EL SACRIFICIO HUMANO COMO UNA COMPRENSIÓN DE LA DUALIDAD VIDA-MUERTE
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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MORELOS
FACULTAD DE ARTES
EL SACRIFICIO HUMANO COMO UNA COMPRENSIÓN DE LA DUALIDAD VIDA-MUERTE
Por:
Luz María Rodríguez Pérez
MATERIA:
Arte prehispánico
CATEDRÁTICO:
Octavio Rocha
El sacrificio humano
como una comprensión de
la dualidad de la vida-muerte
UAEM
Luz Rodríguez Pérez
31 de enero de 2008
El presente ensayo trata de la demostración del sacrificio humano como resultado de una comprensión de la dualidad de la vida y la muerte. Para nuestra cultura, el pensar en el asesinato nos remite a un acto salvaje, sin embargo en las culturas prehispánicas, este acto simbolizaba una contribución al equilibrio, pues para que hubiera vida, tenía que haber muerte.
Abarcaremos específicamente el sacrificio humano en la cultura mexica. Para ello trataremos de comprender su visión de la muerte, el arte que lo simbolizaba y finalmente el ritual del sacrificio humano.
LA MUERTE PARA LOS MEXICAS
La muerte estaba presente en la cosmogonía de los mexicas como parte del equilibrio. Ésta no era temida, era la contraparte de la vida y ambas eran respetadas.
Los mexicas reverenciaban a varios dioses, entre ellos se encontraban dos deidades importantísimas: Mictlancihuatl y Mictlantecuhtli, señor y señora del mundo de los muertos. Ellos residían en Mictlán, lugar que era concebido también de forma dual puesto que a esta “caverna” llegaban los muertos pero también nacían los humanos.
Las personas al fallecer tenían un lugar específico a donde ir. La máxima pretensión del hombre en cuanto a su destino final era la de ser aceptado en la Casa del Sol. Este privilegio estaba reservado a los guerreros muertos en la batalla, en sacrificios y las mujeres muertas en parto.
El Tlalocan, era otro lugar donde iban los muertos a causa de enfermedades. Se creía que éste era el lugar de las delicias, en donde no hacía falta nada. En él residía el dios del agua y sus ayudantes, los tlaloques.
Y el tercer lugar a donde se dirigían los muertos, era el Mictlán al que iban todas las personas que morían de muerte natural o de enfermedades no relacionadas con el agua.
Es importante conocer su visión de la muerte, porque así es como comprendemos la ausencia de temor hacia ella. “La vida se prolongaba en la muerte y viceversa” , por esto no lo veían como un fin, sino como un paso más en el ciclo del ser humano.
Festejos
Además, para rendirle culto a la muerte se celebraban fiestas.
Por ejemplo, se sabe que el noveno mes del año de su calendario, era dedicado a la fiesta de los niños muertos. Para ellos, se realizaban ritos y festividades para recordarlos pero también se realizaban hechizos para prevenir su muerte. También el décimo mes del año, hacían grandes ceremonias sacrificando a un gran número de hombres, esto para celebrar la muerte y darle la bienvenida a la vida.
La fiesta estaba directamente relacionada con el calendario agrícola prehispánico, pues en esos días iniciaba la recolección o cosecha.
Los festejos fueron tan importantes para los antiguos mexicas que aun en nuestros días, se ha preservado la celebración de los muertos en México, compartiéndoles comida, que en tiempos prehispánicos había sido apenas recolectada.
Ritos funerarios
Los mexicas ejercían dos clases de ritos funerarios: la cremación y el entierro.
Se dice que sólo se enterraban en cuevas a personalidades importantes, pero también los que habían sido sacrificados a Tlaloc, Xipe y Tlalocatecuhtli.
El resto de la personas, es decir, la mayoría de los que irían al Mictlan, eran incinerados y las cenizas eran puestas en una vasija. Se acostumbraba el entierro dentro de las casas, lo que significaba una metáfora de la idea de que el hombre regresaba a la Tierra, al útero materno.
“Los rituales funerarios sugieren la existencia de una región cuya esencia se refiere a la vida, la muerte y la resurrección. Los dioses fueron el emblema de la transformación eterna del universo y del hombre” (Münch, 1983:41).
Nuevamente corroboramos la idea de la muerte como un paso hacia el siguiente nivel, que supuestamente sería un mejor lugar significando la elevación del ser.
ARTE DE LA MUERTE
Existen diversos símbolos empleados en el arte mexica para representar a la muerte. Muchas veces era con un esqueleto, con una tumba, con una divinidad sosteniendo a un ser humano entre sus quijadas, un esqueleto, o con animales, como por ejemplo el murciélago, las lagartijas, las serpientes, y esto lo sabemos gracias a que en la mitología mexica encontramos relatos donde los fallecidos encontraban a algunos de estos animales en el recorrido hacia Mictlán. También los animales que tuvieran alguna conexión con la oscuridad y la noches, por ejemplo: los búhos, las arañas, los alacranes, los jaguares, etc. Encontramos también que los perros les remitía a la muerte pues era el animal que ayudaba a los difuntos a cruzar el ría de las regiones de los muertos.
“Los artesanos de Tenochtitlan destacaron en otros campos artísticos y confeccionaron obras que muchas veces fueron colocadas como ofrendas del Templo Mayor. La lapidaria alcanzó un gran desarrollo, con un uso muy frecuente de cuchillos de pedernal -solos o asociados a cráneos- y en ocasiones repujados en turquesa, coral y otros materiales valiosos. Se incluye también en este grupo la perpetuación de la manufactura de máscaras, muchas de ellas decoradas con mosaico de piedras y materiales preciosos que, seguramente, tiene sus
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