Paradura del Niño Jesus de Tarmas
Enviado por mariyeya • 16 de Junio de 2019 • Informe • 5.092 Palabras (21 Páginas) • 444 Visitas
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA CULTURA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LAS ARTES
CENTRO DE ESTUDIOS Y CREACIÓN ARTISTICA SARTENEJAS
Rasgos distintivos de la parranda del Niño Jesús de Tarmas y los Pastores del Niño Jesús de El Limón
Integrantes:
Gabriel Cota
Maria Seijas
Caracas, Diciembre de 2018
Parranda del Niño Jesús de Tarmas
Inicios con los Franciscanos
La comunidad de Tarmas, ubicada al oeste del Estado Vargas, es apreciada por la conservación de sus tradiciones y por ser una gran cuna de la cultura y la música tradicional. Una de sus muchas manifestaciones más representativas es la parranda del niño Jesús. La adoración al niño Jesús llega aproximadamente en el siglo XI con la llegada de los frailes Franciscanos a Venezuela, estos españoles venían con la intención de evangelizar a los indios y negros que se encontraban en nuestro país durante la época de la conquista.
Ya para 1854, con la liberación de indios y negros esclavos, los dueños de haciendas piden a la iglesia del poblado sacar a la patrona, la virgen de la Candelaria, para bendecir los bienes agrícolas y agropecuarios, a sus devotos y ahora a los indios y negro libres. Esta petición en su momento fue negada, ya que la iglesia no podía quedarse sin su patrona por mucho tiempo y trasladar la imagen de la virgen de campo en campo tardaría disponía de tiempo.
Es allí donde los Franciscanos, para integrar a la comunidad a la devoción Mariana, le propone a la iglesia sacar a peregrinar solo al niño Jesús que posee la virgen de la candelaria, protegido en un nicho, para que la iglesia no se quede sin la presencia de la patrona, a cual fue aceptada. Esta información se conserva gracias al trabajo realizado por Daniel Benítez (Santero del Niño Jesús de Tarmas) y la Sociedad del Niño Jesús de Tarmas, quienes se han encargado de transmitir la información sobre la tradición de la adoración del Niño Jesús en el poblado de Tarmas.
Se tiene un indicio de que fue en 1890 cuando se comenzó con la peregrinación del Niño Jesús por las haciendas y sectores donde solían vivir los esclavos libres. Esta hipótesis se debe a los escritos de Pío Rengifo, quien vivió en Tarmas hasta 1892 para luego mudarse a El Güire.
La parranda
La celebración de la parranda consiste en llevar al Niño Jesús de visita por distintos lugares de la entidad vecina durante unas cuantas semanas, en lo que se va realizando la vista se realizan procesiones, misas y velorios, las cuales dan a recordar la peregrinación que llevaron a cabo San José y la Virgen María desde Nazaret hasta Belén.
La tradición dice que el Niño Jesús sale todos los años a recorrer los campos, a bendecir los pueblos vecinos, a visitar a los campesinos para que obtengan buenas cosechas y gocen de abundante ganado y buenas ventas. El recorrido durante la temporada navideña se realiza a partir del 16 de diciembre hasta el 24 del mismo mes, que es cuando debe ser entregado nuevamente a la Iglesia para la llegada de la Navidad
Los parranderos trasladan la imagen del Niño Jesús de casa en casa y en cada una de ellas los habitantes lo reciben con mucha devoción, lo besan, le rezan, le cantan y le dan su limosna, suelen obsequiarle bebida y comida.
Cuando los parranderos van llegando a la casa escogida para recibir la imagen del Niño Jesús se canta la siguiente estrofa:
Prevengan la mesa (o preparen la mesa)
y enciendan la luz
para que reciban
al Niño Jesús
Durante su estancia en la casa los parranderos van improvisando estrofas de lo que va pasando en el momento, mientras que los anfitriones se encargan de adorar la imagen del Niño Jesús y atender a los peregrinos. Para cuando se tienen que retirar de la casa se canta otra estrofa significativa:
Vámonos Emanuel
Salvador Pascual
que tu santa madre
te mandó a buscar
Personajes y símbolos del Niño Jesús de Tarmas
El Santero y el Encargado.
En un principio los papales eran diferenciados en esta tradición pero con el tiempo ambos cargos quedaron en ser casi el mismo. El encargado solía ser aquel que elegiría al santero cada año, solicitaba en la jefatura el permiso correspondiente para desempeñar el cargo y posteriormente era a quien el santero le entregaba la limosna y ofrendas, las cuales él mismo encargado haría llegar al sacerdote. Por otro lado, el santero poseía el trabajo de simplemente buscar la imagen de El Niño en la iglesia en el día correspondiente, llevarlo a cometer las visitas respectivas, volver al pueblo el día 23 de diciembre para el realizar el velorio, y por ultimo llevar a El Niño de vuelta a la iglesia el día 24 de diciembre. Daniel Benítez es el primero en cumplir con ambos roles dentro de la tradición a partir de 1979.
El dinero que se recolecta en cada parada es administrado por los organizadores para cubrir los gastos de la celebración y, dependiendo de lo reunido, ayudar a algún vecino con problemas.
La Cuna.
El Niño Jesús se encuentra en una caja con marcos de madera y paredes de vidrio echa a la medida, aquí trasladan la imagen del Niño durante su peregrinación. Esta caja va sujeta de dos correas de cuero que sirve para que el Santero lleve la cuna en su espalda como un si fuera un morral.
El Vestido.
El Niño Jesús se les viste con vestidos que elaboran las personas que agradecen el cumplimiento de la promesa que ellos con devoción le pidieron. No se tiene registro de la antigüedad de esta práctica.
Los vestidos que se le hacen la imagen del Niño Jesús son guardados en el Escaparate, un mueble especifico que es exclusivamente para guardar las ropas que elaboran los devotos.
La Música.
La música de la Parranda del Niño Jesús varía según la región del país donde se celebre. En los velorios de Tarmas, al igual que en Curiepe y El Guapo (estado Miranda), es común el uso de las décimas, estas son cantadas en forma de contrapunteo entre los devotos que pagan sus promesas al Niño, quienes improvisan creativamente llevando el compás de la fulía típica de esa zona (6/8). Esta parranda suelen estar acompañada por cuatro, tambores, maracas, charrascas, platos de peltre y cualquier otro objeto que los acompañantes del Niño Jesús tengan a la mano para llevar el ritmo.
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