Origen y definición de la administración

Durante la época primitiva, la administración logró surgir a partir de la necesidad de los grupos humanos de reunir fuerzas con otros grupos para así poder alcanzar un objetivo común: la supervivencia.

Con el crecimiento demográfico y el descubrimiento constante de más, mejores y variadas actividades, comenzaron a realizarse trueques, desde los que los grupos comenzaron a administrar sus fuerzas y batallones para así crecer gradualmente y finalmente lograr la obtención de enormes imperios.

El esfuerzo del hombre comenzó a hacerse verdaderamente indispensable en todas y cada una de las actividades que comenzaban a surgir, y con la abolición de la esclavitud, lo que engloba al trabajo y al llamado esfuerzo humano comenzó a ser retribuido en forma de moneda. Durante la Revolución Industrial, así como también con la gradual aparición de diversas y enormes maquinarias, la mano de obra y el trabajo humano comenzaron a hacerse menos indispensables, aunque a pesar de esto siempre continuó la necesidad de que existiese ahí una persona exclusivamente para manipular, supervisar y maniobrar todas y cada una de las diversas actividades dentro de dicha organización.

La administración se define como aquella disciplina que se encarga del manejo científico de ciertos recursos, así como también la dirección del trabajo del hombre, teniendo especial enfoque en poder darle una satisfacción a determinado interés o conjunto de estos.

El papel que desempeña la dichosa Administración dentro de determinada organización es verdaderamente importante, fuese cualquiera la dirección que llevase tal empresa o industria. Esta involucra la supervisión, guía y coordinación de las actividades que realizan otros, de forma que todo este proceso se realice de la manera más eficiente, eficaz y productiva. Esto es lo que la vuelve clave para cualquier tipo de organización, siendo que la empresa es un todo que está conformado por ciertas partes integradas para lograr un mismo objetivo.

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