POLITICA ECONOMICA, INGRESOS, PODER ADQUISITIVO, LIMITACION DEL GOBIERNO

POLITICA ECONOMICA, INGRESOS, PODER ADQUISITIVO, LIMITACION DEL GOBIERNO

La recta presupuestaria es la restricción que enfrentan los consumidores a la hora de escoger una cesta de bienes. Superar esta restricción llevará a los agentes económicos a alcanzar los bienes y servicios que desean o que preferirían tener si tuvieran un ingreso o presupuesto mucho más alto. Elevar el presupuesto de los agentes podría alcanzarse mediante distintas políticas, a lo que llegaremos es a integrar algunas de estas para generar una política económica que expanda las posibilidades de consumo.

Un sano desarrollo económico conlleva evitar la principal afectación al sistema de intercambio en una economía monetaria, la inflación. Esta enfermedad que suelen sufrir las economías mal administradas, destruye el poder adquisitivo de los consumidores, se elevan los niveles de precios y se le impide a los sectores de menores ingresos cubrir sus necesidades y deseos, estos son los últimos a los que el dinero llega a pasar por sus manos. Una política monetaria que permita obtener a los grupos de menores recursos, ingresos, sin que se vea afectado su poder adquisitivo implicaría detener los constantes planes expansivos que realizan las bancas centrales. Las expansiones artificiales de crédito o monetarias usualmente las adquieren los bancos secundarios, las grandes compañías y en el caso de una banca central carente de independencia, el gobierno, lo que les permite a estos agentes ser los principales especuladores y beneficiarse de los precios presentes.

Desde las perspectivas a las que sistemáticamente se recurre es bien vista la emisión monetaria en cuanto se aproxime o sea igual a la oferta de bienes y servicios para no generar una deflación y socavar las ganancias, o en cuanto genere empleo y sirva como el combustible para encender la inversión gubernamental, lo que está muy alejado de los efectos a largo plazo que desearía el extendido social ya que se generan distorsiones en el sistema de precios que impiden a los individuos hacer elecciones óptimas.

Una de las áreas de la política económica que más influye sobre los ingresos de los agentes es la política fiscal y el gasto del gobierno. El incremento de los impuestos reduce la capacidad de compra de los agentes económicos y los gastos del gobierno no son más que despilfarros, una señal de lo segundo es que el sector privado no lleva a cabo aquellas actividades que el gobierno si, además  financiándose con recursos que los privados podrían utilizar en actividades que aquellos creen que aumentaran su bienestar. Si el gobierno generara riqueza no habría generación de impuestos, se autofinanciaría.

Las políticas impositivas merman el poder de consumo de los agentes y no solo eso, sino que impiden la posibilidad de generar un mayor ahorro real que es el verdadero impulsor de la demanda global, es el factor con el que los agentes invierten en procesos que generan riqueza y que aumentan los niveles de productividad para así generar una sana deflación de los precios permitiéndole a los agentes acceder a mejores cestas de bienes.

Incluso si se generaran superávits fiscales no podrían existir reducciones de impuestos, puesto que el gobierno tiene en su agenda futuros gastos.

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