Origen y características
Enviado por cynthiiaa • 20 de Febrero de 2012 • Monografía • 2.712 Palabras (11 Páginas) • 602 Visitas
Origen y características
Surge gracias a la expansión de la cultura griega más allá de las fronteras de la Hélade y su mezcla con elementos orientales de los extensos territorios conquistados por Alejandro Magno que se extendían hasta las márgenes del río Indo. Esta fecunda mezcla se prolonga con los diádocos (διάδοχοι) o sucesores, vale decir, los reyes de las tres grandes dinastías: Ptolemaica, Seléucida y Antigónida. Estos soberanos supieron conservar y alentar el espíritu griego tanto en las artes como en las ciencias. Las ciudades, muchas de las cuales se fundaron entonces, fueron el principal foco de helenización. Entre la gente culta y de la aristocracia "lo griego" era lo importante y en este concepto educaban a sus hijos. El resto de la población de estos reinos tan dispares (Egipto, Siria, Macedonia) no entraba en el juego, no participaba del helenismo y continuaba con sus costumbres, su lengua y sus religiones.
Las ciudades-estado griegas (Atenas, Esparta, Tebas) habían llegado al declive y habían sido sustituidas en importancia por las ciudades modernas de Alejandría, Pérgamo y Antioquía, cuyo urbanismo y construcción no tenían nada que ver con las anteriores. En todas ellas se hablaba la lengua griega, llamada koiné (κoινης), que es un adverbio griego que significa común, comúnmente. La religión era una mezcla de la mitología griega, más los dioses locales, más las deidades orientales antiguas.
Con la llegada de los romanos y la hegemonía de Roma sobre todos estos pueblos de la antigüedad dio fin en teoría el periodo helenístico aunque lo cierto es que Roma, pasados algunos años y como consecuencia del contacto y conocimiento del arte griego extendido por todas sus colonias y provincias, tomó el relevo y puede decirse que fue la continuación de la cultura helenística, empezando por el propio idioma. La clase alta tenía a gala hablar griego y se educaba a los hijos en esta cultura. Los grandes políticos romanos, por mucho que tuvieran un cargo importante serían siempre despreciados por el resto si no eran capaces de entenderse en el idioma griego
Monarquía helenística
La monarquía helenística se apoyó en una aristocracia creada por el propio rey y desarrolló un carácter especialmente cosmopolita, muy lejos de la anterior nobleza solariega. En adelante el rey no sería elegido libremente por sus ciudadanos. Los reyes helenísticos y sus nobles fueron elegidos por el propio rey pero para llevar a cabo con éxito y ante el pueblo tal sistema, insistieron en la idea de la divinidad, es decir, el rey tenía derecho a gobernar y a elegir la nobleza porque su poder lo había obtenido a través de su linaje divino y porque él mismo era en cierto modo un dios. El paso siguiente fue iniciar el culto al rey.
Helenista
Se utilizó este término para las personas que, aunque no tuvieran sangre griega, seguían y tomaban la cultura y la lengua griegas. Incluso gran parte del pueblo judío (especialmente los que vivían en Egipto, Cirenaica y Siria) usaron esta lengua para entenderse entre ellos y también en las sinagogas. De hecho se hacía distinción entre los judíos helenistas y los hebreos, que fueron aquellos que se opusieron y se resistieron a la influencia griega. Lucas el Evangelista escribió sobre este asunto en los Hechos de los Apóstoles, 6,1 y 11,20.
inicio
Periodo helenístico (siglos IV-I a.C.), periodo transcurrido desde la conquista del Imperio de Persia por Alejandro Magno hasta el establecimiento de la supremacía romana, en el cual la cultura y el saber griegos eran preeminentes en el Mediterráneo y en Asia Menor. Se llama helenístico (del griego, Hellas, ‘Grecia’) para distinguirlo de la cultura helénica de la Grecia clásica.
El mundo helenístico estuvo dominado por tres grandes dinastías fundadas por los sucesores de Alejandro: la dinastía Tolemaica en Egipto, la dinastía de los Seléucidas en Asia occidental y la dinastía Antigónida en Macedonia. La elite urbana de estos reinos hablaba griego koiné (común), que se convirtió en la nueva lengua internacional, y su religión, arte y literatura eran una mezcla cosmopolita del griego y elementos locales. Se fundaron muchas ciudades nuevas, la más importante de ellas fue Alejandría (Egipto). Bajo dominio de los Tolomeos, quienes usaron su riqueza para atraer poetas, eruditos, artistas y científicos, Alejandría se convirtió en un gran centro económico, cultural y religioso. Se fomentó sistemáticamente el saber en nuevas instituciones, como la famosa Biblioteca de Alejandría, donde se estudiaba filología, gramática, prosodia, lexicografía y crítica literaria. La poesía también estuvo marcada por un acercamiento erudito, y generalmente siguió los modelos clásicos. Se hicieron muchos avances en ciencias como la medicina empírica, la astronomía y las matemáticas; era la época de Euclides, Apolonio de Perga, Eratóstenes, Aristarco de Samos, Hiparco de Nicea, Herón de Alejandría y Arquímedes. Los principios fundamentales del pensamiento helenístico no pasaron a ser seriamente puestos en tela de juicio hasta el siglo XVI. Las principales escuelas filosóficas del periodo fueron el estoicismo y el epicureísmo. Los estoicos enseñaron que se debe vivir de acuerdo con la naturaleza, la cual es la razón (logos) que penetra en todas las cosas. El sabio que sigue este consejo logrará la apatheia, esto es, se librará del sufrimiento. Los epicúreos mantenían que todas las cosas están compuestas por átomos y el vacío, y que es preferible una vida simple a la riqueza y la fama. Su meta era la ataraxia o tranquilidad.
Con la decadencia de las monarquías helenísticas en los siglos II y I a.C., los romanos extendieron gradualmente su control sobre Grecia y Oriente Próximo. La civilización romana que siguió fue, en gran medida, la continuación de la cultura helenística.
• Se denomina período helenístico (también llamado alejandrino) a una etapa histórica de la Antigüedad, cuyos límites cronológicos vienen marcados por dos importantes acontecimientos políticos: la muerte de Alejandro Magno (323 a. C.) y el suicido de la última soberana helenística, Cleopatra VII de Egipto, y su amante Marco Antonio, tras su derrota en la batalla de Accio (30 a. C.). Es la herencia de la cultura helénica de la Grecia clásica que recibe el mundo griego a través la hegemonía y supremacía de Macedonia, primero con la persona de Alejandro Magno, y después de su muerte con los diádocos (διάδοχοι) o sucesores, los reyes de las tres grandes dinastías: Ptolemaica, Seléucida y Antigónida. Estos soberanos supieron conservar y alentar el espíritu griego tanto en las artes como en las ciencias. Entre la gente culta y de la aristocracia "lo griego"
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