PRODUCCIÓN PIROTÉCNICA EN ZUMPANGO EDO. DE MÉXICO
Enviado por ca731 • 3 de Abril de 2016 • Trabajo • 1.125 Palabras (5 Páginas) • 278 Visitas
PRODUCCIÓN PIROTÉCNICA EN ZUMPANGO EDO. DE MÉXICO
No se sabe con exactitud quién introdujo la práctica de esa actividad al Pueblo de San Pedro de la Laguna, aún así, la gran cantidad de personas que se dedica a esta labor ha encontrado diferentes formas de adquirir los conocimientos de la cohetería. Algunos se dedican a ella porque fue la única opción que tuvieron, otros por elección o herencia. La tradición viene de más de cien años atrás, pues a inicios del siglo XX el ser cohetero ya era un oficio reconocido dentro de la entidad, como lo sigue siendo hasta ahora.
San Pedro de la Laguna, población localizada en el municipio de Zumpango Estado de México, el cual colinda con los municipios de Tequixquiac, Teoloyucan, Nextlalpan y Tizayuca perteneciente al Estado de Hidalgo. Es mayormente conocido por su trabajo pirotécnico, del cual cerca de 4 familias depende económicamente al estar involucradas en la producción, comercialización y distribución de pirotecnia.
La creación de fuegos artificiales es una tradición que ha pasado de generación en generación, en la actualidad es el oficio más importantes para sus habitantes, quienes en su mayoría solo pueden contar con una escolaridad básica, al no contar con los recursos necesarios para culminar o al menos poder comenzar una carrera profesional. De acuerdo con datos del departamento de desarrollo económico del municipio, durante el 2014 la producción de pirotecnia en la localidad mostró un incremento de entre el 10 y 15%, situación que se ve reflejada en una mayor derrama económica para apoyar a las familias involucradas en esta peligrosa, pero necesaria labor.
Aunque la temporada con mayor importancia de ventas en la producción de pirotecnia se establece entre los meses de septiembre y enero, los artesanos trabajan todo el año para satisfacer la demanda local, para buscar mejorar e innovar su producto. Pero también con el objetivo de cumplir sus festividades más significativas, como lo son: la celebración de Semana Santa a finales del mes de marzo, así como amabas fiestas que ofrecen al pueblo en los meses de julio y agosto.
Sin duda alguna es Semana Santa uno de los festejos más esperados cada año en el municipio, al ser muy vistoso, donde se dan cita todos los artesanos y aficionados de esta grandiosa manifestación artística con exhibiciones con variados tipos de fuegos artificiales, al igual que la fiesta que la acompaña en todo su entorno con grandes cantidades de cerveza, pulque o mezcal (sin importar que estos sean guardar), comida hecha por las madres, esposas e hijas de los maestros coheteros. Más que una simple presentación de productos y servicios, este pueblo proveedor de arte y cultura pirotécnica, se transforma durante un fin de semana en el centro de un gran evento para residentes y visitantes de localidades aledañas.
Pero, de acuerdo con los integrantes de la familia Ramos Sánchez, pioneros en la creación de pirotecnia, esta tradición provoca que desde muy pequeños se involucren en el oficio. Los trabajadores llevan a sus hijos desde los 10 u 11 años de edad a los talleres, en donde estos ayudan a las labores de distinta forma, jalando ilaza, cartón o cualquier tipo de material “no tan delicado”.
Los niños están expuestos a materiales explosivos como potasio, nitrato y pólvora. No hay controles para reglamentar la salud ni sanciones para los propietarios por permitir que menores de edad permanezcan dentro de los talleres.
Otro detalle importante a destacar es que los trabajadores no cuentan con servicios médicos ante el riesgo que corren de sufrir un accidente. El seguro se les niega por el gobierno al saber que manipulan materiales sumamente peligrosos.
“…Vamos con el gobierno para que nos eche la mano para asegurar a nuestros trabajadores pero nos dicen que no porque son cohetes, o sea que está como satanizado este oficio”. R.R.
El manejo de material explosivo significa un peligro latente para las personas dedicadas a este oficio pero también para los habitantes más cercanos a los 53 talleres de elaboración que colindan con la transitada carretera Zumpango-Cuautitlan.
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