PRÁCTICA DEL CONSUMO Y CLASES SOCIALES EN COLOMBIA.
Enviado por katherine.cruz16 • 23 de Mayo de 2017 • Ensayo • 1.335 Palabras (6 Páginas) • 253 Visitas
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Práctica del consumo y clases sociales en Colombia
En su conocida obra Consumidores y ciudadanos Néstor García Canclini, expone el concepto de consumo haciendo una reformulación de este e integrándolo en relación con la sociedad, manifestando que al contrario de como se ha presentado, el consumo se comprende por su racionalidad; siendo de un carácter tanto sociocultural como sociopolítico, influenciado por la búsqueda de la satisfacción de necesidades biológicas y simbólicas que repercuten en el orden de la sociedad; atrayendo así, nuevas mercancías a la actividad productiva, lo cual genera la reformulación de los códigos compartidos, pero sin dejar de ser una apropiación colectiva que dé relaciones de solidaridad y distinción con otros.
Además, subdivide el tema principal en tres puntos importantes que son: Hacia una teoría multidisciplinaria, donde presenta el significado de consumo y la racionalidad de que se expanda y se renueve innecesariamente el mismo; ¿Hay una racionalidad posmoderna?, en el cual se expresa cómo la crítica de la posmodernidad ha sido de ayuda para reflexionar sobre la organización social que estableció la modernidad; y Comunidades trasnacionales de consumidores, que pretende encontrar el conjunto de la nueva reestructuración de las comunidades de pertenencia y control, que permita la participación en una sociedad construida por procesos globalizados del consumo. Por último, el autor concluye el texto haciendo una reflexión sobre cómo el consumo contribuye en la construcción de un pensamiento que asiste positivamente en la vida social.
En este orden de ideas, esta obra permite abrir diversos cuestionamientos sobre la situación actual del mundo en países como: Estados Unidos, Inglaterra, Francia, entre otros; pero no es necesario ir tan lejos si puede analizarse desde un punto más cercano como lo es Colombia, país en el cual, bien se sabe que existe una significativa disparidad social. Con base a ello y a los diferentes acontecimientos socioeconómicos transcurridos en el siglo XXI, una de las preguntas que puede plantearse es ¿cómo es posible establecer un paralelo entre las clases sociales respecto a la práctica del consumo en Colombia? Y para responder a ello, es necesario resaltar que sí existe tal paralelo, pues el consumo actúa como un monopolio en el cual todos sin excepción entran a ser más que jugadores, fichas del juego sin importar clase social o nivel de ‘status’; esto hace que sea posible establecer una similitud o semejanza entre la práctica de la actividad del consumo tanto de las clases altas como de las bajas.
Para que exista como se mencionó anteriormente la llamada “práctica de la actividad del consumo”, existen varios factores que influyen en ello como lo son: las creencias religiosas, moda, cultura, nuevas tecnologías, entre otras; prácticamente todas moderadas por los medios de comunicación y utilizadas para que las personas sean del nivel social que sean, aumenten su ansia por el consumo de cosas que en muchas ocasiones son innecesarias, tal y como lo dice Bauman (2007) en Vida del Consumo:“… el consumismo es también, y justamente por esa razón, una economía del engaño. Apuesta a la irracionalidad de los consumidores, y no a sus decisiones bien informadas tomadas en frío; apuesta a despertar la emoción consumista, y no a cultivar la razón.” (p. 72). Cada vez más se obliga tanto directa como indirectamente a las personas a recurrir al consumo como forma de vida; con cada comercial en televisión o en la radio, con los estereotipos propuestos por la sociedad, con toda la serie de símbolos y signos que las diferentes religiones implementan; se lleva a la sociedad sin importar la suma de dinero o recursos que posea, a ser partícipes de un juego que beneficia única y exclusivamente a las grandes empresas, nacionales y multinacionales.
Adicional a lo anterior, con el avance de la tecnología en el último siglo, se evidencia notablemente el incremento de consumo en la sociedad. Según los resultados arrojados en el año 2011 acerca de la encuesta realizada por la firma encuestadora Ipsos-Napoleon Franco sobre las percepciones, usos y hábitos que tienen los colombianos acerca de las TIC, se constata la influencia de la tecnología en el nivel de consumismo de las nuevas generaciones, pues muestra que 8 de cada 10 colombianos tiene un teléfono inteligente; 6 de cada 10 colombianos adquiere una computadora, con ello incrementa el uso de la internet y la mitad de esta población ocupa un promedio de 3 horas navegando, el cual resulta ser el mismo promedio en el que ven televisión. La internet y la televisión son la vía mayormente utilizada por los medios de comunicación (los cuales cabe resaltar que están controlados por las grandes instituciones del país como lo son el estado y las diferentes compañías) para llegar a la persona y despertar esa ‘emoción consumista’ respecto a lo que está de moda en la actualidad.
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