PARCIAL N° 2 DE ARTE Y EDUCACIÓN

PLAZA, Lourdes 2°B

PARCIAL N° 2 DE ARTE Y EDUCACIÓN

CONSIGNA:

Relacionar los textos vistos durante el cuatrimestre con una situación de juego de nuestra infancia.

EXPERIENCIA DE JUEGO:

Durante las vacaciones de verano mi juego preferido era tenderme de espaldas en el huerto y “jugar a contar” historias, a medida que las nubes cambiaban de forma, dando lugar a secuencias que transcurrían en forma muy rápida en función de la evolución de las mismas. Luego de esto, las historias imaginadas, eran representadas mediante títeres, actividad donde participábamos tanto yo, como mis amigos, ya sea en la creación de los distintos personajes surgidos de la experiencia de contemplar las nubes, donde utilizábamos cajitas, papas, rollos de papel, etc., como en la representación de la obra.  

DESARROLLO:

En la actividad que desarrollábamos se pueden distinguir dos tipos de impulso, en primer lugar, nosotros reproducíamos, o sea, no creábamos nada nuevo, ya que las imágenes surgidas de las nubes eran reproducciones de elementos conocidos (por ejemplo, un unicornio), los cuales eran modificados combinando y reelaborando con producciones del pasado, nuevas historias.

Toda forma surgida era producto de mi imaginación y de la creación lo que permitía nuevas experiencias a explorar a través de nuevas combinaciones. Este juego a veces era compartido con otros niños lo que permite ver que la función creadora se inicia desde la más tierna infancia y le pertenece a todos.

La combinación de elementos se convertía en algo nuevo sin ser una repetición de cosas vistas ni oídas, lo que sienta las bases para la creación. Los relatos vinculaban fantasía y realidad obtenido sobre todo de historias escuchadas de mis padres y lectura de cuentos infantiles y de comics, de donde extraíamos imágenes que nos permitían crear un marco de referencia para nuestras historia, que eran simplemente combinaciones tomadas de la realidad y sometidas a modificaciones, con la influencia de las emociones que vivíamos en cada instancia con alegrías y sinsabores de nuestros personajes. De esta manera no solamente la lectura de otras historias, sino  de las fantasías que podíamos crear aparece el aspecto más subjetivo de la imaginación, exponiendo nuestros sentimientos a flor de piel. El motor que movía nuestra creación era la combinación del pensamiento y la emoción.

Mi imaginación se iba incrementando junto con la de mis amigos cuanto más experiencia íbamos adquiriendo. Las historias concebidas representadas en el teatro de títeres, lo cual, desde las perspectivas de hoy aportó respuestas a necesidades e intereses de aquellos momentos, permitiéndonos una adaptación al medio ambiente en el que estábamos inmersos, expresar emociones, temores, deseos, dudas que hicieron a nuestro desarrollo, utilizando la improvisación y la plástica en actividades lúdicas que iban permitiendo en forma paulatina nuestro crecimiento

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