pereira asegura que una decisión vocacional requiere de una mirada interna, de las expresiones más propias de cada persona, al tiempo que una mirada hacia afuera, a las necesidades del mundo exterior.
En el primer caso, no duda en recomendar que quien debe elegir una carrera “no se fije tanto en el estudio de una carrera, sino en lo que quiere hacer como persona, en lo que siente o imagina más feliz, más allá de un estudio determinado”.
Sobre todo, dice, porque estamos en una época en que el tema de elegir carrera no significa como antes que la persona se dedique toda su vida a eso. “Hoy el mundo se ha hecho mucho más complejo y variado, y los estudiantes deben tener claro que además de la carrera inicial seguramente van a entrar en una dinámica en que habrá ajustes y habrá que pensar en los postgrados ya que eso es lo que realmente hará la diferencia. En el postgrado se profundiza un área o tema, de acuerdo a un conocimiento previo y más informado”, explica.
Paralelamente, Pereira insta a estar atentos a lo que necesita el país y que eso sea un factor a tomar en cuenta a la hora de las decisiones. Informarse, por ejemplo, respecto a qué áreas tecnológicas, ambientales o científicas son hoy vitales para el desarrollo del país. Asimismo, no dejar de apreciar carreras como ciencias políticas, antropología o sociología que para quien las estudia puede ayudarle a buscar alternativas como sociedad.
El campo laboral futuro también es un tema a tener en cuenta y para ello, Pereira recomienda conversar con profesionales -ojalá de las universidades- porque eso da una pista significativa.
Finalmente Pereira aconseja “intentar elegir carrera tomando la mejor oferta de cada universidad el mejor currículo, la mejor historia de esa carrera, la que tiene más investigación, mejores resultados, porque eso marca a sus egresados y es importante.
Respecto a los temores ante una decisión compleja, Pereira recuerda que “ellos son inevitables pero hay que transformarlos, hay que dar los pasos, no temer a equivocarse”. A su juicio, hay que darse un tiempo para madurar la elección porque los ritmos para comprender cosas son distintos”.
Así, concluye, “independiente del puntaje que se saque en la PSU, la idea es elegir con la mayor libertad posible y no tener miedo a equivocarse y empezar de nuevo”.
Elección vocacional
La elección vocacional es una expresión de la personalidad, pero también el resultado de un proceso de búsqueda en el que puede ser útil alguno de estos consejos.
Elegir una carrera no es un tema fácil. Pero querámoslo o no, al salir de cuarto medio tenemos que tomar una decisión. Qué estudiar, a qué dedicarse en el futuro o cómo nos vemos en unos años más son preguntas clave de este tiempo. Muchos hablan de “vocación” y uno se pregunta qué y cómo se descubre cuál es la propia.
Expertos recomiendan escuchar la “voz interna”, dejar de atender presiones ajenas e intentar descubrir qué es lo que realmente nos gusta, cuáles son nuestros sueños y en qué áreas nos vemos desarrollando nuestros talentos.
En ese sentido, la elección vocacional es una expresión de la personalidad, es una decisión que se relaciona con la identidad de cada uno. De ahí que, en la medida que podamos tener claro cuáles son nuestros intereses y habilidades, más cerca vamos a estar de acertar en una futura elección profesional.
Conocer qué posibilidades ofrece el mercado, qué ramos se estudian en cada carrera o cuáles son las actividades generales que desempeña un profesional de la que se está mirando o en qué ámbito ejerce su profesión u oficio, son temas relevantes.
Otro factor importante es el sistema de ingreso, los puntajes exigidos de la PSU, la ponderación de las notas de la Enseñanza Media y la posibilidad o no de exámenes adicionales.
Si tenemos dudas, seguramente conocemos a más de un profesor o un orientador al que podamos hacer preguntas. También nuestros papás pueden darnos una mano, ya que nos conocen desde chicos.
Pero no falta quien se resiste a tener más información argumentando que “mientras más alternativas conocen, más se confunden, ya que cada opción les parece interesante”. Esto ocurre especialmente con personas que tienen buenas calificaciones y suelen ser “buenas para todo”. Pero siempre algo mueve más que otra cosa. Y, en ese sentido, la elección profesional es un proceso que debe partir por el reconocimiento de los intereses y es muy frecuente que aparezca una gran confusión al término de la cual se suele llegar a la elección propiamente tal. Cuando eso ocurre, se produce un reconocimiento más realista de las propias habilidades e intereses y también de las posibilidades reales.
Estamos hablando de una elección a largo plazo, la carrera u oficio elegido va a constituir parte de un estilo de vida. Desde este punto de vista los estudios son un medio y no un fin en sí mismos. Este concepto es muy importante al momento de enfrentar el tema para no mirar sólo el corto plazo. Pero si al final uno igual sigue inseguro, hay que destacar que siempre existe el derecho a equivocarse y a aprender de esa experiencia.
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