Programa para un maestro jubilado

La escuela primaria Carlos Pellicer cámara se ha reunido en esta ocasión para homenajear a una ilustre maestra, la cual ha dejado una huella imborrable en la mente y en los corazones de todos nosotros. Hoy es un día en el cual sentimientos variables se vinculan. Un día en donde las lágrimas y las risas son uno solo. Hoy es el día en que nos toca despedir a una gran compañera la maestra María Luisa Mijangos Pérez, la cual ha sido una verdadera fortaleza para esta institución.

1.- A continuación, llega ante nosotros el segundo grado con un bailable llamado “Juguito de piña”.

2.- Para iniciar con este programa tenemos la presentación del grupo de primer grado con un baile moderno llamado “Que le pasa a lupita”

3.- A continuación, el alumno William Morales Jiménez declamara una poesía titulada “Despedida”.

Allí estuvo siempre, en cada rincón en donde se le necesito, en cada lugar de duda, inquietud o desconocimiento para acercarnos toda su experiencia, no sólo profesional, sino también de vida. Y así, haciendo uso de la receta perfecta: una gran cantidad de saberes y varias pizcas de sentido común, lograron que quienes estamos hoy aquí rindiéndole homenaje, lleváramos nuestros pasos hacia los mismos objetivos y las mismas metas.

3.- Como siguiente número, los alumnos de tercero realizaran un baile moderno.

4.- A continuación, la participación de los alumnos de quinto grado con una bonita poesía titulada “A quien se jubila”

Después de tantos años de trabajo, de transitar los distintos espacios de la educación, de mañanas madrugadoras y tardes agotadoras, llegaron a este momento en donde podrá mirar atrás y ver con intensa satisfacción todas las semillas que sembró y los frutos que cosecho.

5.- para continuar con nuestro programa las alumnas de sexto grado realizaran un baile moderno llamado “Mi gente”.

6.- Para finalizar con nuestro evento tendremos palabras por Gabriela Monserrat Pérez Mijangos ex alumna de esta institución.

Querida compañera retírese sabiendo que no en vano toleró y soporto hijos ajenos renuentes al estudio, que sufrió dolores de cabeza, y desvelos revisando exámenes. 
Retírese sabiendo que todos estos años de trabajo sirvieron para que muchos de eso niños y jóvenes, pudieran forjar un mejor futuro sabiendo que gracias a sus regaños y presiones, pueden ahora soportar la labor de la vida diaria y que tienen muy en cuenta la labor y el empeño que usted puso sobre ellos.

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