Problematizacion De Nuestro Mundo
Enviado por popl • 15 de Octubre de 2013 • 5.857 Palabras (24 Páginas) • 546 Visitas
Desarrollo
Percepciones del mundo e ideología: lectura de la historia.
Por añoranza de lo inesperado, nosotros, habitantes de un planeta regido por burocracias y reglamentos nacionalistas, controlado por pasaportes y fronteras, seguimos creando regiones que no caben en este mundo, lugares que se insertan en los regidos atlas oficiales con tenacidad y artimaña de anarquistas.
Alberto manguel.
En armónica convivencia, miles de comunidades indígenas, negras y de poco mestizaje que habitan extensas zonas de américa del sur han sido objeto de exterminio o desplazamiento forzado. Las riquezas incalculables de petróleo, gas, minerales, agua, productos agrícolas y pecuarios, y recursos biogenéticos hacen de este continente unas de las más importantes despensas genéticas, energéticas, alimentarias y culturales del planeta, de gran atractivo para los inversionistas privados. Así, únicamente para mencionar un caso, el coleccionista de bosques tropicales y millonario brasileño Cecilio do rego Almeida, en 1995 compro 4’640.000 hectáreas de la selva amazonas.
En igual forma, la posición geoestratégica, no solo en su red intermodal (ríos-carreteras-ferrovías y mares) sino también en sus conexiones a través de líneas de fibra óptica, cableado terrestre y submarino, espacio radioeléctrico y demás sistemas de telecomunicaciones, proyectan a américa del sur como un territorio de gran valor ante los ojos e intereses del gobierno estadounidense y el capital financiero internacional.
Con sus 2’772.000 millas cuadradas, no pasa ignorada la grandeza del territorio amazónico, tampoco dejan de advertirse los 1’800.000 kilómetros cuadrados de la isla continental brasileña que, por sus características, gran extensión completamente plana, muy rica en agua potable subterránea, interconectada por extensos ríos navegables, reserva productora de oxígeno y con 365 días al año de producción continua de energía solar, se proyecta como un territorio estratégico para la producción de alimentos, primordialmente frutas, peces y ganado. Resaltan también los territorios del pantanal brasileño y el “choco bio-pacifico”, dos de los bancos naturales de reservas genéticas más biodiversos del planeta. Territorios como mercancía; desde los años 60, los grupos financieros internacionales han acumulado una enorme cantidad de fondos en continuo crecimiento, que pasando por diversas denominaciones: petrodólares, eurodólares, euro monedas y prestamos financieros internacionales en nuestro tiempo deben ser aplicados para incorporar un nuevo ‘producto’ denominado “derivados financieros”. Mediante títulos y obligaciones, se da un inter juego de apuestas entre los propios especuladores, y entre estos y el público en general. Las pantallas de mercado electrónico dan cuenta de este voraz mercado, y el espectáculo de la acumulación sin fronteras puede ser asistido en “vivo y en directo” y de manera ininterrumpida desde 1985.
Estos “derivados”, que resultan de múltiples opciones de compra o venta de acciones o divisas, se han extendido a todo tipo de productos y hoy día alcanzan el novedoso y sofisticado mercado del control, exploración y explotación de territorios. Se configuran a partir de acuerdos o pactos internacionales, que a la manera de una transacción comercial definen el precio actual del territorio que se hará efectivo en una fecha pactada y en la cual debe ser entregado el ‘producto’, con las trasformaciones y condiciones pactadas. En términos comerciales, estas transacciones que pueden llamarse “contratos de futuro” son de bajo riesgo, ya que eliminan las fluctuaciones propias del mercado de intereses y capitales, al definir con anterioridad las tasas de intermediación unidas a la “moneda dura” en la cual se pactan, generalmente dólares. Operan igualmente con las mismas reglas de cualquier “oferta pública de adquisiciones”, con la garantía de estar ordinariamente comprendidos en las “agendas de desarrollo” definidas (no pactadas) por la banca multilateral a través de los organismos del sistema de las naciones unidas (banco mundial, fondo monetario internacional), otros ‘pactos’ o acuerdos internacionales (organización mundial del comercio, alca) y los estados que tienen la jurisdicción político-administrativa del territorio objeto de la transacción. Adicionalmente se realiza la transacción bajo una estructura bancaria conocida off shore, que tiene lugar fuera del territorio nacional, totalmente desregularizada y protegida o constituida por los llamados “paraísos fiscales”.
Pero este novedoso mercado no solo se rige por criterios típicamente económicos sino que también se configura a partir de todo tipo de acuerdos y pactos de diversa índole: reformas sociales, educativas, de seguridad social; fondos de inversión para el desarrollo, ajustes fiscales, privatización de las empresas públicas, reformas pensionales, contratos sobre regalías derivadas de la explotación e investigación de recursos energéticos y biogenéticos, políticas de desarrollo científico y tecnológico, acuerdos sobre propiedad y patentes, concesiones para la construcción y administración de infraestructura vial y comercial, planes y proyectos de interdicción e intervención policial y militar, acuerdos y pactos internacionales sobre la propiedad, control y explotación de recursos ambientales, y demás instrumentos que esta máquina creadora de control, especulación y dominio internacional pueda imaginar.
De igual manera, para garantizar la sostenibilidad en el tiempo de dichos intereses, los gobiernos que intervienen en dichas transacciones comerciales, se comprometen a desarrollar las reformas legislativa necesarias que garanticen un pertinente “marco de legalidad” nacional e internacional. Así, hemos asistido desde los años 60 al ajuste normativo más alucinado en la historia de américa latina, que va desde publicitadas y pomposas “reformas constitucionales”, expedición de leyes especiales de todo tipo (privatización de empresas, recursos hídricos, energéticos, genéticos y ambientales, de minas y energía, de patentes, etc..), y planes y proyectos especiales de cooperación internacional que en la mayoría de las veces se diseñan desde el imperio (para el caso latinoamericano, el gobierno y congreso de estados unidos).
Los territorios que hoy salen al mercado bajo esta modalidad financiera, con determinadas tipologías y características biofísicas, demográficas, económicas, sociales y culturales, deben ser transformado o conservados de acuerdo con lo que espera o define para el futuro el nuevo dueño-controlador. Así, los estados deben proveer inversiones tendientes a adecuar la infraestructura y la ‘legalidad´ de los territorios durante el tiempo definido en el contrato: construcciones viales,
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