Paros En Colombia

El aumento desenfrenado de las importaciones y el manejo de la producción e inversión subordinado al Tratado de Libre Comercio (TLC), mantiene arruinados a los campesinos, mineros, camioneros, y hasta cafeteros en Colombia.

A pesar de que los paros y las protestas es la tendencia que vive ahora América Latina, parece ser que en Colombia, no ha tenido el éxito deseado. Si bien las manifestaciones de inconformismo han estado desde siempre expresadas de diversas formas, sea mediante canciones, exposiciones artísticas, protestas estudiantiles y ahora, terminar en grandes huelgas nacionales, han quedado en nada, y lo que quieren realmente no lo obtienen. En estos últimos años dichas manifestaciones han tomado mayor auge, estableciendo una cierta tendencia en la región.

Así, en distintas partes del mundo, buscan mejores condiciones para el pueblo y lastimosamente, en algunos casos estas soluciones solo se obtienen cuando precisamente el pueblo se rebela contra los dirigentes y gobernantes, y cuando estos se ven bajo presión es que proceden a ceder a las peticiones de la sociedad y eso, no siempre. Ahora bien, a la voz de que se hagan valer los derechos, el pueblo utiliza cualquier método para lograr su cometido, y de ahí surgen las protestas, los paros, las movilizaciones, que son válidas, justas e incluso necesarias. Exigirle al Estado mejores condiciones es un derecho que la sociedad debe utilizar las veces que sea necesario; pero lo que no está bien es usar las protestas, los paros y las movilizaciones para bloquear vías, crear disturbios y generar pánico. ¿Pero entonces como solucionan los problemas? A este dilema se enfrenta el pueblo Colombiano, los cafeteros, los mineros, los camioneros y finalmente los campesinos, quienes no han encontrado otra forma para conseguir su cometido que precisamente bloqueando vías. ¿Qué buscan cada uno de ellos?

Los Cafeteros: La rentabilidad es la preocupación de los cafeteros porque el precio interno de compra del café ha registrado una pérdida de más del 60 por ciento en los últimos dos años y medio, y ha habido bajas cotizaciones en el mercado mundial. Hoy, pese a los subsidios que entrega el Gobierno, no alcanzan a los costos de producción, estimados en 650.000 pesos, promedio para todo el país, por lo que le piden al gobierno que garantice un precio interno de compra de la carga de 60 kilos por encima de los costos de producción, que en la actualidad se acercan a los 700 mil pesos, mientras que el grano se está comprando a 504 mil pesos por parte de la Federación y a 522 mil pesos por parte de empresarios privados. La ayuda actual que brinda el gobierno a los cafeteros es de 60 mil pesos por carga de café, pero eso no es suficiente para cubrir los gastos de producción, que se encarecen por el alto precio de los insumos, a pesar de que muchos de ellos no tienen aranceles.

Como consecuencia, se está incumpliendo los compromisos financieros con los bancos, lo cual podría desencadenar embargos, desalojos y remates de las fincas, que dejaría como resultado no solo una situación económica y social más grave, sino también ocasionaría más desempleo en el campo y por tanto migración hacia las ciudades.

Respecto a los subsidios, la Federación Nacional de Cafeteros FNC y el Gobierno, sostiene que se está cumpliendo con la entrega de dichos subsidios a los caficultores tras el acuerdo del 8 de Marzo en Pereira, pero no es eso lo que los caficultores piensan, porque de ser así, no se manifestaran con paros.

Los Mineros: Básicamente son cuatro

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