Patrimonio y la intervencion arquitectonica

Patrimonio y la intervención arquitectónica

Como muchas otras disciplinas y actividades, la arquitectura está llena de muchísimas oportunidades, las cuales son para poder materializar cualquier tipo de idea mediante modificación de estructuras, continuacion de diferentes tipos de actuaciones, implementación de nuevas estructuras, y muchísimas otras cosas más. Dichas acciones, se realizan para, con un sentido optimista de la condición propositiva de la arquitectura, poder colaborar en la mejora de nuestro entorno.

Sin embargo, cuando no hay oportunidades muy frecuentemente, la arquitectura se inventa la innovación, o la buscan donde sea que pueda haberla, a través de propuestas como de ofrecimientos a posibles comitentes, esto último lo que más interesa dada la condición material de la arquitectura. Desde siempre ha existido también otra brecha, la cual se define como concursos de arquitectura, los cuales han sido una buena vía de oportunidades, a través de la cual toda la sociedad ha utilizado y aún utiliza para demandar a los arquitectos ideas y soluciones para que puedan intervenir en determinadas situaciones. Situaciones complejas o comprometidas que buscan un amplio abanico de respuestas para encontrar, o fallar según el lenguaje específico de los jurados, la más adecuada posible.

Ya que la sociedad demanda una serie de ideas sobre el público arquitectónico, se debe responder a ellas de manera que no solo pensemos en una ganancia o un reconocimiento, sino un servicio a la sociedad, por la cual nuestra labor sea destacada. Para nadie es un secreto que el patrimonio cultural es una de las expresiones del arte mejor construida (en la República Dominicana, por ejemplo la zona colonial), y dichas edificaciones en ciertos casos se ven muy deteriorados, por lo que deben existir unas respuestas arquitectónicas a preguntas que, como fiel reflejo de las demandas sociales, cada vez se decantan más por intervenciones sobre lo existente, sobre un patrimonio arquitectónico que con el paso del tiempo nuestra sociedad valora más. Un patrimonio edificado muy diverso, de tiempos diferentes, calidades no homogéneas, conservaciones dispares…. pero donde siempre permanecen valores generalmente asociados a nuestra memoria. De las múltiples maneras de actuación en dicho patrimonio surgen diferentes oportunidades en función del grado de intervención sobre el mismo.

Existen diferentes opiniones, las cuales por un lado están de acuerdo con poner manos a la obra en las estructuras históricas para hacerlas perdurar mucho más tiempo de lo estimado,como la frase que dice:

 “En nombre de la historia no hay que conservar; cada hombre aporta lo mejor de su tiempo.”

Esta frase refleja que por más históricos y bien construidos que estén los patrimonios de nuestro país y del mundo, no podemos dejar de lado la situación de que con el tiempo que llevan ya se están viendo deteriorados poco a poco, y lo que se busca es que esto no pase desapercibido y se intervenga de forma que se vea como nuevo, o mejor aún. Sin embargo, otras opiniones son contrarias, las cuales afirman que si se toca la historia, ya no es igual o que se pierde la esencia. Existen varias verdades en esta última frase. Si se interviene de forma masiva, modificando la estructura de tal forma que no mantenga la esencia de lo que estaba estipulado a ser, esta mal.

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