PLANIFICACIÓN FAMILIAR EN MÉXICO

PLANIFICACIÓN FAMILIAR EN MÉXICO

“Toda persona tiene derecho a elegir de forma libre, responsable e informada, sobre el número y el espaciamiento de sus hijos” –Artículo número cuatro de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. ¿Realmente toda la población en edad fértil de nuestro país deciden de forma libre pero responsable cuántos hijos quiere tener?, la verdad es que no; y en este ensayo argumentaré por qué.

“La planificación familiar hace referencia a la regulación por parte de las parejas del número de hijos que desean tener, así como del espaciamiento entre los nacimientos, a través de métodos artificiales o naturales. Incluye también las medidas encaminadas a favorecer el embarazo” -“Planificación familiar y consentimiento informado”. López De Burgo Cristina. Editorial: servicio de publicaciones de la Universidad de Navarra. Pamplona, 2005. P,p: 1. Concuerdo completamente con Cristina López, sin embargo, pareciera que en México, la planificación familiar como deber o como derecho se ha vuelto nada más que palabras escritas en el aire; y a las siguientes cifras me remito.

En México el 7.8% de las mujeres de entre 12 a 19 años ya tienen hijos.

Además en Sinaloa hay 2703.000 jóvenes que iniciaron su vida sexual entre los 12 y 17 años, de los cuales el 46% no utilizó un método anticonceptivo.

También en el 2016 se dio a conocer que había 65,000 mujeres sinaloenses de entre 12 a 17 años que tuvieron su primer embarazo sin desearlo.

Las cifras anteriores son preocupantes y son una clara muestra de la deficiencia de los programas de educación sexual y planificación familiar que se imparten tanto en instituciones públicas de salud, como en aulas escolares. Además muestran la falta de orientación que se debe dar en el seno familiar.

Como mencioné, en México desde hace varios sexenios de gobierno, se ha estado tratando de fomentar la planificación familiar mediante la implementación de programas de salud sexual y planificación consciente sobre la paternidad, en las distintas instituciones de salud públicas como: el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los trabajadores del Estado; lugares donde cuentan con módulos gratuitos a los cuales cualquier persona puede acercarse a recibir orientación por parte de personal calificado. La realidad sin embargo, es que son muy pocas las personas que conocen o aprovechan los beneficios de estos programas.

La desinformación por parte de la población en edad fértil de nuestro país en materia de educación sexual, aumenta las tasas de transmisión de enfermedades sexuales, embarazos no deseados, partos prematuros y abortos riesgosos; por lo tanto propicia un alza en la mortalidad de mujeres y niños.

En mi opinión necesitamos crear una cultura de planificación y educación familiar y sexual, que nos permita convertirnos en una sociedad donde no se tenga que recurrir al aborto riesgoso; donde se eviten los embarazos no deseados, así como los partos prematuros, para proteger el derecho a la vida, y fomentar el bienestar de la población.

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