Reflexión sobre la discriminación homosexual en la salud

Reflexión sobre la discriminación homosexual en la salud.

José Carrasco Vejar, Patricia De la Rosa Muñoz, Luis F. Gatica Montecinos.

Introducción/ presentación de antecedentes

Las comunidades parte de diversidades sexuales o alguna vez catalogadas como “no heterosexuales” han estado en un entorno constante de conflictos a lo largo de la historia que derivan netamente del desconocimiento sobre información que culmina en discriminación y exclusión de una “vida normal” en la sociedad, esto por la estigmatización o la implantación de modelos tradicionales dominantes, como las relaciones heterosexuales y la familia como la base de la sociedad. La diversidad sexual parte como la no conformidad del género según el sexo biológico (Cáceres et al), pero termina como identificación de identidades y orientaciones sexuales, siendo esta última palabra clave en el ser humano “la sexualidad” es parte de nuestra salud y bienestar físico, mental y social.

Recordemos que hasta hace unos años aún se clasificaba la homosexualidad como una patología y empeoro con la aparición del VIH/SIDA en 1981 (Ugarte y Miranda) cuando incluso un asesor presidencial estadounidense lo clasifico así “CÁNCER GAY” donde la naturaleza de algún modo está castigándolos, siendo este ya un acto que rebalsa en vaso con acciones discriminatorias a un sector de la sociedad. Las constantes luchas de estas minorías de a poco han tenido resultados, que, si bien están estampadas en el papel, en el acto aun como personas al parecer no estamos preparados.

Unos de los pasos más significativos fue que en 1973 la sociedad de psiquiatras y en 1990 la OMS eliminan de sus registros la patología, un avance dentro de los derechos humanos de segunda y tercera generación, pero antes de eso en varias naciones se penalizaba la homosexualidad, hasta post segunda guerra mundial comenzaron a verse movimientos de protección para gais y lesbianas, los cuales nunca estuvieron presentes en convenciones, declaraciones hasta 1994 donde la CCPR de la ONU clasifica la orientación sexual dentro del término sexo (Borrillo, 2011) y es así como de a poco los países europeos adelantados a América Latina comienzan una campaña de promoción de tolerancia hacia la homosexualidad desde la protección jurídica que entregan  los Estados.

Al ser parte de la ONU las naciones deben respetar y garantizar por medio de políticas antidiscriminatorias la vida pública y privada, ya que, en lo relativo a orientación sexual la fuerte presencia de violaciones de los DDHH ya debe terminar en todas las áreas de la vida cotidiana e institucional porque como la comisión entabla: “El goce de los derechos y libertades reconocidos en el presente Convenio ha de ser asegurado sin distinción alguna, especialmente por razones de sexo, raza, color, lengua, religión, opiniones políticas u otras, origen nacional o social, pertenencia a una minoría nacional, fortuna, nacimiento o cualquier otra situación”.

Presentación de la pregunta o problemática y objetivo

Pero qué pasa con la cita anterior y su influencia en la salud, respecto al respeto a sus derechos sexuales y reproductivos de estás clasificadas minorías. ¿Es respetada la homosexualidad en todas sus formas dentro de los sistemas de salud o son los profesionales los culpables? Esto porque la homofobia y transfobia no deriva de la institucionalidad, sino de quienes formar parte de la institución.

Se debe entonces conocer la diversidad, dentro de la diversidad para así también comprender que rol cumplen los profesionales del área de la salud en el proceso de respeto y construcción de la identidad de género.

Desarrollo del argumento y discusión conceptual

El derecho a la salud es inalienable y debe garantizar el bienestar de todos en la totalidad de sus diversas dimensiones, pero tanto la identidad de género como la orientación sexual se ven constantemente obstaculizadas debido a la presencia de estigmatizaciones, brechas y barreras construidas socioculturalmente, las cuales generan desigualdad y discriminación, siendo estos dos conceptos parte esencial de la democracia.

Homosexuales, bisexuales, transgénero, travestis, transexuales, etc. son seres humanos igual que cada uno de nosotros y cuentan con principios fundamentales como la no-discriminación en todos los ámbitos de la vida humana, y uno de los más importantes es también la atención de salud. Pero para elles la sexualidad de por si ha sido considerada tema tabú en varios grupos de profesionales del área medica generando un alto índice de vulnerabilidad entre estos grupos.

La historia ha sido duro con cada uno, los tratamientos de antaño no daban soluciones, generaban daño y sufrimiento (Cáceres, et al) lo que como dice Ortega (pp 2) “favorece actitudes negativas en el entorno, que por sí mismas van en contra de una de las necesidades psicológicas básicas, que es la de ser aceptada/o” que culminan en reales patologías como lo son el estrés, ansiedad y depresión que a su vez, llevan directamente a la poca fortaleza de la respuesta inmunológica del cuerpo y a problemas psicosociales o psicológicos, pero también a que todos los anteriores se presenten en una sola persona al mismo tiempo.

...