PRÁCTICA 1: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO EN EL LARGO PLAZO
Enviado por Francisco Sirvent Navarro • 13 de Octubre de 2018 • Apuntes • 1.467 Palabras (6 Páginas) • 176 Visitas
PRÁCTICA 1: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO EN EL LARGO PLAZO
- Con los datos del cuadro 1 calcule el porcentaje que representa el PIB de cada región sobre el total mundial en cada uno de los años que aparecen en el cuadro.
- Con los datos de los cuadros 1 y 2 calcule la tasa de variación media anual acumulativa del PIB per cápita mundial y de cada una de las regiones para los períodos 0-1000, 1000-1500, 1500-1700, 1700-1820, 1820-1870, 1870-1913.
- A partir de los datos obtenidos en los ejercicios anteriores, responda a las siguientes preguntas:
- Los datos del cuadro 1 miden el PIB en dólares internacionales de 1990. ¿Por qué se ha tomado un valor monetario constante? ¿Qué indica la expresión “dólares internacionales”?
- ¿Se produjo un crecimiento económico uniforme hasta 1913 o existen diferencias importantes a lo largo de la historia?
- Comente las diferencias que se observan en la evolución del PIB de las diferentes regiones y trate de explicar a qué pudieron deberse.
- A partir de los datos del cuadro 3, calcule el porcentaje que representaba el PIB per cápita de cada uno de los países de Europa occidental con respecto al Reino Unido y responda a las siguientes preguntas
- ¿A qué pudo deberse el mayor grado de desarrollo económico alcanzado por el Reino Unido en 1820?
- ¿Qué diferencias se observan en el resto de los países entre 1820 y 1913? ¿A qué pueden ser debidas?
- Convierta los datos del cuadro 2 en números índice con base 100 en 1820 y calcule la tasa de variación media anual acumulativa de la población mundial para los períodos 0-1000, 1000-1700, 1700-1820 y 1820-1913, y responda a las siguientes preguntas:
- ¿A qué se deben las importantes diferencias que se observan en los distintos períodos en la evolución de la población mundial?
- Explique las diferencias que se observan en la evolución regional de la población a partir de 1820.
Texto 1
El nivel de vida de los campesinos europeos a mediados del siglo XIX era más parecido al de sus ancestros de la Edad Moderna (en cuanto a la dieta, el vestido, la vivienda, la esperanza de vida y la alfabetización) que al de sus descendientes que vivieron después de la Segunda Guerra Mundial. Durante la revolución industrial a los trabajadores apiñados en las insalubres ciudades industriales europeas no les fue inicialmente mejor que a los campesinos que siguieron en el campo. Pero a largo plazo mejoraron su nivel de vida. La transformación sufrida por Europa, desde finales del siglo XIX hasta la actualidad, en poco más de una centuria, fue fruto de la revolución industrial; sin duda, el acontecimiento económico más importante de la historia contemporánea. Simon Kuznets denominó este proceso como crecimiento económico moderno, que se caracterizó por la aplicación sistemática de la ciencia a los procesos productivos y la organización de la economía, las empresas y la sociedad. El crecimiento económico moderno fue acompañado por las altas tasas de crecimiento del producto per cápita, la aceleración del crecimiento de la población y del consumo, el aumento de las tasas de ahorro y de inversión y la transformación en la estructura del producto interior bruto (PIB), ya que la producción agraria perdió la primacía, que pasó a la producción industrial. Según A. Maddison, con la industrialización se aceleró el crecimiento económico: el PIB per cápita mundial creció a una tasa anual del 1,6% entre 1820 y 1989, octuplicando la tasa de crecimiento de la época precapitalista.
Aquella aceleración del crecimiento económico fue fruto de la industrialización. Para explicar la gestación de ésta, hay que considerar, antes que nada, que la revolución industrial y el crecimiento económico que siguió sólo tuvieron lugar en Europa y en algunas naciones que tenían instituciones europeas, porque habían sido colonias europeas, que se independizaron tempranamente. De hecho, Europa es el continente con mayor concentración de economías desarrolladas; es decir, países que han culminado la revolución industrial y que tienen un alto nivel de renta per cápita y de productividad del trabajo. Estos países desarrollados atesoran unas características comunes que, probablemente, son las que explican la industrialización, según Maddison. Primera, todos ellos tienen una cultura occidental y están situados en Europa o en territorios que fueron colonizados por los europeos (como Estados Unidos, Canadá y Australia). La excepción es Japón, que no fue colonia, pero que con la revolución Meiji cambió radicalmente su legislación, copiándola de diversos países europeos. La segunda característica común es institucional: todos los países desarrollados tienen un sistema económico capitalista de mercado, completado con una amplia intervención y regulación del Estado. Es decir, son economías mixtas, en las que se conjugan tres elementos básicos para el crecimiento económico: un régimen legal que garantiza los derechos de propiedad privada de los medios de producción; el funcionamiento del mercado para la asignación de los recursos; y la actuación del Estado encaminada a la regulación y de las reglas de actuación de los agentes privados en los mercados y la provisión de determinados bienes públicos.
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