PORQUE LOS COLOMBIANOS NO PAGAMOS EL PRECIO JUSTO

La tarifa del transporte público es establecida por parte de la administración según estudios técnicos hechos a la canasta del transporte donde se define cuanto debe pagar un individuo para poder acceder al transporte público colectivo en la ciudad de Santa Marta.

Esta tarifa fue establecida desde el año 2006, se definió por un decreto de la alcaldía distrital de Santa Marta por un valor de Mil Doscientos Pesos (1.200.00) como la tarifa del servicio público, teniendo en cuenta que no hay un dispositivo electrónico (llámese tarjeta electrónica o registradora) para poder realizar el cobro del pasaje en los servicios de (buses, busetas y microbuses) nos encontramos con que esta función la realiza un conductor que al mismo tiempo es la persona encarga de recibir dicha tarifa.

Indagando entre los ciudadanos, empresarios, propietarios y conductores luego de informarnos cuál es el proceso de recaudo del pasaje del gremio de los transportadores se muestra que la persona accede al vehiculó, le entrega el valor del pasaje al conductor y este no exige el valor completo del pasaje recibe lo que el usuario le entrega, de la única forma que el conductor cobre lo reglamentado por ley es que reciba un billete de mayor denominación al valor del pasaje y tenga que dar las vueltas.

Encontramos que una de las principales causas por las cuales no se cancela el valor del pasaje que está estipulado por ley en santa Marta es porque dicho conductor o en su defecto el ayudante (persona que hace de boxeador de ruta) puesto que al no exigir el valor completo del pasaje no se obliga a reportar el dinero recibido por parte de los usuarios al dueño del vehiculó porque este tasado por una tarifa diaria que se debe entregar al propietario del bus esto quiere decir que el cobro de dicha tarifa no se realiza por pasajero que utiliza este medio ya que no se cuenta con una registradora que pueda identificar cuantas personas acceden al servicio del transporte, por tal razón el conductor queda en la libertad de aceptar según su criterio que la persona entregue el valor que quiera por pasaje y como para ellos es rentable recibir un valor menor y de esta forma no tiene problema con los usuarios que tendrían si se exigiera el valor completo de la tarifa, y al final del día acceden al servicio 100 o 200 usuarios el tiene que entregar la misma tarifa, a diferencia si se exigiera un pago por pasajero movilizado no se pudiera cobrar menos de lo establecido en el pasaje porque al realizar el reporte su caja no cuadraría.

En algunos momentos se ha aducido a la cultura del no pago de los costeños lo cual no es cierto porque en ciudades como Barranquilla donde igualmente hay costeños los buses cuentan con dispositivos de conteo de pasajeros y al conductor se le liquida por pasajero movilizado esto hace exigible el valor total de la tarifa del pasaje.

Al hacer una comparación nos damos cuenta que la razón del no pago del

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