Reflexiones sobre el proceso electoral del estado de México de 1999.
Enviado por JorgeGod61 • 14 de Octubre de 2015 • Ensayo • 25.397 Palabras (102 Páginas) • 190 Visitas
COMO PERDER UNA ELECCION
Reflexiones sobre el proceso electoral del estado de México de 1999.
CUANDO EL ENEMIGO AVANZA, NOS RETIRAMOS
CUANDO EL ENEMIGO PARA Y ACAMPA, LO MOLESTAMOS
CUANDO EL ENEMIGO TRATA DE EVITAR EL COMBATE, LO ATACAMOS
CUANDO EL ENEMIGO SE BATE EN RETIRADA, LO PERSEGUIMOS
El Arte de la Guerra.
PRESENTACION
Higinio Martínez Miranda candidato del PRD-PT al gobierno del Estado de México en las elecciones de 1999 contó, en algunos momentos de la campaña, con el 31% de las intenciones de voto de los electores de la entidad. Por su parte el PRD venia de la elección más exitosa de que se tenga memoria en la que había conquistado15 de 34 diputados federales de la entidad, una senaduría y un porcentaje de votación estatal del 34% con estos antecedentes muchos, incorrectamente, consideraron como de mero tramite el triunfo del PRD en la entidad más poblada y económicamente más importante del país.
Sin embargo al término de la jornada electoral el PRD solo alcanza el 21% de la votación, obteniendo el tercer lugar de votación, escenificando una de las más graves caídas electorales de los últimos tiempos.
¿Que paso en esta campaña? ¿Qué cuestiones motivaron estos desastrosos resultados?
Estas y otras son preguntas aún no han sido debidamente respondidas.
La autocrítica no ha sido la mejor virtud de las dirigencias partidarias y sin rubor alguno los errores estratégicos y tácticos cometidos por la misma, por el comité de campaña y el propio candidato, no merecieron un análisis serio y tampoco ocasionaron la renuncia de un miembro de la directiva estatal, a pesar de que llegaron a decir “el PRI no gano la elección sino la perdió el PRD”.
Si bien el asunto de las renuncias no es el más significativo, nos deja ver que ante la dirección estatal las fallas, fueron vistas como problemas sin solución. Las respuestas facilistas o reduccionistas a una problemática tan compleja en la que se desenvolvió la campaña por la gubernatura, nos permite comprender, igualmente, que la derrota electoral fue producto de la falta de atención a todos y cada uno de los aspectos y momentos de la campaña.
Achacar siempre a factores externos como el fraude, el voto clientelar, la presión sobre funcionarios de casilla, la compra del voto, las campañas de intimidación y otros realizados por parte del PRI y al derroche de recursos publicitarios por parte del PAN, solo evidencian un partido sin iniciativa para evitar, confrontar o neutralizar todos estos elementos.
Toda lucha política es, como ya lo han dicho muchos, una guerra, y el mejor armado y con capacidad para responder en cualquier circunstancia es el que gana.
La esencia de toda conducción política radica en el aprovechamiento de las coyunturas para el acrecentamiento del nivel de influencia social y electoral de la organización.
El presente trabajo pretende avanzar que no terminar, en el análisis serio y profundo de las causas de la derrota de 1999, contribuyendo a la definición oportuna de estrategias que nos permitan trabajar concienzudamente para ganar la gubernatura en el 2005.
Sabedores que la historia nos construye si sabemos utilizar todos los tabiques.
EL PROCESO DE ELECCIÓN INTERNA
La estación apropiada para atacar es menos importante que las
ventajas ofrecidas por el terreno y a su vez, estas cuentan menos que la
armonía de las relaciones humanas de las tropas y de estas con sus jefes.
Aquel cuyas tropas estén unidas en torno a un objetivo común, será el vencedor.
El Arte de la Guerra
Determinar quien será la persona capaz de abanderar al partido en una contienda electoral es un proceso difícil y lleno de tantos embrollos que muchas veces se piensa que es más fácil ganar el proceso oficial que el interno, sin embargo ganarlo internamente nos puede catapultar con fuerza para ganar el oficial. Todo depende de la forma en que logremos el triunfo interno.
Los partidos pequeños tienen grandes ventajas sobre los grandes para decidir las candidaturas. En ellos la cantidad de cuadros capaz de asumirse como candidato es mucho menor, la polarización de posiciones no llega a los extremos debido a que los intereses personales o grupales son menores. Todo ello se deriva de que sus posibilidades reales de triunfo son bastante bajas y asumir una candidatura es “sacarse la rifa del tigre” no obstante muchos la han asumido y lo seguirán haciendo, convencidos de la importancia de dar voz e imagen personal a su propuesta.
En los partidos más grandes el grado de complejidad de un proceso interno es directamente proporcional a sus posibilidades de triunfo. Sin embargo en cualquiera de los dos casos el proceso debe, ante todo, dotar de LEGITIMIDAD al electo y no solo de legalidad, que son complementarias y no excluyentes como se ha dado el caso.
EL PROCESO LEGITIMADOR
El proceso legitimador al interior de los partidos debe atender:
1.- La reglas de la contienda 2.- La contienda interno. 3.- El proceso de recomposición..
LAS REGLAS DE LA CONTIENDA
Veamos, en principio las reglas deben ser iguales para todos los contendientes, en este aspecto la mayoría de los partidos cumplen con el establecimiento de normas aprobadas por sus órganos directivos que establecen las fases del proceso de selección de candidatos.
Sin embargo la aplicación de dichas normas por los órganos electorales, jurisprudenciales o administrativo se realiza, en muchos casos, de manera discriminada, creando inequidad en la contienda. Esta inequidad no solo esta determinada por la cantidad de recursos materiales y humanos que cada uno utiliza en su campaña, y que son connaturales al tamaño e influencia de los contendientes; sino por la aplicación de las reglas con dos raseros diferentes.
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