PROTOCOLO DEL LIBRO "EL MONJE QUE VENDIO SU FERRARI"

EL MONJE QUE VENDIO SU FERRARI

Julián Mantle se derrumbo en la mitad de una sala llena del tribunal, le dio un ataque cardiaco en medio de un juzgado, era uno de los mas destacados abogados del país; era también un hombre reconocido por sus elegantes y caros trajes italianos, su mansión, su Ferrari y su extraordinaria carrera de éxitos profesionales. Ahí se encontraba derrumbado como un pequeño niño indefenso postrado en el suelo con el deseo de sobrevivir.

Julián era un hombre duro, dinámico y siempre dispuesto a trabajar dieciocho horas diarias para alcanzar el éxito que según él era su destino.

Él era un gran abogado y su forma de trabajar en los tribunales, era ya una leyenda, solía ser noticia de primera plana. Los ricos y famosos se acercaban a el siempre que necesitaban los servicios de un excelente defensor.

Egresado de Harvard, y con una gran fortuna, tenía todo lo que un gran abogado pudiera desear.

Julián provenía de buena familia (su abuelo senador y su padre juez federal) y grandes eran las expectativas que llevaba a acuestas; había escogido como ayudante y para formar un despacho de abogados a un compañero suyo de la universidad con quien habría compartido mucho tiempo juntos, y al cual escogió por su sencillez, era John aunque el no descendía de un gran linaje ni era el mejor interno.

Pese a que Julián esta obsesionado con su trabajo y llevar este acabo con el, era algo frustrante dado que no podía equivocarse y las cosas se debían hacer tal como él las decía, sin embargo detrás de esa irritable persona se hallaba una ser que se preocupaba por los demás, aunque estuviese muy ocupado.

Al pasar el tiempo John se daba cuenta de que la vida su mentor se desplomaba progresivamente ya nada le satisfacía; su matrimonio se acabó, ya no hablaba con su padre y pese a que lo tenia todo económicamente no había encontrado lo que él estaba buscando.

Julián había perdido el rumbo de su vida a sus cincuenta y tres años, fumando gruesos habanos, con las cenas a altas horas de la noche en restaurantes y bebiendo cognac uno tras otro; su salud estaba muy quebrantada dejándole muchos mas problemas que solo la obesidad de la cual padecía.

Llamaron a todos los miembros del despacho a una reunión urgente para informarles que el señor Julián Mantle había sufrido de un ataque cardiaco mientras presentaba el caso Air Atlantic, por lo tanto se encontraba en cuidados intensivos recuperándose.

John esperaba con ansia que Julián se recuperara de ese terrible ataque cardiaco que había sufrido y que se reincorporara a la asamblea de abogados; pero dada esta situación él había tomado la decisión de dejar el bufete y renunciar a ejercer su profesión, por lo tanto ya no volvería a trabajar renunciando así a su gran vida profesional.

John no podía creer que él no hubiese respondido su llamadas y se entero de que Julián había vendido todas sus pertenencias, sus casas, su Ferrari, su avión, incluso una isla que tenia como su propiedad y que se había ido fuera del país a la india en una expedición, de ahí ya no supo mas de su compañero y amigo que habría sido su gran maestro.

Pasados tres años, un día John se encontraba en su departamento, cuando Genevieve, su ayudante se asomo a la puerta comentándole que tenia una visita y que no se iría hasta que él lo atendiera; a lo que el respondió que estaba bien que pasara, cuando se abrió la puesta, vio a un hombre alto de unos treinta y cinco, de cuerpo esbelto, delgado y musculoso, con una sonrisa en la cara que reflejaba salud, tranquilidad y paz interior.

John no pudo reconocer a Julián, tenía completamente otra apariencia, ya no tenia esa cara abotagada, enfermiza, las acumulaciones de grasa en su cuerpo, lucía completamente diferente.

Julián entro en el departamento de John y comenzaron a platicar. Julián le comento que se había ido a viajar alrededor del mundo para encontrar lo que realmente estaba buscando puesto que la abogacía había cobrado su precio a lo largo de su vida. Viajo de aldea en aldea, al paso del viaje se empezó a sentir mas jovial recuperando su vitalidad y su risa. Cuanto más exploraba mas oía hablar acerca de unos monjes hindúes que a pesar de su avanzada edad conservaban toda su energía, juventud y vitalidad.

En la India, había conocido a un velador

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