PARTICIPACION COMUNITARIA EN VENEZUELA

La participación ciudadana, social y comunitaria en nuestro país solo era ejercida a través del sufragio, mecanismo que definía la participación del venezolano en las políticas públicas, en realidad no es sino hasta la década entre 1989-1999 cuando a través del llamado proceso de Descentralización (entrega de competencias del gobierno nacional a las gobernaciones y alcaldías), comienzan a aparecer las primeras organizaciones no gubernamentales, comités sociales y las asociaciones de vecinos, las cuales mas que una forma de participación, eran un mecanismo de gestión ante las instituciones públicas. En 1999 con la promulgación de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela nace un nuevo concepto de la participación ciudadana, en sus distintas acepciones: como principio, derecho, deber, espacio o instancia de participación y como proceso sociopolítico; y con ella nuevos modelos que adquieren rango jurídico y legal, fundamentadas en los principios de la cogestión administrativa, de planificación y ejecución de las políticas públicas, enmarcadas en una modelo de Democracia Participativa y Protagónica; todos estas nuevas formas de participación han sido respaldadas jurídicamente con un marco legal que abarca desde la promulgación de la Ley Orgánica de Consejos Comunales hasta el llamado paquete de leyes del poder popular, resaltando que estas leyes llevan inmersas en su esencia el principio de la participación, ya que fueron sometidas a discusión y promovidas desde las bases sociales de nuestro país. Entre las formas de organización para la participación social y comunitaria tenemos; los Consejos Comunales, las ONG, Comités de Tierras, Mesas Técnicas de Agua, Comités de Salud, Salas de Batalla Social, Colectivos Sociales Culturales, Educativos y Deportivos, Consejos Locales de Planificación Publica, entre muchos otros.

Por ultimo es importante resaltar que a pesar de poseer todos los instrumentos legales, administrativos y operacionales, a pesar de los esfuerzos de formar académicamente al colectivo para aprovechar al máximo todas las bondades de la Participación Comunitaria y Social, la experiencia arroja que nuestra sociedad aun no asimila su metodología e importancia; ¿cuestión de Cultura?, tal vez, lo que hace urgente y necesario la puesta en marcha de un Plan Nacional para promover la verdadera participación comunitaria, y desde la escuela es mucho lo que se puede aportar.

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