¿Qué es enfoque de género?

¿Qué es enfoque de género?

El enfoque de género son las oportunidades que tienen hombres y mujeres, las interrelaciones entre ellos y los papeles que cada uno destaca socialmente. Esto se relaciona en los aspectos de vida económica, cotidiana y privada de los individuos y determina las características y funciones que dependiendo del sexo o de la percepción que la sociedad tiene de él^[1].

En los últimos años se ha buscado la igualdad para hombres y mujeres. Desde los sectores feministas se alega la oportunidad que deben tener las mujeres en todos los medios sociales. La idea principal es cambiar los valores sociales para conseguir la igualdad de derechos, desde un punto social. En el lenguaje se intenta dar un enfoque de género. Es utilizar el lenguaje sin ninguna discriminación. En el periodismo se buscan utilizar las palabras adecuadas sin ninguna discriminación.

En el Manuel de Periodismo para Periodistas, sugiere lo siguiente: “Las y los periodistas debe evitar un empleo discriminatorio de la lengua, sin caer en el extremo de conceder el género a las palabras que no lo tienen o quitarlo a las que sí. Por ejemplo los cargos y los títulos deben observar concordancia de género con sus predecesores”.

Existen diversas teorías para utilizar el lenguaje, incluso existen manuales para periodistas con enfoque de género. También algunas teorías que intentan delimitar el uso correcto de la lengua, enfocados en género y sexo.

A los medios de comunicación se les concibe como grandes distribuidores o concentradores de poder. Estos priorizan y deciden la información que será parte del debate público. La selección u omisión de ciertos valores informativos pueden generar discriminación de género. Es importante recalcar que el sexismo lo pueden provocar tanto hombres como mujeres. Entonces la igualdad de género es tarea de unas y otros.

Adoptar una perspectiva de género en las noticias consiste en revisar como mujeres y hombres son afectados en forma deferente por un mismo hecho. Eso implica, por ejemplo, decisiones de enfoque periodístico, lenguaje, imágenes, fuentes y tipos de pregunta que se utilizan para narrar esa realidad. Una forma inicial de chequearlo es preguntarnos ¿cuándo y cómo aparecen las mujeres y los hombres en las noticias? ^[2]

Se resalta el manejo de fuentes en una noticia, si las mismas son equilibradas, si se consultan por igual a hombres o mujeres, uso de imágenes con alguna connotación específica para comprobar si existe sexismo en el periodismo.  Se habla que hay un sexismo en la información cuando la construcción periodística reproduce o crea situaciones de discriminación o inequidad generalmente afectando a mujeres.

¿Quién figura en las noticias?

Sólo el 24% de las personas que aparecen o aportan información son mujeres. De cada 4 personas que aparecen en las noticias 3 son hombres. Tomando en cuenta que la mujeres constituyen el 52% de la población mundial. Sin embargo, los números han crecido, en una muestra entre los años del 2010 a 2010 reflejan el incremento de seis puntos porcentuales en la presencia de mujeres en como sujetos de información^[3].

Estos datos reflejan un crecimiento en la participación de la mujer en las notas de periodismo, comienza apertura de los espacios informativos, intentando tener una equidad de género. Los resultados demuestran la posibilidad de un cambio de enfoque de género.

Selección de las fuentes

El reto es equilibrar las vocerías, aun así predominen los hombres, ya que son fuentes naturales. El criterio no debe ser sólo cuantitativo, el hecho es preguntarse qué tipo de mujeres son fuentes. Diseñar bien las preguntas, ya que incluso en los cuestionamientos, aunque se le pregunte a mujeres, lleve implícito prejuicios de género. Algún ejemplo: ¿preguntar a las mujeres qué siente y a los hombres qué piensan?

Uso del lenguaje

Según el documento por un periodismo no sexista advierte y concibe a los problemas de lenguaje como: “El lenguaje nombra la diferencia, no la crea pero sí muchas veces ayuda a reproducirla. Por lo tanto, un uso consciente del mismo nos permite utilizarlo de manera inclusiva y no sexista. Hacer el esfuerzo es, además, un desafío para enriquecer el lenguaje, en general, y el periodismo, en particular”. 

Según esa perspectiva el lenguaje inclusivo enriquecerá el quehacer periodístico. Además se sugieren los siguientes usos de palabras: “Madres y padres” versus el genérico de padres. Es importante no olvidar la concordancia de género con sus poseedores, tales como: “la doctora”, o “la jefa”. Sin embargo, debe escribirse “el modista” y no “el modisto”, “el policía” y no el “policío” en estos casos y otros el artículo es el que determina la diferencia^[4].

Lenguaje sexista

Otra tesis aporta que el lenguaje no es sexista sino el uso que se hace de el. Es lenguaje sexista cuando resulta discriminatorio por razón de sexo.

En el idioma español adquiere mayor importancia para el género un artículo que una terminación. Por ejemplo, nadie duda de que nos referimos a mujeres al hablar de la contralto, la soprano, la modelo ni que se habla de hombres si se dice el policía, el guardia, el dentista. (Grijelmo, 2011)

En busca del equilibro lingüístico. La lengua tiene la característica de tener un sentido de equilibrio, provoca que las palabras de connotación femenina por su terminación en a sean aplicables a colectivos de hombres y mujeres.

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