PSICOLOGÍA DEL MEXICANO 2. BAJO LAS GARRAS DE LA CULTURA
Enviado por Jonathan Ruiz • 20 de Enero de 2020 • Ensayo • 1.329 Palabras (6 Páginas) • 866 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
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FACULTAD DE CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN[pic 2]
GRUPO 1360
COMPORTAMIENTO DE LAS ORGANIZACIONES
PROFESOR. LUIS HERNÁN ORELLANA SANTIBÁÑEZ
ENSAYO. PSICOLOGÍA DEL MEXICANO 2. BAJO LAS GARRAS DE LA CULTURA
RUIZ GARCÍA JONATHAN ALEJANDRO
CIUDAD UNIVERSITARIA, 1 DE OCTUBRE DE 2019
INTRODUCCIÓN
El mexicano a lo largo de los años a sido figura de estudio para los investigadores, debido a que la psicología del mexicano es algo compleja y difícil de describir, muchos autores han escrito sobre esto como Octavio Paz (El Laberinto de la Soledad), Samuel Ramos (El Perfil del Hombre y la Cultura en México), Rogelio Diaz Guerrero (Psicología del Mexicano), por mencionar alguno con sus respectivas obras.
Este libro en donde se muestra que el “conócete a ti mismo” tiene que ser reemplazado, precisamente por “Conoce tu cultura”. Todo individuo nace en un momento determinado, en una época especifica de la historia y en los brazos de una cultura distintiva; las fuerzas culturales son los valores tradicionales, filosóficas de vida y características estructurales.
La forma de entender la identidad de los mexicanos ha jugado un papel decisivo en la educación formal, específicamente en la educación básica. Los valores que se le han asignado han sido los moldes con los que históricamente se la ha querido significar. En cada época se ha querido ver y construir un estereotipo de mexicano.
La educación formal depende, en buena medida, de los valores que le asignemos a la identidad de los diferentes sujetos históricos. ¿Cómo es el mexicano? ¿Hay un concepto en el que se pueda resumir al mexicano? ¿Se puede hablar de un solo tipo de mexicano? la evolución de la psicología del mexicano a través de los años va cambiando las escalas factoriales de creencias tradicionales mexicanas, entre ellas el machismo, la obediencia a los padres y la virginidad, permite discernir algunos parámetros acerca de la evolución de la cultura mexicana, tanto en sus aspectos constructivos como negativos.
El primer capítulo muestra la grave confusión, especialmente en los políticos, y que los diccionarios no aclaran, entre la cultura de las humanidades, la cultura de cultivo, y la cultura según la antropología, que se centra en las creencias y valores de los pueblos. Es esta cultura la que el autor, después de definirla operacionalmente, utiliza en estudios cuantitativos.
El uso de la cultura en las humanidades tiene significado de persona culta o del cultivo del potencial de la mente de los seres humanos, mientras cual la cultura des el punto de vista antropológico dice que es un complejo conjunto que incluye conocimientos, creencias, arte, principios morales, costumbres y todas aquellas habilidades y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad.
El autor del libro después pone en contraste a Octavio Paz, con lo que el cree que es la nueva realidad del mexicano, con frecuencia Paz empieza a hablar de forma positiva de México y de los mexicanos, pero casi fatalmente termina hablando mal por otro lado el mexicano tiene un gran defecto, que es sentirse inferior… No es que lo sea, pero él se ve de esta manera. Este sentimiento sin duda viene de la gran inseguridad que tiene y la poca fe en sí mismo. Así lo dice Samuel Ramos: “…no se afirma que el mexicano sea inferior, sino que se siente inferior…”
Rogelio Díaz-Guerrero manifiesta que la poca autoestima del mexicano se debe a una excesiva y mal entendida humildad, la cual auto impone a fin de destacar el valor y la grandeza de los símbolos en los que se cree: Dios, la Virgen, los santos, la Iglesia; y los de las personas que son su razón de ser: la madre, el padre, la familia, el hermano mayor, los compadres, los amigos. Muchas de las actividades del mexicano están ligadas a tales símbolos, lo que le proporciona una seguridad, así como el servicio a los demás.
La actitud flexible y adaptativa de nuestro pueblo permite aceptar la divergencia de opiniones, y propicia la armonía y la cordialidad. Sus modales corteses y ceremoniosos no son meros formalismos; detrás de ellos se esconde un genuino calor humano; sus celebraciones y sus fiestas son de entrega y de comunicación.
La actitud solidaria con la familia, con el grupo y la sociedad también son factores positivos que pueden aprovecharse para el desarrollo social. A pesar del machismo, el hombre es más expresivo, lo que facilita la comunicación efectiva entre la pareja. Su sentido de humar le permite superar las adversidades y ser alegres y sociables.
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