Plan De Ventas
Enviado por Felixurjc • 26 de Noviembre de 2013 • 439 Palabras (2 Páginas) • 314 Visitas
“estoy comiendo. Para ser un representante de la ley, está entre mis favoritos, porque nunca abusa de su poder y tiene sentido del humor. Aunque tendrá unos veinte años, no parece mucho mayor que yo; hay algo en su sonrisa, en el pelo rojo que le sale disparado en todas direcciones, que le da aspecto de crío.
—¿No tendrías que estar en un tren? —me pregunta.
—Vienen a por mí a mediodía.
—¿Y no deberías tener mejor pinta? —pregunta, en un susurro bien alto. No puedo evitar sonreír ante sus pullas, a pesar de mi humor—. Quizá un lazo en el pelo o algo. —Me agita la trenza y yo le aparto la mano.
—No te preocupes, cuando terminen conmigo estaré irreconocible.
—Bien. A ver si demostramos un poco de orgullo de distrito para variar, señorita Everdeen, ¿eh? —Mira a Sae la Grasienta y sacude la cabeza con aire burlón, como si me regañase; después se aleja para reunirse con sus amigos.
—¡Eh, devuélveme ese cuenco! —le grita Sae, pero, como lo hace entre risas, no parece demasiado preocupada—. ¿Va Gale a despedirte? —me pregunta.
—No, no estaba en la lista, pero lo vi el domingo.
—Creía que lo[…]”
Pasaje de: Collins, Suzanne. “(Los Juegos Del Hambre 02) (Los juegos del hambre 02) En Llamas(c.1).” www.papyrefb2.net. iBooks.
Es posible que este material esté protegido por copyright.“más fuerza—. ¡Levanta, Haymitch, es el día de la gira!
Abro la ventana y tomo grandes bocanadas de aire limpio del exterior. Después rebusco con los pies entre la basura del suelo, desentierro una cafetera de hojalata y la lleno en el fregadero. La hornilla no está del todo apagada y consigo devolverle la vida a unos cuantos carbones encendidos. Echo café molido en la cafetera, lo suficiente para asegurarme de que el brebaje resultante sea bueno y fuerte, y la pongo a hervir en la hornilla.
Haymitch sigue en otro mundo. Como lo demás no ha funcionado, lleno un barreño de agua helada, se lo vacío en la cabeza y me aparto de un salto. Un sonido animal gutural le sale de la garganta, y se levanta de un salto dándole una patada a la silla (que acaba tirada a tres metros de él) y blandiendo un cuchillo. Se me había olvidado que siempre duerme con uno en la mano. Tendría que habérselo quitado antes, pero tenía muchas cosas en la cabeza. Sin dejar de soltar blasfemias, acuchilla el aire unos segundos antes de darse cuenta de lo que está haciendo. Entonces se seca la cara con la[…]”
Pasaje de: Collins, Suzanne. “(Los Juegos Del Hambre 02) (Los juegos del hambre 02) En Llamas(c.1).” www.papyrefb2.net. iBooks.
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