PLAN DE DESARROLLO MEDELLIN

INTRODUCCIÓN

Desde la perspectiva moderna es indispensable la participación de ciudadanos activos en la esfera de lo público, que se interesen por sus deberes y sus derechos como agentes cargados de beneficios y responsabilidades que deben hacerse evidentes en la promoción y gestión de alternativas que luchen por el desarrollo integral de la sociedad.

En este caso el reconocimiento del plan de desarrollo de Medellín 2012-2015 “Un hogar para la vida” debe generar en nosotros como protagonistas del accionar del Estado, inquietudes y debates que enriquezcan la implementación de las estrategias planteadas. Es necesario analizar el peligro que puede generar la supremacía de una mentalidad cada vez más individualista y desde la esfera de lo privado, que justificada en la libertad amenaza la democracia y la participación cívica.

En análisis de este tipo de documentos debe hacer visible que muchos de los problemas actuales exigen de nuestro compromiso y del compromiso institucional, además de estrategias administrativas que trabajen de forma interdisciplinar para buscar verdaderas respuestas positivas a las situaciones socialmente problemáticas presentadas.

A continuación se presenta el análisis del plan de desarrollo desde tres perspectivas que de forma conjunta nos ayudan tener una visión más amplia y pertinente de la realidad, en la que nos desenvolvemos y que enfrentamos cotidianamente; el conocimiento de dichos aspectos nos hace más fuertes para enfrentar la lucha ante la desigualdad y más eficaces a la hora de realizar propuestas que apunten a la transformación.

¿Cuál es la orientación del actual plan de desarrollo de la ciudad en materia de bienestar?

En el plan de desarrollo 2012-2015 la orientación de la calidad de vida de los habitantes de la ciudad de Medellín se concentra en luchar por la iniquidad y las múltiples violencias que principalmente se están generando en aspectos de territorialidad. El Estado se muestra como un agente promotor principalmente de oportunidades que deben ser aprovechadas por los ciudadanos quienes las activan y potencializan; de esta manera se maneja un equilibrio entre la obtención de los derechos proporcionados con la responsabilidad y la participación cívica del ciudadano.

“Medellín un hogar para la vida” se centra el interacción del Estado con la sociedad, para fundamentar la concepción de calidad de vida en la ciudad de Medellín el plan de desarrollo plantea principios fundamentales en los que los derechos humanos tienen un lugar importante, que son analizados desde aspectos como la pobreza, la esperanza de vida, los niveles educativos y los ingresos provenientes de la demanda laboral de la ciudad; lo que nos muestra en énfasis dado desde la perspectiva liberal. Si bien se habla del índice de desarrollo humano (IDH) como el desarrollo visto desde el crecimiento económico, se aclara que este no es suficiente para especificar el desarrollo de una sociedad por esto se vinculan con la idea de complementar el desarrollo con la integración de los derechos, la educación, la oportunidad de un empleo digno; que de cierta manera garantice una distribución más justa de la riqueza en las sociedades que contrarreste las brechas sociales y desigualdades latentes.

La orientación del bienestar en el modelo del plan de desarrollo vigente para la ciudad de Medellín está centrada en el ENFOQUE DE GARANTIA DERECHOS Y AGENCIAMIENTO DE CAPACIDADES, los cuales orientan las estrategias administrativas que buscan ver al individuo y la concepción de su desarrollo desde un aspecto integral.

Desde estos enfoques se ven incorporados los derechos sociales como un eje transversal en todo el plan de desarrollo; se enfatiza en la garantía de derechos desde la promulgación, protección y restitución de estos a la población; viendo algunas veces esta percepción de garantías como un estado mínimo del concepto, pues tras el reconocimiento legal de estos derechos el Estado debería encargarse naturalmente de proteger y garantizarlos pues “Si bien el bienestar comienza por el individuo desde su concepto subjetivo de confort o hedonismo, es necesariamente colectivo y social. Por ello es que al Estado le concierne en general, velar, propiciar y asegurar el bienestar social de toda la población” (Páginas, 2003, p. 57); pero se evidencia que este tipo de funciones son algunas veces delegadas a manos de la sociedad, es aquí donde el papel de la sociedad cambia junto con sus funciones de participación en aras de su bienestar que implica una mayor organización y participación de la sociedad civil.

Conjuntamente se concibe el desarrollo social centrado en el ejercicio de los derechos de los ciudadanos que responden con sus responsabilidades civiles; como justificación a esto se da el agenciamiento de capacidades, Amartya Sen sostiene que para la obtención de los propósitos lo más importante no es la utilidad ni los bienes primarios sino la idea de que el sujeto se centre en la oportunidad real que tiene para conseguir sus objetivos, nos dice que “Un problema general e importante, central para la teoría de la justicia, consiste en la presencia de variaciones interpersonales en la conversión del ingreso (y otros recursos externos) en ventajas personales, sea que estas se juzguen o no de acuerdo con el nivel de utilidad de la persona”. (Amartya Sen, 1992)

En el plan de desarrollo este tipo de características personales son tomadas como vía de transformación hacia las vulnerabilidades latentes como la pobreza y la desigualdad; se ve entonces la intención de promulgar la inclusión y el reconocimiento de la diversidad con el objetivo de promover

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