Clases Sociales

Cada día vemos en la sociedad, en los medios de comunicación hablar de valorarnos como seres humanos, respetarnos, hacer valer nuestros derechos y cumplir con nuestros deberes como ciudadanos, se nos informa que vivir con armonía es la fórmula para tener una vida placentera, ¿pero en realidad este testimonio es la clave para llevar una vida justa? Pues bien, para sorpresas de muchos vivimos en un mundo poco competente el grado de desigualdad socioeconómica en Colombia es indignante, Elijan ustedes el indicativo para calcularla y verán, inclusive, que en muchos departamentos la desigualdad va en aumento, vivimos en un país dócil, donde los dirigentes o políticos dicen un prólogo con frases célebres y se cree que todo va a evolucionar, Al mismo tiempo que se afianza la democracia se agudizan las diferencias entre los sectores más pudientes y los más postergados.

Al cabo de unos meses la población civil, atenúa su pensamiento, medita y se da cuenta que todo va hacer equivalente a tiempos pasados o que puede empeorar, no buscamos solución, nos inutilizamos y creamos una actitud autónoma que a cierto modo solo es de supervivencia, donde muchas veces no nos importa en como las demás personas viven, que comen, que hacen, si tendrán para comer mañana o no; es decir, solo nos importa nuestro comodidad y el de nuestro perímetro de personas más allegado, aunque refutamos porque hay tanta miseria e indigencia, pero no hacemos nada para hacer parte de esta conclusión.

Muchas son las dificultades que por la desigualdad se presentan, muchos son los casos que a diario vemos en televisión, internet, prensa, escuchamos en la radio y en nuestra comunidad.

Se sabe y se es consciente que en este mundo materialista, existen personas adineradas, pero será que con este elemento tangible, que la sociedad le ha dado un valor, se podrá comprar todo; pues para des fortuna de estos no, pero el tener el privilegio de portar este recurso no les da el derecho de humillar y discriminar a las personas que el medio designa como pobres, porque trabajan para obtener el alimento de cada día.

Colombia, un país con tantas riquezas minerales, y capacidad humana es difícil pensar que hay tanta desnutrición, mientras nosotros hacemos nuestras actividades diarias cientos de niños anhelan de probar alimentos saludables, según un estudio reciente de la universidad nacional son 15 mil los menores de cinco años que fallecen cada año por una enfermedad asociada a la desnutrición.

Desnutrición es la falta de ingesta o absorción de alimentos o por estados de exceso de gasto metabólico es la explicación breve de Paul Martín, delegado en Colombia del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Así mismo, alrededor de 500 mil niños colombianos sufren de desnutrición crónica, según lo indica un informe del Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico (Cede) de la Universidad de los Andes. Según el Dane, en su informe sobre pobreza en 2008, veinte millones de colombianos son pobres y cerca de ocho millones son indigentes. Pobreza y desnutrición van de la mano. 1

El estado tiene que velar por el cuidado de los niños que son el futuro de Colombia, y para que esto mejore, tienen que remediar el problema de raíz, mejorando la calidad de vida de los padres de los niños. Tal vez muchos al leer un artículo de este tema se motiven a colaborar al mejoramiento de la calidad de vida de muchos niños, pero muchísimos más hacen como si todo estuviera normal.

No hace falta ser un analista para darse cuenta que en este país la situación y la falta de oportunidades, es lo que se ve diariamente, lo único que no se puede dudar es que estamos mal, el índice de pobreza aumenta cada día y otros problemas como la drogadicción, el alcoholismo, los grupos al margen de la ley, a aunque estas acciones no son justificables desde ningún punto de vista, todo va enlazado por la clase social de cada persona, la dificultad para enlazar en un medio y para surgir de la manera adecuada.

Un pensamiento que destaca a los residentes de esta patria es el deseo de surgir, de poder cumplir nuestras metas, pero la falta de oportunidad de una movilidad ascendente, hace que muchas personas busquen el camino más fácil, la delincuencia para cubrir las necesidades económicas.

A todo esto va ligado el desempleo, La tasa de desempleo en Colombia llegó al 13,5 % según el Dane. Un total de 18.932.000 personas tenían ocupación en Colombia, 2.967.000 se encontraban desocupadas y algo más de 9 millones ostentaban la consideración de subempleados (empleo informal o empleo del rebusque).2 y aunque los pobres que trabajan que se ganan un salario mínimo que está en 535.600 3 tratan de subsistir, y mantener la alimentación de los hijos, la oportunidad de entrar estos niños a una universidad son muy escasas, para modo de surgir tienen que hacer muchos sacrificios en la vida y es aquí donde surge el resentimiento o frustración hacia los dirigentes corruptos de este país. Lastimosamente en un país como Colombia tienen que existir los pobres para que existan los ricos para que exista un balance en los bolsillos de los grandes funcionarios.

Las clases sociales de un país dependen del desarrollo económico y de la buena o mala administración de este, las características que adquieren las diversas sociedades dependen fundamentalmente de la forma en que se producen en ella los bienes materiales.

A finales del siglo XIX el hombre colombiano nacía vinculado por tradición familiar a uno de los partidos políticos: al conservador o al liberal, circunstancia que llevó a la ideologización política de los colombianos cuando los colombianos se enfrentaron en la Guerra de los Mil Días4, que fue el enfrentamiento de dos repúblicas políticas la conservadora y la liberal y de dos estilos de vida y de pensamiento.

En el siglo XIX en Colombia nació la sociedad de clases, muy diferente a la estamental que es definido por un común estilo de vida o análoga función social5. Las clases sociales se diferenciaban en función del nivel económico.

Estas se dividían en la antigüedad de la siguiente manera

La burguesía: era considerada la nobleza estamental, los empresarios (industriales, hombres de negocios, banqueros); los rentistas, que vivían de los intereses de sus fortunas; los altos funcionarios; los intelectuales y los profesionales liberales (abogados, médicos, etc.).6

Los burgueses vivían en las ciudades, en los nuevos barrios; concedían gran importancia a las apariencias; frecuentaban

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