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Pierre Bordieu


Enviado por   •  15 de Agosto de 2011  •  2.861 Palabras (12 Páginas)  •  957 Visitas

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PERFIL INTELECTUAL DE PIERRE BOURDIEU

Pierre Bourdieu nació en 1930 en Denguin (Francia), estudió en distintos liceos y en la École Normale Supérieure, ha sido profesor ayudante de distintas facultades de Filosofía y Letras (Argel, París, Lille), dirigió desde 1975 la revista Actes de la recherche en sciences sociales y ocupaba la cátedra de Sociología del College de France desde 1981 hasta su reciente defunción hace un año, en 2002.

Asistió a las clases del antropólogo Lèvi Strauss en el Collège de France y trabajó como ayudante del sociólogo Raymond Aron.

Influido esencialmente por el estructuralismo y el marxismo (teoría de la reificación), pero también por el psicoanálisis y por diversos trabajos sobre el simbolismo, forjó en el terreno de la sociología una línea de pensamiento original y en permanente desarrollo a lo largo de 3 décadas.

También se ha visto influido por Durkheim y Weber mediante la aplicación rigurosa de un relacionismo metodológico, empleado también por Levi-Strauss o Jakobson, pero se opone a los encasillamientos de los términos “weberiano”, o “durheimiano”.

Se le considera estructuralista pero llega a la conclusión de que el estructuralismo tenía tantas limitaciones como el existencialismo, él quería integrar el estructuralismo de Claude Lévi Strauss con al menos una parte del existencialismo de Jean- Paul Sartre. Es a partir del diálogo con estos dos pensadores como se han ido formando sus ideas.

Bourdieu se orientó siempre en una búsqueda destinada a superar las viejas contradicciones que ponían freno al desarrollo de la sociología, su intención era construir una “ciencia social total” como superación del metodologismo, siempre dispuesto a separar el método científico de las reflexiones que le incumben, tanto como de la "teoría teoricista", con su aberración por la investigación empírica, incapaz de trascender el antagonismo entre modos de conocer objetivistas y subjetivistas, entre el análisis de lo simbólico y lo material, y el problema —más grave aún— del divorcio entre teoría y metodología científica.

Bourdieu desea superar la oposición entre objetivismo y subjetivismo, hay una oposición absurda entre el individuo y la sociedad. Los objetivistas ignoran la acción y el agente, y Bourdieu se muestra a favor de una perspectiva estructuralista que no pierde de vista al agente. Se centra en la relación dialéctica entre las estructuras objetivas y los fenómenos subjetivos.

Para evitar el dilema objetivista- subjetivista, Bourdieu se centra en la práctica, considerada por él como el producto de la relación dialéctica entre la acción y la estructura. Su interés por la dialéctica entre la estructura y el modo en que las personas construyen la realidad social se refleja en la denominación que da Bourdieu a su propia orientación: “estructuralismo genético”: “el análisis de las estructuras objetivas, en diferentes campos, es inseparable del análisis del génesis, en los individuos biológicos, de las estructuras mentales que son, hasta cierto punto, el producto de la incorporación de las estructuras sociales”.

No se trata, sin embargo, de una simple meditación del sujeto sobre sí; la reflexión debe orientarse, más bien, hacia ese espacio complejo de conflictos y competencia en el que se desarrolla la tarea específica del científico social.

Afirma que las estructuras también existen en el mundo social. Cree que las estructuras objetivas son independientes de la conciencia y la voluntad de los agentes, adopta una posición constructivista que le permite analizar la génesis de los esquemas de percepción, pensamiento y acción, así como de las estructuras sociales.

Se esfuerza por vincular el estructuralismo y el constructivismo, hay en su trabajo un sesgo hacia el estructuralismo, por lo que se le ha considerado un postestructuralista. En su obra se percibe más continuidad con estructuralismo que con el constructivismo. El constructivismo de Bourdieu ignora la subjetividad y la intencionalidad. Cree importante el modo en que las personas perciben y construyen el mundo social.

Su interés primordial se sitúa entre las estructuras sociales y las estructuras mentales. Paradigmáticos de esa apuesta epistemológica son dos conceptos acuñados por Bourdieu, en los que se apoya en cierto modo su teoría: campo y hábitus.

El concepto central mediante el cual puede hacerse patente la dinámica de la vida social, el de habitus, puede dar, en cierta forma, respuesta a una interrogante que atraviesa la reflexión sociológica desde sus orígenes: ¿por qué la vida social es tan regular? Podemos contestar que es el habitus, en tanto que mecanismo estructurador, lo que permite responder a las demandas del campo de manera coherente. Mediante la internalización, desde la infancia, de la multiplicidad de estructuras externas inherentes a un sistema concreto de relaciones sociales, se genera una "lógica práctica" que permite "preconocer" e interpretar las respuestas que se esperan del sujeto en cada caso. No hay que sobrestimar, sin embargo, el papel de las estructuras externas en la conformación de ese habitus; no determinan por sí solas las actitudes de los receptores, aunque proveen, de un esquema básico de percepción y pensamiento para la acción. El habitus, si bien es generado por estructuras objetivas, opera desde el interior estableciendo relaciones de sentido no conscientes. Las necesidades y gustos son, en definitiva, el reflejo de la coherencia de elecciones que genera un habitus, formas de elegir -paradójicamente- determinadas.

El habitus incluye las estructuras mentales cognitivas mediante las cuales las personas manejan el mundo social. Un habitus se adquiere como resultado de la ocupación duradera de una posición dentro del mundo social. El habitus varía en función de la naturaleza de la posición que ocupa la persona en ese mundo. Los que tienen la misma posición suelen tener habitus parecidos.

El habitus engendra unas representaciones y unas prácticas que están siempre más ajustadas de lo que parece a las condiciones objetivas de las que son producto. Tu propio habitus te condiciona con respecto a la gente con la que te vas a relacionar.

El habitus es transferible de un campo a otro. Pero cuando a una persona con un habitus determinado se le desarraiga de sus costumbres y se le imponen otras impropias para su habitus se produce el fenómeno de la Hysteresis, el ejemplo que nos da el libro de Ritzer es que a una persona que lleva una vida agrícola en una sociedad precapitalista, por ejemplo, resulta llevada a trabajar a Wall

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