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Políticas públicas De Asistencia


Enviado por   •  11 de Octubre de 2013  •  2.686 Palabras (11 Páginas)  •  420 Visitas

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INTRODUCCIÓN.

En el presente trabajo se puntualizarán y analizarán algunos de los puntos y postulados más importantes y relevantes de algunos autores de obvia importancia para el curso de Política Social en México, como lo son: Mario Luis Fuentes con su texto “La asistencia social en México”, Jean Paul Fitoussi y Pierre Rosanvallon con el texto “La nueva era de las desigualdades”, Luis Aguilar Villanueva con el texto “La implementación de las políticas” y algunas referencias de otros autores más clásicos, como Habermas, Weber y Maquiavelo.

Uno de los temas más importantes que plantean nuestros autores es la creación y aplicación de políticas más en específico, las políticas asistenciales, siendo que la asistencia se dirige a personas que viven bajo circunstancias de desventaja y/o vulnerabilidad; dichas circunstancias se traducen en espacios límite o de riesgo extremo, inaceptables para un país, como lo es México, que se ha propuesto metas de democracia, justicia e igualdad.

Lo que las políticas asistenciales tienen por objetivo es trabajar bajo una lógica de trabajo interinstitucional centrado en un supuesto de ética el cual implica una visión de ayuda y apoya a las personas desprotegidas, de algún modo por el Estado, buscando generar y transmitir un legado de espíritu social altruista en un marco cultural y que corresponde directamente a las relaciones de poder.

Pese a la complejidad en el terreno teórico, es en lo práctico donde se puede constatar que, al menos en México, la práctica de la política es asunto de corto plazo, donde resolver lo inmediato es lo imperativo, entenderla y practicarla, simplemente se malentendió como una relación mando-obediencia, basada en el clientelismo, donde pocos administran, otros más obedecen y muchos más padecen.

DESARROLLO: Asistencia Social, Políticas y Desigualdad.

Nuestro Sistema Político Mexicano no fue únicamente herencia del régimen post revolucionario, sino que desde el virreinato, fue tejiéndose una red de complejidades que solo favorecían a los feudos de poder, mientras la mayoría se (mal) acostumbró a la perversa normalidad de lo desigual.

Por eso las reglas actuales, no son suficientes para enfrentar la pluralidad política que cada día crece, nuestros lastres con el pasado son ocultados por una modernidad ficticia que no nos permite convivir, solo ocurre discursivamente y no en la realidad, ¿la forma tradicional de hacer política, sirve para enfrentar la pluralidad actual?

Lo que deja claro Fuentes en su texto de “La asistencia social…” es que con frecuencia, los debates políticos y otras discusiones dan por hecho la existencia de instituciones y complejos institucionales que de alguna forma logran instalarse como algo natural en la vida cotidiana de la sociedad, pareciéndonos inamovibles, invariables y hasta indestructibles y que, sin embargo son solo instituciones de ‘acompañamiento anónimo’, es decir, “están y no están” en la discusión pública.

“Se trata de entidades con las que hemos establecido una curiosa familiaridad, la hemos contemplado siempre de manera difusa, sin embargo, las extrañaríamos en seguida si desaparecieran de nuestro espacio de actividad social. Son, en pocas palabras, instituciones que nos han acompañado por tanto tiempo que ya forman parte de nuestra identidad y referentes públicos, pero que, al mismo tiempo y de manera paradójica, continúan siendo grandes desconocida para la mayoría…”

México es el área principal de estudio de Fuentes, en su obra citada anteriormente, presenta un conjunto de ideas, críticas y propuestas que resultan fundamentales en el debate sobre la política social de México en algunas áreas específicas y desde un enfoque histórico.

Uno de los principales temas es la pobreza y vulnerabilidad, y la necesidad de una correcta planeación e implementación de políticas e instituciones de asistencia sin que estas sean confundidas con ‘caridad o beneficencia’, y debe perderse esa concepción de ellas como una simple tarea de ‘reparación parcial’, como un ‘parche’, un mecanismo que sirve meramente para cubrir huecos.

En un país como el nuestro en donde la sociedad es sobrepasada por carencias y desigualdades, debe replantearse la asistencia social, debe ser ‘remodelada’, por decirlo de alguna manera, para dejar de interpretarse como una versión moderna de la caridad, debe entenderse como la búsqueda de una sociedad más equitativa, participativa, solidaria, es el tratar de revertir estas condiciones generalizadas de pobreza, vulnerabilidad y marginación, que son los mayores problemas de convivencia social que tiene el país, en palabras del autor se necesita una “nueva perspectiva” en la cual se construya un discurso moral y político en favor de los desprotegidos, los marginados y los vulnerables.

Fuentes propone una redefinición del perfil y las funciones de las instituciones de beneficencia en la que se asuma una visión más compleja tanto por parte de políticos, como porta de estudiosos y ciudadanos, que ofrezca una imagen completa de un conjunto de valores, intenciones, decisiones e instituciones, aportando un recuento histórico.

Otro factor que contribuyo, en gran medida, a la deformada visión de la asistencia pública fue la cristianización México, pues implicó la prevalencia de una visión caritativa y de misericordia ante el sufrimiento del ‘otro’, “la compasión por el que sufre con la convicción de que su lugar en la sociedad no está sujeto a discusión”.

Se ha decidido utilizar la ‘venda’ de solidaridad para cubrir las reales condiciones sociales de injusticia, abuso y explotación, no teniendo la percepción crítica sobre el origen de la marginación y el desamparo.

Aparente y superficialmente esta visión errónea de ‘asistencia igual a beneficencia’ comenzaría a cambiar en la época de la Reforma con la desamortización d bienes eclesiásticos y reducción en prerrogativas en instituciones religiosas, lo cual pudo permitir la creación de instituciones públicas, surgiendo la idea de un Estado constitucional de derecho. Pero los cambios políticos y legales no conllevaban precisamente una reforma simultánea en los valores y percepciones ya establecidos sobre las instituciones sociales.

Fuentes señala que lo distintivo de la obligación ética y jurídica de un Estado contemporáneo es privilegiar los enfoques preventivos por sobre los correctivos, la principal labor es el reconocimiento de la estructura social para prevenir más allá de corregir, se debe trata de un proyecto de global de justicia social democrática. Definiendo democracia, según Habermas, como una garantía de supervivencia de la pretensión de validez

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