Realidad del Servicio en una Comunidad

Realidad del Servicio en una Comunidad

Cristian Ortiz Muñoz

Jimmy Alejandro Gutiérrez Vargas

Corporación Universitaria Minuto de Dios

Catedra Minuto de Dios

Administración En Salud Ocupacional

Bucaramanga/Colombia

2016

Introducción

El siguiente trabajo tiene como objetivo conocer y apropiar propiciamente la realidad  del servicio en una comunidad ya sea (laboral, familiar, barrial, otras...), en la cual habitualmente desarrollamos nuestras diferentes actividades, debiendo de tal forma confrontarla con el ideal de Jesús y la Iglesia.

Así mismo, identificaremos las características y los beneficios que nos permiten comprender más a fondo el ¿Por qué es necesario el servicio como desarrollo personal y construcción comunitaria?, partiendo de cada uno de los insumos sumistrados para el desarrollo de indicada actividad.

Finalmente encontraremos el sentido y los valores propios del servicio en cada uno de los hábitos diarios (comunidad e iglesia), los cuales podremos seguir replicando a nuestros semejantes, conllevando y/o reflexionando a ser mejores personas en nuestro actuar diario, lo cual permita contribuir a construir una sociedad mucho mejor.

POR QUE ES NECESARIO EL SERVICIO COMO DESARROLLO PERSONAL Y CONSTRUCCIÒN COMUNITARIA?

                En muchas ocasiones he oído decir cosas como, que hay más felicidad en dar que en recibir, pero realmente lo ponemos en práctica?.  Dando una mirada al lugar donde vivimos nos damos cuenta que parece aplicarse lo contrario al servicio, el interés propio prima sobre el comunitario, y son pocas las acciones a favor del otro, vemos día a día personas que habitan el mismo barrio con nosotros y al mismo tiempo parece que no existieran en nuestro entorno, pues no existe ningún tipo de relación, no sabemos nada del vecino ni de sus necesidades y parece que cada vez es menos importante.

               Si tomamos un punto de referencia en el escrito “Vino para servir” de la revista Aguas Vivas el ideal de Jesús y la Iglesia y lo confrontamos con la experiencia como habitante de un barrio, nos damos cuenta que tanto la fe cristiana como el servicio a la comunidad han venido deteriorando, somos personas frívolas, que solo vemos por el propio bien que en pro de la comunidad, ya damos siempre esperando recibir algo a cambio y no damos para servir.

               Somos todos seres humanos cometemos errores pero pienso que el primer paso es madurar espiritualmente para ser personas, y con esto de ser personas me refiero al respeto, al servicio, a la humildad, a la integridad moral y por ende espiritual, ser hijos de Dios es un privilegio, pero también responsabilidad para con nosotros y hacia los demás.

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