Privilegios Durante La Pandemia Entre La Vida y Muerte

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San Lorenzo Tezonco

Universidad Autónoma De La ciudad De México.

Plantel: San Lorenzo Tezonco.

Materia: Lenguaje y pensamiento III

Semestre 2021-I

Privilegios Durante La Pandemia Entre La Vida y Muerte.

Alumna: Fernanda Velázquez Orta

Profesora: Irma Angélica Camargo Pulido

Grupo:303

Turno: Matutino

Fecha:31/Mayo/2021

Durante las crisis de las pandemias y desastres inmunológicos que han sucedido en la historia de la humanidad, se ha demostrado consecutivamente los privilegios que tienen ciertas clases sociales. Una crisis según la RAE es una “Situación grave y decisiva que pone en peligro el desarrollo de un asunto o un proceso.” En este caso, desde que el país, tuvo como antecedente la pandemia de la influenza, un suceso sorpresivo y en el que no existían protocolos para contener el virus. Pero en 2021, con un año de pandemia por la covid-19 se han desatado sucesos que exponen lo poco preparado que está el país y como la clase social determina si vives o mueres.

El propósito de este ensayo es mostrar que la pandemia fue un privilegio para unos y para otros un aumento de las necesidades básicas. Ya que, para una minoría, la comodidad que les da sus recursos económicos les permite sufragar los costos elevados de la enfermedad y en cambio, para otros ha sido el resultado de nuevas necesidades. Es esto significa aguantar condiciones laborales deplorables como reducción de sueldo por la misma cantidad de trabajo pesado.

La crisis por covid-19 ha demostrado que también es una cuestión de privilegios. Porque a partir de los privilegios que se tienen se decide si se vive o no, entre la vida o la muerte por tener dinero o no tenerlo, dilemas que se resuelven de acuerdo con la clase social a la que se pertenece.

La crisis de sanidad por covid-19 que se vive actualmente en todo el mundo desde el año 2020, demostró que en nuestro país México hay privilegios entre las clases sociales, un ejemplo, la salud, ya que los sistemas de salud público y privado colapsaron, se crearon nuevas necesidades como el construir o adaptar hospitales para enfermos de covid-19 y de esta crisis se expone otro privilegio, pues para algunos que se convirtió en un negocio.

Esto se evidenció en aspectos como la venta de cubrebocas, que la mayoría de las veces no estaban certificados para su venta, porque solo los que tenían los recursos necesarios podían comprar un cubrebocas apto para evitar contagios, pero los que no, usaban cubre bocas de mala calidad.

Por ejemplo, “El grupo industrial 3M, fabricante entre otros productos de mascarillas, respiradores y ventiladores, se anotó un beneficio neto en el primer trimestre de 2020 de mil 292 millones de dólares, lo que equivale a un incremento del 45 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior.” (AN / SH (28 de abril 2020) Ganancia de fabricante de cubre bocas se dispara 45% en primer trimestre Aristegui noticias.)

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Una de las lecciones que deja la pandemia a la población mexicana es “que es necesaria una inversión en salud pública para que todos los sectores de la sociedad estén protegidos. Salud pública quiere decir hospitales de primera calidad, personal de salud más entrenado, disponibilidad de vacunas, tratamiento y medidas preventivas.” (Claudia Peralta Vázquez (17/04/2020), Pandemia demostrará que la salud es un privilegio: Antonio Lazcano.)

En efecto, otro punto que demuestra que la pandemia en México se trata de una cuestión de privilegios son los tratamientos médicos que resultan ser costosos y que, pese a que no aseguran el sobrevivir de la enfermedad, solo unos pocos mexicanos tendrán acceso a estos. Ya que la gente que no tiene dinero en el país solo le queda confiar su vida a un sistema de salud ineficiente. Recordemos que en “América Latina nos encontramos ante un panorama de desigualdad.  Concretamente en nuestro país, el trabajo informal, así como la disparidad regional, visibiliza las condicionantes que vulneran a un amplio sector de la sociedad, así como los antecedentes de enfermedades crónicas.” (Roberto Pichardo Ramírez/ZHR (13/abr/20) Cuarentena como privilegio de clases. IBERO Puebla.)

Antes y durante la pandemia se ha demostrado lo que se vive constantemente en el país es un problema de desigualdad social, hay brechas de recursos y repartición de bienes y siempre hay nuevas necesidades para la gente. “Existen realidades paralelas para las cuales la idea de parar es absurda, pues las condiciones de vida orillan a trabajar para saldar las cuentas del día. “En México, la epidemia tendrá un sesgo social: va a impactar más en los sectores que no tienen la posibilidad de aislarse". (Roberto Pichardo Ramírez/ZHR (13/abr/20) Cuarentena como privilegio de clases. IBERO Puebla)

Bajo mi opinión la brecha de recursos y salarial donde para quedarse en casa se debe de tener un trabajo que se realice home office y eso no está a la posibilidad de muchas personas, donde para tener una cuarentena digna se debe de contar con un cuarto para sí mismo y eso para muchas familias es imposible.

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De igual manera el gobierno y las medidas que dio desde el principio fue básicamente el resguardarse en el hogar, pero para la gente que tiene que dar un sustento diario, los pagos de servicio nunca se redujeron ni dieron plazos para pagar después, en cambio la gente tuvo que crear nuevas áreas de trabajo como repartir comida por aplicaciones que no son seguras ni dan prestaciones básicas solo proporcionan el sueldo que se va  generando, la venta de gel anti-bacterial y otros artículos para sanitizar que por un tiempo escasearon y la única manera de conseguir esos productos era el mercado informal.

En mi experiencia fue un área de oportunidad para todas las personas que en nuestro país perdieron su trabajo. Ya que en cada esquina se podían encontrar la venta de estos insumos.

Hubo una crisis en las dinámicas del empleo tradicionales, mucha gente tuvo que trabajar las mismas horas, pero con una reducción de sueldo injusta porque a pesar de que muchas empresas lo hicieron por necesidad: microempresas o negocios locales se vieron en circunstancias de quiebra y falta de clientes.

En cambio, las empresas grandes tuvieron las mismas ganancias o mayores ganancias, dependiendo de su rublo, hicieron reducción de sueldo poniendo la pandemia como excusa, pero no fue más que un abuso y el aprovechamiento de la necesidad de la gente por trabajar, una vez más se muestra un caso de despotismo y privilegio por las grandes empresas.

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