Poder Y Sistema Internacional

“…Los hombres, tal como son, se inclinan por naturaleza a ir en pos del dinero o del poder, y del poder porque vale tanto como el dinero”. Ralph Waldo Emerson.

La historia de la humanidad ha sido muy breve, si se compara con la milenaria existencia de la tierra, y sin embargo ha sido un periodo en el cual se han efectuado muchos cambios a vertiginosas velocidades. El ser humano es conflictivo por naturaleza y ha atravesado un ocioso proceso de salvajismo, barbarie y civilización, en el cual se evidencian tanto las bondades, como el egoísmo de los individuos, el mismo que ha desatado las más grandes guerras que antepasados nunca hubiesen imaginado; la segunda guerra mundial, o para algunos la continuación de una guerra mal terminada con semillas de odio, es una muestra de ello, en donde, conforme avanzaban los trances violentos, la tecnología se iba haciendo cada vez más presente en la guerra, y las ideologías cambian acomodándose a un nuevo sistema mundial.

Doctrinas como el realismo, que apoya la violencia organizada, en donde el estado es el único actor capaz de ejercer la coerción física legítima, es signo de desconfianza en los estados, ya que maneja una política de protección hacia amenazas reales o potenciales y visualiza la fuerza como elemento primordial para obtener el poder y alcanzar los intereses de los estados. Por su parte el Neorrealismo, apunta a la fuerza como un elemento de disuasión en un sistema anárquico, en donde la incertidumbre hace que aumente la defensa y secularización de los estados en momentos de amenaza, y aunque el estado es el actor con más importancia, hay cabida de otras unidades en el sistema.

La lucha por el poder es vital en ideologías como estas, ya que muestra el eterno juego entre dominadores y dominados, y este juego es el que permite fijar los niveles de diferenciación entre los sujetos y la posterior delimitación de su papel en el sistema. Allí, una estructura jurídica es trascendental, ya que permite resolver contradicciones que se puedan presentar. (Cancelado H, 2010, pag 39).

Así mismo, el poder interconexiona a todos los sujetos de la sociedad para integrarlos como miembros del sistema, y para ello utiliza mecanismos de control, cediendo parte de poder del estado a otras instituciones como la familia, los colegios, las cárceles, etc, y así individualizar la vigilancia, en un método totalizador; entre otras cosas para proteger la estructura del estado, legitimado por el derecho (instrumento de la dominación). Por lo tanto surgen nuevos actores en el sistema como contrapeso a dicho poder, y son las resistencias, que se oponen a la explotación, la dominación, el despotismo y la sujeción, y aparecen gracias a diferenciaciones marcadas en la sociedad, como la estratificación, la desigualdad, entre otros.

Sin embargo aparecen nuevas formas de poder, comunicaciones entre actores por canales alternativos a los tradicionales

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