POSICIONES FRENTE A LA MINERÍA EN CAJAMARCA
Enviado por ale2396 • 7 de Junio de 2015 • Síntesis • 1.810 Palabras (8 Páginas) • 152 Visitas
POSICIONES FRENTE A LA MINERÍA EN CAJAMARCA
A riesgo de simplificación y de ser excesivamente esquemáticos, se puede identificar tres conjuntos de percepciones y posiciones respecto de la minería en Cajamarca y su rol en el desarrollo regional. Cada una de ellas supone, en efecto, matices y posiciones específicas que marcan diferencias y que muestran la complejidad del fenómeno. Además, debe tenerse en cuenta que, durante el desarrollo del conflicto, tienden a ser visibles únicamente las posiciones opuestas, los que están a favor o en contra del proyecto, y se deja de lado aquellas posiciones intermedias que buscan alternativas al conflicto.
Posiciones a favor de la actividad extractiva en Cajamarca
Las posiciones favorables a la minería en Cajamarca provienen principalmente de instituciones y personas vinculadas al desarrollo de la actividad extractiva tanto en las operaciones (trabajadores de las empresas mineras, contratistas o personas vinculadas comercialmente a las mismas) como en las actividades complementarias a la misma. Esto incluye las organizaciones no gubernamentales (ONG) vinculadas a proyectos de desarrollo que se desenvuelven bajo el auspicio de las empresas o sus asociaciones (como el Grupo Norte y la Fundación los Andes de Cajamarca - ALAC). También, se cuentan entre ellas instituciones de producción y comercio de Cajamarca, como los agremiados en la Cámara de Comercio y Producción de Cajamarca, además de personalidades y agentes politicos vinculados a partidos como el APRA y el fujimorismo e, incluso, a algunos movimientos regionales.
Para este conjunto de actores, la minería es necesaria pues genera movimiento económico y permite o permitirá, en el futuro, el salto necesario para convertir a Cajamarca en una región desarrollada. Esta contribución se expresaría, en primer lugar, en los ingresos que la actividad minera suministra al Estado central, al Gobierno Regional y a las municipalidades por concepto de canon y regalías; lo que supone una base económica insustituible para el desarrollo de Cajamarca. Así, el aporte a Cajamarca se mide en términos de la inversión y los ingresos que genera la actividad minera por los aportes al Estado.
En el desarrollo productivo, se exhibe una serie de pequeños proyectos de innovación tecnológica, capacitación y apoyo a cadenas productivas entre poblaciones campesinas en las inmediaciones de las explotaciones de la Minera Yanacocha y Goldfields en Hualgayoc. Según sus voceros, las empresas mineras habrían pasado por un proceso de aprendizaje que les permite una actuación más efectiva para la acción del desarrollo, particularmente local.
Además, cabe señalar que existen diferencias sobre la forma de hacer y entender el desarrollo entre las empresas mineras. Las nuevas operaciones mineras (Goldfields y Lumina) buscan distanciarse de las prácticas desarrolladas a lo largo del tiempo por Yanacocha. Según sus discursos, sus operaciones son más respetuosas del ambiente y, en especial, consideran de suma importancia el buen trato y las buenas relaciones con la población.
Un aspecto importante es que quienes consideran la minería una actividad necesaria para el desarrollo suelen defenderla como una opción inevitable, es decir, como un “mal necesario”. Aún cuando no siempre se formula en estos términos, algunas opiniones refieren a la necesidad de la minería como actividad que aporta recursos para el desarrollo regional. Agentes vinculados a proyectos de desarrollo y al desarrollo rural e, incluso, algunas autoridades locales, estiman que la minería aporta recursos imprescindibles que no podrían ser conseguidos a partir de otras fuentes. La minería tendría que ser tolerada y se deben establecer mecanismos de convivencia porque es necesaria e inevitable. Para estos actores, el reto es aprovechar la oportunidad para generar procesos y actividades de desarrollo “libres de minería” para el futuro, que permitan multiplicar las alternativas de desarrollo de la región.
Posiciones críticas y contrarias al desarrollo de la actividad minero-extractiva
En contrapartida, otros actores rechazan las actividades extractivas por razones diversas relacionadas con el sentido común; con matices conservacionistas de protección ambiental, de rechazo a una expansión que –aparentemente– carece de mecanismos de control, y con posiciones de tipo ideológico-políticas. Estas visiones son diversas y se reparten de manera desigual entre pobladores urbanos y rurales, según su lugar de residencia, su nivel de articulación gremial y política así como el nivel de información que manejan. Constituyen, además, en términos generales, posiciones que coinciden con el sentido común de la población, por lo que circulan con mucha facilidad, y resultan sumamente creíbles y verosímiles. Dentro de estas posiciones, podemos identificar una serie de discursos o posiciones, que se agrupan bajo el paraguas común de la oposición a la actividad minera que, según sea el caso, subrayan un aspecto particular para justificar su negativa. A continuación, revisamos los argumentos más destacados.
La minería como pérdida social. Para los pobladores urbanos de los barrios, no articulados con la actividad comercial del centro, migrantes del interior del departamento, representados en juntas vecinales y organizaciones como las rondas urbanas, la minería es una actividad externa, que deteriora el entorno social y afecta las condiciones de vida de la población. Todas estas versiones refieren al pasado de la ciudad, a los años anteriores a la mina, cuando Cajamarca era una ciudad tranquila, apacible, acogedora y segura. Para ellos, la minería ha generado una serie de efectos indeseables, como la llegada de población externa, que no respeta las costumbres locales; el incremento de bares y burdeles, por la demanda que genera el trabajo
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