Politícas Públicas y Derecho

Describa las bases teóricas e históricas en el debate entre el enfoque racional exhaustivo y la racional limitada.

En primer lugar, se atenderá a la descripción de las bases teóricas de ambos enfoques. El enfoque racional exhaustivo es uno de los mecanismos de solución de problemas que puede llegar a considerar el analista de políticas o el administrador público. De acuerdo con Lindblom (Aguilar Villanueva 1992; 204 - 216)  este enfoque comparte varias características con otras investigaciones  como el análisis de sistemas  tales como la claridad de objetivo, una visión amplia y un uso muy marcado del análisis matemático. Pero, en si las características que definen este enfoque son: a) la claridad de objetivos o valores dados antes de un análisis empírico; b) un análisis medios-fines; c) una política aceptable es probar que se encontró el medio “ideal” o más plausible para ese determinado fin; d) es una análisis exhaustivo, que considera metódica y teóricamente cada variable que se pueda presentar (de ahí su nombre); e) implicado en la anterior, hay un uso de la teoría bastante fuerte.

La crítica a este enfoque se refiere a, que no se puede determinar totalmente todas las preferencias de un conjunto de personas en los temas públicos porque en primer lugar, no hay preferencias relevadas en la mayor parte de los asuntos públicos y en un segundo término, porque  no despierta el interés de la gente, pues tiene otros temas más urgentes que tratar en el día a día. Incluso sí la persona encargada de formular la política usara sus propios valores o, buscara esclarecerlos con objetivos que considere adecuados, el problema se presenta una vez en la jerarquización de estos mismo. En este orden de ideas, no hay una claridad suficiente en el objetivo o valor final porque cada uno se pondera tantas veces se requiera con la integración de una nueva variable, en consecuencia cada valor u objetivo tiene un valor relativo según las circunstancias sociales. Y sí se llegara a determinar cierto conjunto de valores, estos mismos tendría un efecto de expulsión a otras preferencias marginales. En sí, la valoración y el escoger una política pública se dan en el mismo tiempo, porque en el diseño de la segunda se busca la congruencia con los valores u objetivos definidos. Por otro lado, los medios se escogen independientemente de los fines que se establecieron con anterioridad e independencia, lo que claramente se refleja en que no hay un “parámetro” para medir que tan “correcta” es la política pública porque, el acuerdo entre las diferentes partes es solamente en los objetivos. La mayoría de estas críticas están basadas en la obra de Herbert Simon "Administrative Behavior" (Ham and Hill 1993; 77-79) que principalmente son cuatro puntos:

1. La falta de claridad en los objetivos y valores finales, está dada debido a que los valores de una organización y de las personas que conforman dicha estructura no necesariamente coinciden, el autor señala que una decisión que es racional a nivel organización es congruente con los fines de la misma y, en este orden el razonamiento personal está orientado a las metas de cada uno.
2. El conocimiento de todas las consecuencias de varias alternativas son necesariamente incompletas, el considerarlas todas nos conlleva a presumir sobre las mismas, ya que la mayoría son inciertas. Esto es precisamente por los límites de la racionalidad humana.
3. Al separarse los fines y los medios así como los hechos y los valores, es una visión idealizada de cómo se toman las decisiones porque no considera que los valores son manipulables según los fines establecidos, lo que distorsiona la percepción de los hechos.

 Por tal motivo, Lindblom propone otro enfoque –menos desafortunado, pero no suficiente- para demostrar que la racionalidad exhaustiva – o de raíz- es demasiado compleja y, una vez más recurre a la teoría de Simon para fundamentar la teoría de las “comparaciones sucesivas limitadas” o mejor conocido como “incrementalismo”. Esta teoría sugiere una solución al enfoque de “raíz” respecto a la falta de tiempo y de conocimiento de todas las variables y sus consecuencias para tomar decisiones y formular políticas públicas, la respuesta reside en como decidir la mejor política. La prueba de una buena decisión sobre una política es el acuerdo que está detrás de ella, estos acuerdos son para alcanzar un objetivo en cualquier etapa de desarrollo de la misma. Este método logra la simplificación de la complejidad del problema (combatiendo las limitaciones de las capacidades intelectuales humanas) ya que limita la comparación entre políticas actuales de las que difieren un poco reduciendo el número de alternativas a considerar y conduce a debates que se limiten a diferencias más o menos pequeñas entre ellas; también se ignoran posibles e importantes consecuencias de las políticas, así como los valores que podrían ser lesionados por aquellas consecuencias que se dejaron sin considerar, esquivando el intento de un análisis integral que rebasa la capacidad humana. También se apoya en el funcionamiento del sistema de intereses, pues mediante “perros  guardianes” se consideran los valores más importantes de toda la sociedad impidiendo que se pierdan estos últimos en cualquier forma de organización, puesto que los guardianes revertir los daños causados por las decisiones o, anticipar y atajar el daño que pueda producir. En consecuencia, se logra adaptar las políticas a un mayor número de intereses mediante los ajustes mutuos que haya en las negociaciones que si fuera un solo proceso centralizado, las decisiones son incrementales por lo que se vuelve predecible el tipo de presiones que se pueden ejercer por parte de otros grupos (para reparar o anticipar el daño infligido por otros grupos políticos) por último, según el autor este método no deja necesaria ni sistemáticamente las consideraciones y objetivos de largo plazo que no se hayan atendido en un principio. A modo de cierre, hay que reiterar que el elemento principal es la elaboración de políticas públicas mediante un proceso de aproximaciones sucesivas a ciertos objetivos finales que van cambiando conforme las circunstancias. Por lo que, se basa en las políticas que se parezcan anteriores, tampoco intenta grandes saltos en los objetivos y es capaz de dar predicciones ciertas previas al siguiente paso (su respuesta al error es bastante rápida).

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