RESOLUCIÓN 242 (GUERRA ÁRABE-ISRAELÍ O DE LOS SEIS DÍAS)

RESOLUCIÓN 242 (GUERRA ÁRABE-ISRAELÍ O DE LOS SEIS DÍAS)

La resolución 242 fue adoptada el 22 de noviembre de 1967, seis meses después de la guerra de los seis días, con la intención de instaurar la paz en Oriente Medio.

Atendiendo a la tipología textual, nos encontramos ante un texto de carácter político-internacional y de naturaleza legislativa. Perteneciente a una fuente primaria. Respecto al autor la resolución fue redactada por todos los delegados y asesores que la integran, de distintas procedencias.

Pero para entender la resolución y el conflicto árabe-israelí debemos de remontarnos a comienzos del siglo XX.

El conflicto árabe-israelí se refiere a la tensión política y los conflictos armados entre el Estado de Israel y sus vecinos árabes, en particular los palestinos.

En ese momento, a principios del S.XX,  miles de judíos comenzaron a llegar a Palestina, buscando una tierra donde no vivir oprimidos. Estos judíos venían de diversas zonas de Europa, principalmente del Imperio Ruso (al principio huyendo de la Ojrana y más tarde de los bolcheviques).

Durante la Primera Guerra Mundial, los británicos vieron en el pueblo judío un posible aliado, por lo que en noviembre de 1917 firmaron la Declaración Balfour, por la que Reino Unido se declaraba a favor de los planes sionistas acerca de la creación de una nación judía en Palestina.

Lo que al principio no parecía importar a los árabes, pronto se transformó en una emigración en cascada hacia Palestina, donde los judíos compraban tierras para cultivar o construir sus hogares. Ante esta amenaza, comenzó el conflicto entre árabes y judíos, con períodos de calma y otros de fuerte violencia.

Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, perseguidos por el creciente antisemitismo principalmente alemán, y más tarde debido al Holocausto, miles de judíos intentaron emigrar a Palestina (muchos de ellos no lo consiguieron debido a restricciones migratorias), lo cual reavivó el conflicto.

Cuando la Organización de las Naciones Unidas fue fundada, en 1945, Palestina era un territorio administrado por el Reino Unido por un mandato encomendado por la Sociedad de las Naciones en 1922. Así, debido a la creciente violencia, Reino Unido decidió plantear la cuestión de Palestina ante las Naciones Unidas. Esto llevó a la firma de la resolución 181 (II) del 29 de noviembre de 1947, donde se aprobó la terminación del mandato inglés, con la retirada progresiva de su ejército, y se fijaron las fronteras entre el Estado palestino, el judío y Jerusalén.

A pesar de esto, la paz no se consiguió, y pronto comenzó la guerra de 1948 en la que Líbano, Trasjordania, Siria, Egipto e Irak se enfrentaron a Israel debido a que no aceptaban el plan de partición. El resultado de esta guerra no fue positivo para los árabes, y la consecuencia fue que casi un millón de palestinos pasaron a ser refugiados.

Más adelante, se logró el armisticio de Israel por un lado, y Siria, Egipto, el Líbano y Jordania por otro. Sin embargo, en 1956 se desencadenó la guerra de Suez entre Israel y Egipto a causa de del intento de nacionalización del canal por parte de Israel.

Pero el fin de la guerra de Suez no supuso la paz y en 1967 comenzó un conflicto armado de nuevo entre árabes e israelíes conocido como “La guerra de los seis días”. El 5 de junio de 1967, ante la negativa egipcia de desbloquear el Golfo de Aqaba y ante las nuevas estrategias árabes, que habían establecido pactos de protección entre ellas, Israel bombardeó la aviación egipcia situada en la península del Sinaí, dando comienzo de esta forma a la guerra.

En los 6 días que duró, Israel conquistó la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este, la península del Sinaí y los Altos del Golán (Siria).

Al terminar las hostilidades, el Consejo de seguridad aprobó la resolución 237 (1967) que instaba a Israel a garantizar la protección de los habitantes de las zonas donde se había combatido y pedía que ayudara a las personas desplazadas para lograr su regreso.

Este mismo año se firmó en noviembre la resolución 242, que pedía a Israel la retirada de los territorios ocupados, y a los países árabes respetar el Estado de Israel y sus fronteras.

Por lo tanto, la resolución 242 fue firmada con el objetivo de conseguir la paz duradera entre árabes e israelíes.

Para ello, lo primero que exige esta resolución es la retirada de las fuerzas israelíes de los territorios ocupados y el reconocimiento de la soberanía de los Estados de Oriente Medio. Esto parecía una medida completamente necesaria, debido a la violencia que existía entre los estados árabes y el Estado hebreo.

Así, este primer decreto reiteraba la soberanía del Estado israelí y sus fronteras, por lo que la OLP se opuso a la resolución, afirmando que pisoteaba los derechos de los palestinos. Sin embargo, estos últimos sí que exigieron que Israel cumpliera con su parte y abandonara los territorios que se había anexionado, pero este hizo caso omiso, lo que ha llevado el conflicto palestino-israelí a perdurar en la actualidad.

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